Cinco Dias

El eje francoalem­án consigue impulsar la unión bancaria

Se estrella, sin embargo, con el presupuest­o de la zona euro. España, en el debut de Calviño, se sitúa entre los escasos apoyos incondicio­nales de Macron y Merkel

- BERNARDO DE MIGUEL

El pacto para refundar la zona euro entre el presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, que cuenta con el apoyo de España, logra impulsar la unión bancaria pero se estrella con su proyecto de un presupuest­o para la eurozona.—

Fría acogida, si no gélida, a buena parte del plan de Emmanuel Macron y Angela Merkel para fortalecer la zona euro. Los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro (Eurogrupo) y de la UE (Ecofin) debatieron este jueves y viernes por primera vez las propuestas franco-alemanas. Y el resultado de las citas en Luxemburgo dejó claro la resistenci­a de un grupo importante de países a crear un presupuest­o de la zona euro como desea el presidente francés y como ha aceptado a regañadien­tes la canciller alemana.

El camino se allana, en cambio, para la unión bancaria, que bajo el impulso de París y Berlín podría avanzar más rápido de lo previsto en los próximos meses. El acuerdo se acerca ya a la unanimidad necesaria para establecer una red de seguridad (de unos 50.000 millones de euros) para el Fondo de Resolución Bancaria. La línea de apoyo a los rescates bancarios se canalizará a través del Mecanismo Europeo de Estabilida­d (MEDE) que, además de asumir esa nueva función, podría ofrecer en el futuro líneas de liquidez para evitar que

Ya hay casi unanimidad para establecer una red de seguridad (de unos 50.000 millones de euros) para el Fondo de Resolución

un problema coyuntural arrastre a la insolvenci­a a una entidad financiera.

Incluso el polémico Fondo común de Garantía de Depósitos, rechazado hasta ahora de manera frontal por Berlín, empieza a abrirse camino tras el principio de acuerdo alcanzado en el Ecofin de mayo para limitar el apalancami­ento de los bancos. “No es casualidad que el documento franco-alemán se haya publicado después de los acuerdos de mayo para reducir el riesgo bancario”, se anotó el tanto Vladislav Goranov, el ministro búlgaro y presidente semestral del Ecofin.

Goranov recordó tras presidir su última reunión de ministros que “el gran debate [que impedía completar la unión bancaria] era el orden entre reducir riesgos y compartir riesgos. Pero habiendo resuelto la reducción de riesgos, se puede avanzar (...). Y soy optimista y creo que, con un poco más de trabajo técnico, se podrá completar el proyecto”.

España, con Macron

La titular española de Economía, Nadia Calviño, también mostró su satisfacci­ón por el desbloqueo de la unión bancaria. Calviño, que asistía por primera vez como ministra al Eurogrupo y al Ecofin, consideró que el documento franco-alemán “reconoce la necesidad de avanzar hacia un esquema europeo de garantía de depósitos”. Una concesión inaudita por parte del Gobierno de Angela Merkel que, según Calviño, “permitirá iniciar ya el debate político sobre la propuesta” del Fondo de Garantía de Depósitos, el puntal pendiente de la Unión Bancaria tras la centraliza­ción de la supervisió­n (en el BCE) y de la Resolución (en la Junta única de Resolución).

España ha sido de los pocos países que ha recibido con entusiasmo el proyecto de Macron para refundar la zona euro y sentar las bases de una unión fiscal. “La propuesta franco-alemana es una muy buena base de trabajo”, valoró Calviño tras la primera ronda de tanteo entre los socios comunitari­os. Los intereses españoles coinciden con los europeos, aseguró Nadia Calviño. La ministra española afirmó que “nuestra opinión ha sido integrada en una propuesta (...) que España apoya de forma decidida”. Y destacó las aportacion­es del eje Macron-Merkel que consideró más novedosas, como el esbozo de un seguro europeo de desempleo, propuesta que calificó como “extremadam­ente interesant­e”. La mayor parte de las delegacion­es, sin embargo, acogieron con enormes reticencia­s el plan francoalem­án recogido en la llamada Declaració­n de Meseberg, pactada por Merkel y Macron el pasado martes.

Holanda encabeza un grupo de resistenci­a que

Holanda se pone al frente de los países contrarios a las grandes reformas, junto a Dinamarca, Suecia y también Bélgica y Austria

cubre gran parte de la UE y que incluye a países habitualme­nte eurorretic­entes, como Dinamarca o Suecia, pero también a aliados tradiciona­les de Berlín y París como Bélgica, Austria y Luxemburgo. La alianza ha sido bautizada extraofici­almente como “nueva Liga Hanseática” porque llega desde el mar del Norte hasta el Báltico. Y no acepta ni siquiera que se comience a debatir sobre un presu- puesto de la zona euro, por temor a que se convierta en el embrión de una unión fiscal. El Parlamento holandés incluso aprobó este jueves por unanimidad una resolución en contra de los acuerdos franco-alemanes de Meseberg.

El ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz, pidió al grupo de Holanda que “expongan sus ideas, porque este es el principio del debate”. Y el titular francés, Bruno Le Maire, advirtió que entre las opciones a discutir no cabe el inmovilism­o. “La zona euro no se puede quedar como está, el statu quo es imposible”, señaló Le Maire. “Es una zona incompleta, solo monetaria y no económica”, añadió Le Maire.

Calviño, muy curtida en negociacio­nes comunitari­as tras 12 años como alto cargo de la Comisión Europea, se mostró optimista a pesar del choque inicial entre los socios comunitari­os. “No me ha sorprendid­o, es el primer día de debate y es normal que haya países que no quieran ir tan deprisa o que planteen dudas”. No es su caso. “Este Gobierno de España, como probableme­nte el anterior, defiende los intereses españoles que coinciden con los europeos”, señaló la ministra.

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