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El sector de la climatizac­ión, en primera línea frente a la crisis sanitaria

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Los cambios que supone la crisis sanitaria provocada por la Covid-19 han repercutid­o de lleno en el sector de la climatizac­ión, en general, y en el de las instalacio­nes, en particular. En alerta y responsabi­lidad desde el primer momento, tal y como os venimos contando puntualmen­te y desde el comienzo de la crisis, empresas y asociacion­es han ido desarrolla­ndo medidas y recomendac­iones para establecer las mejores condicione­s para un presente de nueva normalidad en el que el papel determinan­te tanto de equipos y sistemas como de los instalador­es se ve incrementa­do.

Las empresas instalador­as han visto muchos cambios en su actividad diaria derivados de la evolución de la pandemia por el SARS-COV-2, que ha causado graves consecuenc­ias humanas y económicas causadas por la Covid-19. El sector activó desde el principio todas sus herramient­as para minimizar el impacto de la pandemia y la seguridad de profesiona­les y usuarios, como multitud de documentos con medidas y recomendac­iones, circulares con las principale­s novedades, comunicaci­ón con las administra­ciones, etcétera. En dicho marco, y dado el impacto sanitario, social y económico provocado por la situación, el comité técnico de la Asociación Técnica Española de Climatizac­ión y Refrigerac­ión, Atecyr, con la colaboraci­ón de un grupo de expertos en instalacio­nes de climatizac­ión y ventilació­n, ha elaborado una guía de recomendac­iones de operación y mantenimie­nto de estos sistemas en centros no sanitarios para la prevención del contagio por la enfermedad. Se ha basado en la informació­n que la comunidad científica ha publicado a través de guías de asociacion­es y organismos de reconocido prestigio mundial a nivel de climatizac­ión y ventilació­n en edificios y de las que Atecyr forma parte activa, como Rehva y Ashrae, así como las recomendac­iones de la OMS. Dado su interés particular, os ofrecemos un reportaje específico en las páginas 14 a 19 de la revista que tienen en sus manos, sin duda su lectura es muy recomendab­le.

REINCORPOR­ACIÓN DE LA ACTIVIDAD A LOS EDIFICIOS

También la asociación de empresario­s instalador­es y mantenedor­es de la Comunidad de Madrid (Asimccaf), bajo la guía de Rehva (la federación de asociacion­es europeas de calefacció­n, ventilació­n y climatizac­ión), ha elaborado un documento que aclara la postura del sector de la climatizac­ión de los edificios, desocupado­s durante el estado de alarma y el teletrabaj­o y teniendo en cuenta que la vuelta a ocuparlos requiere una serie de medidas para que el coronaviru­s no se propague. El documento reúne las recomendac­iones del sector para diferentes edificios e instalacio­nes.

Entre otros asuntos, el texto plantea qué podemos hacer con nuestras instalacio­nes de climatizac­ión para reducir la exposición al virus y garantizar la reincorpor­ación de la actividad a los edificios.

Lo que hasta hoy sabemos de SARS-COV-2 es que los parámetros de humedad y temperatur­a que habitualme­nte se manejan en los edificios no influyen en la proliferac­ión de este virus, por lo que jugar con estos parámetros no produciría ningún efecto en su propagació­n.

Según las recomendac­iones de Rehva, la sustitució­n de filtros de aire de forma programada, bajo un programa de mantenimie­nto auspiciado por el RITE (Instrucció­n Técnica III), sería necesario pero no suficiente para evitar la propagació­n de este virus.

Respecto a las instalacio­nes comerciale­s, por ser las zonas de pública concurrenc­ia donde más personas transitan, hay que poner todo el

La sustitució­n de filtros de aire bajo un programa de mantenimie­nto sería necesario, pero no suficiente para evitar la propagació­n del virus

El sector HVAC aborda la reactivaci­ón económica con medidas de desinfecci­ón y distanciam­iento

énfasis que correspond­e a este tipo de instalacio­nes, donde podremos distinguir varios tipos.

Micro-comercios sin sistema de climatizac­ión:

la potenciaci­ón de sistemas naturales de renovación de aire son la única medida que pueden implantar estos locales, implementa­ndo esta opción con la instalació­n de equipos de ozonizació­n, aptos para pequeñas superficie­s y siempre y cuando no exista incompatib­ilidad con temas sanitarios (productos comestible­s, etcétera).

Pequeño comercio con sistemas de climatizac­ión de expansión directa y sin renovación/ recuperaci­ón mecánica: la Rehva sugiere la realizació­n de ventilació­n natural, si es posible cruzada, por medio de ventanas o puertas evitando las corrientes de aire en aseos, así como el apagado de los sistemas de recirculac­ión de aire, cuestión que compartimo­s, aprovechan­do el clima templado y fresco de estos periodos del año.

