Torra se hace el ofendido ante el Rey en la inauguración de los Juegos Mediterráneos
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Política
En realidad, a Quim Torra le gustaría departir con el Rey sobre Cataluña de máximo mandatario a máximo mandatario; pero como el Gobierno no le deja, ha optado por el vodevil protocolario. El viernes, tras horas y horas de impostado suspense y manifestarse poco antes en rechazo al monarca, asistió a la inauguración de los Juegos Mediterráneos, en Tarragona, presidida por Felipe VI. Pero el presidente catalán aseguró que sería la última vez, que no acudiría a los actos de la Corona ni invitaría a esta a los suyos. Hubiera sido un feo incomprensible no solo al Rey, que a estas alturas estará curado de espantos independentistas, sino a los 26 países participantes, a los 3.622 deportistas y a los patrocinadores. Aunque tampoco es que se hubiera echado mucho de menos a quien se considera a sí mismo presidente solo por accidente.