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Tecnifuego organizó recientemente una jornada informativa entre expertos y prensa técnica para dar a conocer una tecnología reconocida en todo el mundo y sus ventajas: el rociador automático. En esta reunión se puso de manifiesto, entre otras cosas, que se trata del sistema más sencillo y eficaz para apagar un incendio en el hogar.
Las nuevas tecnologías, los falsos bulos, la facilidad de la instalación, la eficacia y alta fiabilidad de estos equipos automáticos han sido algunas de las cuestiones tratadas en este acto principal con el que España (Tecnifuego y Cepreven) se ha sumado a la campaña de concienciación mundial sobre los rociadores. La iniciativa Home Fire Sprinkler Day, organizada por la asociación americana de prevención de incendios, NFPA, se ha convertido en un fenómeno a escala mundial, en el que se han sucedido múltiples actos en América, Asia y Europa, que han mostrado a través de simulacros con viviendas protegidas y otras que no lo están la eficacia en la extinción de estos sistemas.
Las conclusiones del encuentro fueron las siguientes:
Primera: importancia de involucrar a los promotores inmobiliarios y usuarios finales en las ventajas de instalar rociadores contra incendios.
Segunda: el tiempo de escape de un incendio se ha reducido a menos de cuatro minutos por el uso de nuevos materiales en muebles y decoración.
Tercera: en Europa se está haciendo una norma sobre rociadores, que es el principio para una futura legislación.
Cuarta: entre las ventajas de la instalación hay que añadir la posibilidad de que se abarate el seguro del hogar, al tener una alta protección, y la bajada del IBI, ya que la comunidad tendría que invertir menos, tanto en personal de extinción como en el trazado urbanístico para la entrada del coche de bomberos en urbanizaciones que están aisladas.
Quinta: los beneficios medioambientales también son destacables, ya que al apagarse un incendio en sus inicios se evitan gases efecto invernadero y se ahorra agua, mientras que este agua es del grifo natural y no está tratada con productos tóxicos para el medio ambiente.
Sexta: las nuevas tecnologías en rociadores facilitan y abaratan la instalación, impiden fugas y son más decorativos.
Séptima: la normativa europea de rociadores está muy avanzada y va a facilitar utilizar menos agua para extinguir un fuego localizado.
Octava: se debe instalar un detector que avise y un rociador que apague el fuego.
Novena: la tecnología es tan fiable que funciona en el 98 % de los casos y no requiere alimentación eléctrica para activarse.
Décima: hay que acabar con los falsos bulos que señalan inundaciones masivas de una habitación. Solo se abre el rociador que tiene debajo un fuego.
Undécima: hay que dar los primeros pasos, instalando en lugares con personas que no pueden valerse por sí mismas en caso de evacuación por incendio, como son guarderías, residencias de ancianos y hospitales.
Y duodécima: es el sistema más sencillo y eficaz para uno de los riesgos más complejos y dramáticos. Muy recomendable en todas las viviendas, especialmente en casas aisladas y urbanizaciones.