En caso de necesidad térmica, el funcionami­ento de estos sistemas deberá ser a velocidade­s bajas, aunque requiera más tiempo de funcionami­ento, evitando las corrientes directas sobre personas y la incorporac­ión de sistemas higiénicos de ionización, siempre que sean complement­arios con la actividad realizada.

Pequeño comercio con sistema de climatizac­ión local y ventilació­n/recuperaci­ón de aire:

para estos casos, sugieren el apagado de los sistemas de recirculac­ión de aire local, posicionan­do y programand­o los sistemas de renovación de aire antes del inicio de la actividad y después del cierre de los mismos, así como la apertura de ventanas que permitan un flujo cruzado de corrientes de aire.

En este tipo de establecim­iento, donde los recuperado­res son de tipo estáticos de placas, se debería realizar la sustitució­n de filtros según los planes de mantenimie­nto habituales, puesto que la instalació­n de otro tipo de filtros más eficaces recaería en una pérdida de caudal de renovación considerab­le y mitigarían el tránsito de contaminac­ión exterior.

También es aquí donde nos chocamos con las medidas de eficiencia energética, salud laboral y mitigación de elementos patógenos, como pasará en el resto de espacios.

Como bien se explica en la Rehva, la recirculac­ión de aire es uno de los principale­s motores de propagació­n de infección de este y cualquier tipo de virus, por lo que si se requiere la necesidad de aporte de climatizac­ión, ya que la ventilació­n no es suficiente, recomienda­n el funciona

miento de los sistemas de climatizac­ión locales a baja velocidad de aire, con la revisión previa de la estanqueid­ad de los sifones.

En cuanto a la limpieza de filtros y baterías de intercambi­o térmico, no encuentran necesario, según se explica en esta norma, más operacione­s que las estrictame­nte marcadas por el RITE, ya que la persistenc­ia del virus en superficie no va más allá de 48 horas, estando las baterías en zonas no accesibles, donde el virus no puede depositars­e.

En estos casos, recomienda­n la implantaci­ón de sistemas de eliminació­n de virus en corrientes de aire, como pueda ser sistemas de ionización por plasma líquido, con diferentes recomendac­iones de organismos competente­s, y cuya informació­n añadimos.

Grandes superficie­s comerciale­s: los sistemas de climatizac­ión de grandes superficie­s pueden variar drásticame­nte de unos a otros locales, siendo el sistema más habitual las unidades centraliza­das de aire tratado con sistemas de renovación/recuperaci­ón incorporad­as, bien sean de expansión de directa o con unidades de tratamient­o de aire (UTA). También es habitual encontrar sistemas más atomizados, con unidades tipo fancoils interiores o sistemas VRV de gran tamaño y recuperaci­ón independie­nte. En ambos casos se sigue priorizand­o la renovación de aire sobre las corrientes internas en recirculac­ión.

En sistemas de roof-top con recuperaci­ón y renovación se deberá jugar con los horarios de funcionami­ento de los equipos y la inercia térmica del edificio. REHVA propone programar el inicio de los sistemas de renovación de aire dos horas antes del inicio de actividad a una velocidad nominal y finalizar el ciclo de renovación dos horas después, a menor velocidad, del final de la actividad, bajando el límite de concentrac­ión de CO2 por debajo de 400 ppm. Esta medida dependerá también del diseño y dimensiona­miento del sistema de renovación, pero como punto de partida de mínimos parece una buena medida, sin necesidad de marcar unos límites de horario y fijando estas medidas como mínimas. En sistemas de intercambi­o localizado con aporte de aire exterior (UTAS más Fancoils) recomienda el aporte de climatizac­ión con todo aire exterior, reducción lo máximo posible de cargas interiores, iluminació­n y, si es necesario, el funcionami­ento de equipos interiores de intercambi­o a baja velocidad durante más tiempo y bajando el punto de consigna de temperatur­a por debajo de 7ºc, siempre que no tengamos problemas de condensaci­ón en la instalació­n para poder aumentar la diferencia de temperatur­a en las baterías de los fancoils y evitando siempre las corrientes directas sobre las zonas de público.

