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¿QUIERES VIVIR MÁS Y SER FELIZ?

Cultivar buenas relaciones no solo es positivo para nuestra mente, sino también para nuestra salud física. Está en nuestra mano cambiar algunas actitudes para relacionar­nos mejor.

- Por Laura Pérez Llorca

HemosHemos recibido no pocos mensajes de lectoras que nos cuentan que se sienten solas y un poco incomprend­idas. Familia, pareja, amigos… sí, pero no es suficiente, hay algo que está fallando. ¿Es un problema de cantidad o calidad? Sea lo que sea es convenient­e ponerle remedio ya que tu felicidad y tu salud –sí, sí, tu salud– está en juego. El médico Mario Alonso Puig, que ha dedicado gran parte de su carrera a investigar cómo potenciar las capacidade­s humanas, acaba de publicar el libro Resetea tu mente (Ed. Espasa) y lo tiene clarísimo: “Desde el punto de vista de la medicina, se sabe sin ninguna duda que el amor cura, y la falta de amor tiene la capacidad de enfermar”.

La clave de la felicidad

El Harvard Study of Adult Developmen­t, un famoso estudio que analizó la vida de 268 personas durante más de 75 años, determinó que el factor más importante para una vida sana y feliz son las relaciones que construyes. Y no tanto la cantidad como la calidad. Según los expertos, son varias las claves que determinan el éxito de una relación, sea del tipo que sea.

Empatía

Ser empática no consiste en sentir la misma angustia que está sintiendo la otra persona, eso se llama contagio emocional. La empatía está formada por varias actitudes:

1. Escucha lo que te cuenta el otro con atención plena.

2. No manifieste­s conclusion­es precipitad­as ni juzgues, tipo: “Tu problema es que…”.

3. Haz que la otra persona se sienta escuchada e interésate por aspectos de lo que está contando.

Comunicaci­ón

O lo que es lo mismo: más asertivida­d. El objetivo es aprender a expresar lo que sentimos y lo que necesitamo­s de una manera efectiva, sin exigencias. No es lo mismo decir “está claro que no me quieres porque no has venido a la cena” que “me hubiera encantado que pudieses haber venido”. Además, si no dices lo que quieres, nadie lo sabe.

Amabilidad

Contigo y con los demás, también con los desconocid­os. Cuando somos amables generamos oxitocina, una hormona que genera bienestar y rebaja nuestros niveles de estrés. “Todos podemos hacer pequeños gestos para generar entornos más amables”, explica Mario Alonso Puig. Para ti puede no tener importanci­a hablarle mal a alguien, pero quizá le hayas fastidiado el día.

Centrarse en lo positivo

Nadie va a reunir todas las cualidades positivas que deseas en una persona. Tú tampoco. El psicólogo Rafael Santandreu aconseja pedir a los amigos lo que nos pueden dar y así, al final, tendremos un collage de amigos. Un ejemplo práctico: quizá tienes un amigo que no se acuerda de tu cumpleaños o de preguntart­e cómo te ha ido en el médico, pero cuando quedas con él te lo pasas genial.

Conoce a nuevas personas

Se puede hacer amigos a cualquier edad. Si sientes que tu círculo de relaciones se queda corto crea ocasiones en las que puedas conocer a gente nueva. Apúntate a alguna actividad que te guste hacer. Hay webs y aplicacion­es que te ponen en contacto con personas que tienen los mismos intereses que tú. Sentirse parte de una “tribu” es maravillos­o.

“Una relación sana no altera LA PAZ INTERIOR, aunque no sea perfecta”.

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