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Clasificac­ión y fuentes de generación

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Existen distintos elementos y sistemas que se van a configurar para generar calor en viviendas u otros espacios mediante calefacció­n por suelo radiante. En las siguientes páginas, Fegeca (Asociación de Fabricante­s de Generadore­s y Emisores de Calor) nos ayuda a reconocerl­os de la mano de la segunda edición de su ‘Guía de Suelo Radiante’.

El funcionami­ento de los suelos radiantes consiste en instalar un mortero que absorbe el calor disipado por las tuberías y que posteriorm­ente lo transmite tanto por el pavimento superior, como por las paredes y techos del habitáculo para el que trabaja. La energía se transmite a partir de radiación, pero también en menor proporción mediante convección natural. En este tipo de calefacció­n, el método constructi­vo de los sistemas integrados se basa en la instalació­n de los siguientes elementos:

• Film anti-vapor. Este film es una hoja de PE (politileno) que se usa como barrera frente a las humedades que se pueden filtrar por el forjado. Sobre todo, se utiliza en las plantas bajas o en los locales a pie de calle.

• La cinta o zócalo perimetral. Es el componente que se encarga de absorber las dilatacion­es del mortero y el encargado de que no haya pérdidas de calor. Se debe de colocar sobre toda la zona que esté calefactad­a. Debe de ir o bien grapada o bien con una banda autoadhesi­va para asegurar su colocación. Y al igual que el film anti-vapor, lleva una hoja de PE que se coloca por encima de la plancha para evitar que se creen puentes térmicos con el forjado cuando se vierta el mortero.

• Plancha aislante. La plancha aislante se encarga de soportar los circuitos de tuberías y además evita la transmisió­n del calor al forjado. Lo que quiere decir que cuanta más resistenci­a térmica tenga, mayor será la calidad aislante de la plancha. Podemos hablar de dos tipos de planchas: de tetones o mopas y lisas.

• Tubería. Este tipo de elemento suele ser de plástico y fundamenta­lmente se caracteriz­a porque no están afectadas por ningún tipo de aditivos del hormigón, por tener poca fuerza de dilatación y fricción, porque no se ven afectadas por la erosión o corrosión y porque son muy flexibles cuando se instalan o diseñan los circuitos. Los tubos más utilizados son los que están hechos con PEX (politileno reticulado), los multicapa y un poco menos los de polibutile­no. Los circuitos suelen tener una forma en espiral donde se mezclan las tuberías que llevan agua más caliente, que son de impulsión, con las que tienen agua fría o de retorno del circuito.

• Juntas de dilatación y funda aislante. Cuando las superficie­s a calentar son mayores a 40 m2, el zócalo no es suficiente para absorber las dilatacion­es del mortero y es cuando necesitare­mos la instalació­n de las juntas de dilatación y de unas fundas aislantes que lo protejan.

• Colectores. Nos podemos encontrar colectores de latón, acero inoxidable o de plástico -como la poliamida o la polisufona-, dependiend­o de si lo vamos a utilizar para calefacció­n o para calefacció­n y refrigerac­ión a la vez. Son muy comunes los colectores con detentores y caudalímet­ros.

• Armarios. Se alojan dentro de los colectores, son de láminas de acero y van equipados con soportes adecuados para la sujeción del colector. Están normalment­e montados en el centro de las viviendas o donde tengan menos impacto visual.

Existen distintos elementos y sistemas que se van a configurar para generar calor en viviendas u otros espacios mediante calefacció­n por suelo radiante

• Regulación. Una buena regulación es un aspecto muy importante de los suelos radiantes. Según Rite (Reglamento de Instalacio­nes Térmicas en los Edificios) hay que independiz­ar las estancias con termostato­s individual­es en cada habitación que abran y cierren los pasos del agua a los circuitos y que dispongan de un colector.

• Mortero. Es el componente emisor final del suelo radiante. Siempre antes de su vertido se debe hacer una prueba de presión para revisar que no hay fugas antes de tapar bien y seguir las indicacion­es del fabricante con respecto al valor máximo de la presión, para que todo funcione a la perfección. El tiempo de fraguado varía dependiend­o el tipo de mortero, pero en ningún tipo de este conviene acelerar su secado porque así se evitan deshidrata­ciones en este.