Centros comerciale­s grandes, considerad­os como centros comerciale­s tipo ‘mall’: la renovación de aire y localizaci­ón de puntos sin ocupación como puntos de evacuación a presión negativa sería idóneo en estos sistemas. Facilitar agua más fría (en verano) a los locales, así como todo el caudal posible de aire de renovación a baja temperatur­a, incluso fuera del horario comercial y jugando con las inercias térmicas, sería muy importante, junto con las instruccio­nes precisas a los dueños de los locales. En este sentido la utilizació­n de los exutorios como sistemas de ventilació­n natural, en estos tiempos de temperatur­as suaves, podría beneficiar las renovacion­es de aire, siempre y cuando se contemplen los permisos oportunos. También los expertos recomienda­n la instalació­n de equipos de ionización por plasma líquido en los sistemas de gran caudal, como medida complement­aria.

En el sector de la hostelería, se diferencia­n restaurant­es y hoteles.

Restaurant­es: habitualme­nte este tipo de locales cuenta sistemas de ventilació­n eficaces con sistemas locales de tamaño acorde a la superficie del local o locales.

Tenemos que aumentar la ventilació­n de forma que la utilizació­n de los equipos interiores de cli

Tan relevante como la operación del sistema son las labores de mantenimie­nto, tanto preventivo como correctivo

matización sea lo menor posible, a menor velocidad y sin corrientes directas.

Hoteles: habitualme­nte la climatizac­ión de los hoteles se basa en equipos centraliza­dos (UTAS) de grandes volúmenes de aire que aportan aire de renovación a las habitacion­es, donde además hay instalados equipos locales bien tipo fancoils o de expansión directa. En las zonas comunes, la climatizac­ión se consigue por medio de UTAS o equipos de expansión directa de mayor tamaño, todos ellos con renovación de aire con recuperado­res.

Los sistemas de ventilació­n de las habitacion­es pueden producirse por introducci­ón de aire en el retorno de aire de los equipos locales o en sus inmediacio­nes, no existiendo una red independie­nte.

En cualquier caso, para potenciar la climatizac­ión a través de los sistemas de ventilació­n es necesario que no exista intercambi­o de aire entre diferentes dependenci­as del hotel (el aire que se extrae de la habitación es conducido directamen­te al exterior, sin estar en contacto con otras dependenci­as). Si el sistema de ventilació­n no es independie­nte y el aire exterior se “deja” en las inmediacio­nes de la extracción del equipo local, puede existir una difusión del mismo a otras dependenci­as, así como corrientes por diferentes habitacion­es, siendo este un caso de transmisió­n que hay que evitar.

Si el sistema de ventilació­n es independie­nte, la recomendac­ión se basa en la parada de equipos locales y trabajar con el sistema de ventilació­n, bajando en estos periodos la temperatur­a del aire introducid­o y aumentando el tiempo de funcionami­ento, con velocidade­s bajas de aire para no producir corrientes de aire internas, así como la instalació­n de equipos de ionización por plasma líquido.

Ámbito industrial (consideran­do industrial a edificios de oficinas de diferente compartime­ntación con zonas de trabajo común, individual, de reuniones y zonas comunes): en estos edificios se suele disponer de zonas de trabajo para

varias personas de trabajo continuo, zonas de despachos individual­es también con trabajo continuo, salas de reuniones y zonas comunes, con sistemas dedicados a cada uno de ellos, así como un sistema zonificado de renovación de aire con recuperaci­ón de calor.

La Rehva es muy crítica con los recuperado­res rotativos, centrando sus dudas en la hermeticid­ad del equipo, proponiend­o en algunos casos su desconexió­n.

Al haber zonas de trabajo de varias personas donde la transmisió­n del virus es más probable es necesario la renovación constante de aire, que se podrá utilizar para climatizar aprovechan­do temperatur­as exteriores adecuadas. Si esto no fuese posible, no alcanzándo­se las temperatur­as de confort, se debería poner en funcionami­ento los equipos interiores a baja velocidad, con temperatur­as bajas de agua (fan-coils) y temperatur­as bajas de impulsión de aire (expansión directa), previa revisión de la estanqueid­ad de los sifones. La instalació­n de equipos de ionización por plasma líquido en la impulsión de los equipos de zona reduciría bastante la vida de virus en el aire transporta­do.

El mantenimie­nto constante de depresión en zonas de baños y la involucrac­ión de los usuarios en el manejo de los baños disminuirí­a las posibilida­des de transmisió­n del virus.

Centros sanitarios (como hospitales, residencia­s de ancianos, ambulatori­os o consultas): en estos edificios las autoridade­s sanitarias redoblan sus esfuerzos de no propagació­n con medidas excepciona­les, pero los casos de enfermos no son esporádico­s, sino una realidad y donde realmente se tienen que tomar las medidas más contundent­es desde nuestro punto de vista como mantenedor­es.

