Sir Alec Guinness escribía esta carta a George Lucas en un parón del rodaje de ‘Star Wars’.

Querido George:

Estas semanas en Túnez han sido maravillosas, se me han hecho cortas (menos mal que todavía nos queda rodar en el plató de croma). Quiero que sepas que todo el equipo está encantado contigo, en especial los actores. Por lo general, no nos gusta que nos mareen con indicaciones (hay directores muy pesados) porque al final nos hacemos batiburrillo. También te digo que con este guionazo todo fluye. ¡Qué diálogos! “¿Quién es más loco: el loco, o el loco que sigue al loco?” (gracias por poner esa frase en mi boca, George). Puedes estar satisfecho porque se están viendo unas interpretaciones magnificas. Particularmente, estoy impresionado con Kenny Baker: está bordando el papel de R2D2. No es fácil hacer de robot, pero él es capaz de darle una humanidad al personaje increíble; desde luego se ha metido de lleno en el personaje. Me siento tan afortunado de ser parte de esta producción.

No sé si alguna vez te conté como acepté el papel. Mi representante me llamó y me dijo: “Alec, la película que te proponen es para mear y no echar gota. Cuenta la historia de unos caballeros llamados Jedi, que, con unas espadas láser, tienen que luchar contra un imperio galáctico maligno, pero como han sido prácticamente aniquilados no les queda más remedio que unirse a un grupo rebelde muy variopinto. Precisamente tu personaje es uno de estos caballeros, Obi-wan Kenobi, que es el maestro de Luke, el caminante del cielo. Creo que no deberías aceptarla, sinceramente”. Y yo le contesté: “Perfecto, pues haremos la otra película”. “¿Qué otra película?”, me preguntó extrañado. “No tenemos más propuestas sobre la mesa, solo esta”. “Pues entonces… ¿Qué cojones me estás contando?”. Y colgué. Así fue como me embarqué en esta maravillosa aventura intergaláctica.

Nos vemos pronto.

Alec

P.D.: Me ha dicho un pajarito que esta película forma parte de una saga, por lo tanto, he pensado que mi personaje es tan increíble que debería morir en este capítulo.

P.P.D.: A Kenny y a mí se nos ha ocurrido que R2D2 se podría llamar Arturito en Sudamérica.