SUELO RADIANTE, SINÓNIMO DE CONFORT
El principio básico del sistema de calefacción y refrigeración mediante superficies radiantes (suelo, techo o paredes) consiste en la impulsión de agua a media temperatura, en torno a 40 ºc en calefacción y a 15 ºc en refrigeración, a través de circuitos de tuberías de polietileno reticulado por el método Engel y con barrera antidifusión de oxígeno. Se trata de un sistema que permite alcanzar un confort térmico total en cualquier tipo de edificio obteniendo el máximo rendimiento de los equipos térmicos.
En el sistema de suelo radiante, estos circuitos se embeben en una capa de mortero de cemento, sobre la que se coloca un pavimento final de tipo cerámico, piedra, madera o cualquier otro tipo (consultar características técnicas al fabricante). En invierno, funcionando en modo calefacción el calor contenido en el agua que circula por las tuberías es cedido al ambiente a través de la capa de mortero y pavimento mediante radiación, y en menor medida conducción y convección natural. En cambio, en verano, funcionando en modo
refrigeración el exceso de calor contenido en la estancia se absorbe a través del pavimento y de la capa de mortero que contiene las tuberías por las que circula agua fría, disipando el exceso de calor. Por este motivo, el sistema de suelo radiante permite alcanzar un máximo confort térmico en cualquier tipo de edificio trabajando en los valores óptimos de temperatura operativa según UNE-EN ISO 7730 y obteniendo el máximo rendimiento de los equipos térmicos, lo que posibilita ahorros sustanciales por la reducción del consumo energía y en emisiones de CO2.
ES UN SISTEMA ADECUADO PARA TRABAJAR CON CUALQUIER TIPO DE FUENTE DE ENERGÍA RENOVABLE COMO LA GEOTERMIA, LA SOLAR TÉRMICA, LA ABSORCIÓN O LA AEROTERMIA
Compatible con cualquier tipo de fuente de energía renovable
Este sistema, con una capacidad de 100 W/m2 en el caso de una instalación de suelo radiante en modo calefacción, proporciona un salto térmico de 10 K. Y con capacidad de 50 W/m2 en el caso de una instalación de suelo radiante en modo refrigeración, proporciona un salto térmico de 7 K. Por ejemplo, con una caldera de condensación en combinación con una instalación de suelo radiante en modo calefacción, con una temperatura de impulsión de 40 ºc y de retorno de 30 ºc, tiene un rendimiento del 108% sobre el PCI.