Las nuevas normativas condicionan la oferta en climatización
La entrada en vigor del Reglamento F-gas (relativo a la regulación y evolución del mercado de los refrigerantes hasta 2030) y de la Directiva y los distintos Reglamentos de Ecodiseño (relativos a la eficiencia requerida en los productos relacionados con la energía, ERP) está modificando la oferta tecnológica del sector de la climatización, condicionando su desarrollo futuro y el diseño de las instalaciones venideras.
La necesidad de un bajo impacto ambiental junto con un incremento de la eficiencia implican una nueva caracterización técnica de los productos. Así, deberán ser más eficientes, ampliar su mapa de operación, cumplir las normativas de seguridad del conjunto de la instalación y utilizar refrigerantes de cuarta generación. Respecto a esto último, deberán superar la aplicación de los HFCS, de forma que se garantice su disponibilidad futura sin restricciones.
Además la integración de estos productos en las instalaciones, conformando el sistema de HVAC estará asociada a la mejora de los niveles de certificación bajo los principales programas de reconocimiento Green Building, como el LEED.
El próximo año plantea un ambicioso objetivo de reducción de la cantidad de HFCS puesta en el mercado, alcanzando una minoración del 37% sobre la base establecida a su entrada en vigor en 2015. El cambio a los nuevos refrigerantes para cumplir el escenario F-gas de minoración de emisiones de efecto invernadero es ya una necesidad.
La introducción de HFCS de medio impacto (PCA de 600 a 700), como fluidos de transición, y de HFOS de bajo y muy bajo impacto (PCA inferior a 150 e incluso inferior a 10), como soluciones de futuro, obliga a agilizar la modificación del Reglamento de Seguridad de Instalaciones Frigoríficas para adecuarlo a los nuevos compromisos Europeos.
Por otra parte, desde enero entrará en vigor la primera fase de aplicación del Reglamento 2281/2016/UE, por el que las unidades autónomas de más de
12 kw, los rooftops, los sistemas VRF y las enfriadoras tendrán asignada una eficiencia energética mínima de obligado cumplimiento.
La necesidad de cumplimiento de los nuevos compromisos europeos de impacto ambiental, como el Paquete de Objetivos Energéticos para el año 2030, que incluye una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en un 40% (20 puntos adicionales sobre el anterior Programa 20/20/20 para 2020), un incremento de la eficiencia del 27% (7 puntos adicionales) y una cuota de renovables del 27% sobre el consumo (7 puntos adicionales), requiere de una participación más intensa y profunda del sector.