Menos gasto para un consultorio médico
El consultorio médico de Pedrajas de San Esteban, en Valladolid, cambió hace poco su sistema de calefacción. La caldera de 80 kw que hasta entonces venía haciéndose cargo de la calefacción por suelo radiante cedió el testigo a tres bombas de calor Genia Air 15 y pasó a emplearse exclusivamente para la producción de agua caliente. El resultado de este sistema híbrido, que además se adoptó sin afectar en nada al funcionamiento habitual del edificio, ha sido de un 40% de descenso en el consumo y una mejora en el nivel de confort para el usuario.
El motivo del cambio es el habitual cuando nos encontramos con un edificio de uso público calentado mediante gas. Por un lado, el consumo era muy elevado (el consultorio tiene 650 m2, es un edificio no adosado de una sola planta, con fachadas hacia cuatro orientaciones distintas y situado en la provincia de Valladolid). Por otro lado, la temperatura era poco constante, cosa habitual en edificios con muchas entradas y salidas y que permanece vacío (y con la calefacción apagada) por la noche.
Si el primer factor, el del consumo, es importante porque denota una preocupación por hacer un buen uso del dinero público, el segundo, el de la estabilidad de la temperatura, es directamente fundamental, siendo este un edificio para uso sanitario. Por otra parte, el propio uso del edificio suponía una limitación. Era necesario mejorar el sistema de calefacción sin perturbar el funcionamiento cotidiano del consultorio.
Los técnicos encargados de estudiar el caso vieron enseguida que lo ideal sería optar por un sistema híbrido aerotermia/ gas. La aerotermia satisfaría las dos demandas fundamentales (ahorro y estabilidad), las bombas de calor podían ser instaladas sin necesidad de trabajar dentro del edificio y la caldera, que funcionaba perfectamente, podía emplearse en la producción de agua caliente, un servicio que por el propio uso del edificio no tiene una demanda muy elevada.
Además, el edificio contaba con suelo radiante, que es el que mejor garantiza una distribución homogénea de la temperatura, y que en este caso garantizaba que el nuevo sistema híbrido podría dar lo mejor de sí mismo. La instalación, por tanto, se completó con tres bombas de calor Genia Air
15, que se integraron de manera muy discreta en la fachada del edificio protegidas por una rejilla. Estas tres bombas están gestionadas por otras tantas unidades Examaster colocadas en el interior. También cuentan con termostatos modulantes para garantizar la mayor eficiencia posible.
La caldera estanca de 80 kw ahora solo se emplea en la producción de agua caliente. También queda como apoyo en caso de que se produjera un pico puntual de demanda en calefacción. La intervención fue muy rápida y poco molesta, y el resultado fue de un descenso en la factura de un 40% del gasto en calefacción.
La aerotermia dio respuesta a las dos demandas fundamentales: ahorro y estabilidad