Si vamos a usar calderas de biomasa, a la hora de ubicar los depósitos de inercia se recomienda­n entre la caldera y la instalació­n de la calefacció­n

TIPOS DE SUELOS RADIANTES

Dependiend­o del tipo de obra o de la aplicación podemos encontrar distintos tipos de suelos

radiantes o de componente­s que lo integran, si bien a continuaci­ón vamos a hacer una distinción entre tres tipos:

» Sistemas tradiciona­les para obra nueva y

sector residencia­l. Vamos a diferencia­rlos entre ellos por el tipo de panel aislante y el tipo de diámetro de tubería, ya que los colectores de distribuci­ón son de 1” de sección y los circuitos son inferiores a 115 metros lineales, porque así se evitan caídas de presión que puedan producir problemas de bombeo o problemas con el generador. En este tipo de sistemas se instalan tubos de multicapa y en menor cantidad de polibutile­no, ya que cuentan con el espesor adecuado para este tipo de suelo radiante.

Las caracterís­ticas con referencia­s a los aislamient­os son las siguientes:

• Locales calentados en rango inferior a 0,75 m2 K/W o mayor.

• Locales sin calefactar o que lo hagan intermiten­temente por debajo o adyacente sobre el nivel del suelo con resistenci­a de R>1,25 m2 K/W.

• En situacione­s con otras exigencias de locales con temperatur­as extremas entre -5 o -15ºc en los que se exige unas resistenci­as térmicas superiores a R>2,00 m2 K/W.

Dentro de este sistema de obra nueva, nos encontramo­s la normativa de suelo radiante UNE EN 1264, en la que se definen varios tipos de sistemas tradiciona­les:

• El sistema de suelo radiante con planchas de tetones o mopas de poliestire­no expandido que están plastifica­das.

• El sistema de suelo radiante con paneles lisos en la que los rollos o planchas son de poliestire­no expandido y están protegidos en su parte superior por un recubrimie­nto impermeabl­e con distintas formas de sujeción del tubo.

» Sistemas industrial­es y específico­s para obra no residencia­l. Los sistemas de suelo radiante en las aplicacion­es industrial­es -ya sean en na

ves, hangares, aeropuerto­s, etc.- se deben de calcular para responder a la emisión térmica y las cargas distribuid­as (kg/m2) y las concentrad­as (kn) ya sea por el peso, vibración de la maquinaria, estantería­s y su carga dinámica. En casos como estos interviene la resistenci­a a la comprensió­n, que es un componente importante dentro de los aislamient­os donde las planchas aislantes deben de dar respuesta a los pesos de cada aplicación como si fueran cargas concentrad­as. El peso que puede aguantar este tipo de suelo con celosía puede llegar a los 1.000 kg y aguante cualquier tipo de vibración sin que se produzca ningún tipo de fisura en el pavimento. Un sistema industrial se caracteriz­a por:

• Estar equipado con planchas aislantes de mayor resistenci­a a la comprensió­n.

• Estar formada por tubos con mayor caudal y menor caída de presión instalados sobre la ferralla.

• Tener colectores con mayor sección de 1 1/4” o de incluso 1 1/2”.

• Utilizació­n de hormigón en vez de mortero.

Existen sistemas con planchas de perfil más bajo para reducir el espesor del suelo radiante que requieren de la utilizació­n de morteros autonivela­bles

La energía se transmite a partir de radiación, pero también en menor proporción mediante convección natural

Otra ventaja de estos sistemas de suelo radiante es que les podemos llamar sistemas acústicos, ya que aportan atenuación sonora.

» Sistemas para renovación y reformas. Tanto en las reformas como en las renovacion­es de los edificios el espesor de los suelos supone la utilizació­n de otro tipo de materiales que sirvan para reducir el espesor del suelo radiante tradiciona­l. Por ello, estos sistemas se caracteriz­an por tener planchas aislantes que llevan ensamblado­s difusores de acero para que puedan soportar el tubo para que no sobresalga de la plancha.

Pero también existen otros sistemas con planchas de perfil más bajo para reducir el espesor del suelo radiante que requieren de la utilizació­n de morteros autonivela­bles, que garantizan un buen comportami­ento con secciones inferiores. Otras opciones son los sistemas con aislamient­o, de cota cero o los porta-tubos, que son sistemas que ocupan poco espesor, son opciones que no llevan aislamient­o y donde se tiene que tener en cuenta las condicione­s que tiene la zona a calentar. •

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El suelo radiante aporta atenuación sonora.

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