AEROTERMIA E INERCIA: ¿CUÁNDO Y POR QUÉ?
En los últimos años, debido al incremento del precio de la energía y al compromiso medioambiental ha surgido la necesidad de disponer de equipos cada vez más eficientes. En dicho contecto, la aerotermia se ha consolidado como una de las tecnologías más equilibradas entre consumo y rendimiento, ya que es capaz de aprovechar el calor del aire para proporcionar ACS y/o calefacción.
Los sistemas de aerotermia han ido ampliando su campo de aplicación, pero en el camino se han revelado algunos problemas-limitaciones, más vinculados a las instalaciones que a las máquinas o a la tecnología utilizada. Las instalaciones que deben dar servicio a circuitos con poco volumen (por ejemplo, uno o dos o suelos radiantes pequeños) o las que trabajan para circuitos de alta temperatura (radiadores) suelen presentar problemas dado que las paradas y arrancadas de la máquina son demasiado frecuentes por el citado bajo volumen en circuito, llegando incluso a bloqueos constantes. Este caso también puede darse en instalaciones con varios circuitos, donde uno de ellos es el que “desestabiliza” el trabajo de la máquina por ese bajo volumen. Todos estos inconvenientes son fácilmente solucionables, con la sencilla instalación de un depósito de inercia. Volumen extra
De hecho, la mayoría de fabricantes de aerotermias recomiendan el uso de depósitos de inercia cuando la instalación presenta alguna de las características antes citadas. La instalación de un depósito de inercia adecuado le confiere un volumen extra, otorgándole estabilidad en su funcionamiento y respetando la parcialización de la máquina. Se amortiza con evitar una sola visita del mantenedor y evita molestias a clientes y mantenedores. Además, reducir las paradas/arrancadas del compresor aumenta de forma importante la vida útil del mismo.