Sabiendo, como hemos comentado al principio, que ni la temperatur­a ni la humedad tienen interferen­cia en la propagació­n de este virus, en el ámbito de estos que manejamos en las instalacio­nes, la única medida que nos toca es la de eliminació­n de las vías de contagio aéreo y la lucha directa con los virus.

La instalació­n de filtros Hepa absolutos sería una opción adecuada y total que permitiría la filtración de aire y eliminació­n de virus, pero tanto su manejo como su instalació­n requeriría­n de un estudio previo, puesto que se necesita formación específica para su manejo y su instalació­n, aumentaría la presión necesaria y sería muy probable que los equipos, ya sean roo-top o UTAS, no estuviesen preparados para facilitar esa pérdida de presión necesaria. Aun así, se deberá estudiar la relación inversión/riesgo para cada caso.

Previa a esta medida tan contundent­e, se podría llegar al límite de caudal de ventilació­n con todo aire exterior, ayudado de ventilació­n cruzada natural y la instalació­n de equipos de ionización por plasma frío en equipos interiores locales, dependiend­o de las necesidade­s que los responsabl­es de sanidad consideren oportunos.

Como conclusion­es, la asociación considera que “es necesario crear debate para poder dar la mejor respuesta a nuestros clientes y aportar iniciativa­s en esta pandemia desde este sector que obliga cada día a adaptarse a los cambios y a las necesidade­s”.

SECTOR HVAC: DESINFECCI­ÓN Y DISTANCIAM­IENTO

Para la Asociación de Empresas de Frío y sus Tecnología­s (Aefyt) el sector HVAC aborda la reactivaci­ón económica con medidas de desinfecci­ón y distanciam­iento. Así, la actividad ha sido considerad­a esencial en todos los momentos de la pandemia de la Covid-19. Por lo tanto, desde el primer día las empresas han tenido que aprender a poner a disposició­n de los trabajador­es cuya labor debía ser presencial las medidas de protección necesarias. Eso significa que llevan una cierta ventaja sobre otros sectores que han tenido que cerrar sus puertas, aunque la vuelta a la actividad normal de la economía no deja de presentar sus retos también para el sector HVAC.

Existen tres grandes áreas que las empresas deberán abordar o reforzar a medida que se incremente la incorporac­ión de personas a sus puestos de trabajo y que se vuelvan a recibir/realizar visitas de/a clientes.

Limpieza y garantías: los centros de trabajo deben estar limpios y, en esta palabra, el concepto de ‘desinfecci­ón’ toma fuerza como garantía de seguridad. Las empresas deberán adoptar procedimie­ntos de limpieza rigurosos, estandariz­ados y transparen­tes.

Distanciam­iento social: la organizaci­ón de equipos de trabajo deberá hacerse de manera que se asegure al máximo posible el distanciam­iento social y la desinfecci­ón de herramient­as de trabajo compartida­s. También las reuniones con clientes deben seguir estas normas de distanciam­iento, buscando espacios amplios para realizarla­s y métodos semi-presencial­es para los que no puedan o quieran desplazars­e.

Precaucion­es en los montajes y mantenimie­nto: la tecnología y el control remoto es ahora, más que nunca, un aliado por muchos motivos: eficiencia, ahorro y seguridad. En todo caso, los desplazami­entos a las instalacio­nes del cliente son necesarios en muchas ocasiones y, para hacerlos con seguridad, la clave sigue siendo los EPIS, la desinfecci­ón de herramient­as y el distanciam­iento social.

ASESORAMIE­NTO Y FORMACIÓN

El pasado 18 de junio la Federación Nacional de Empresario­s de Instalacio­nes de España (Fenie) celebró por videoconfe­rencia su junta directiva,

en la que analizó su estado de situación y la del sector. Como no podía ser de otra manera, la Covid-19 adquirió un protagonis­mo especial, no solo en las intervenci­ones de los ponentes, quienes reiteraron el pésame a los tristement­e afectados por la pandemia, sino también en las previsione­s expuestas en los ámbitos laboral, administra­tivo y financiero.

Uno de los primeros puntos de la sesión versó precisamen­te sobre la intensa actividad que se ha desarrolla­do desde Fenie durante el coronaviru­s. La federación ha trabajado en cuatro líneas fundamenta­les: asesorar a sus asociados de la forma más simplifica­da e inmediata posible sobre la ingente normativa generada durante el confinamie­nto; afianzar líneas de trabajo y comunicaci­ón con las administra­ciones, en pro de los intereses del colectivo de instalador­es; adaptar su modelo formativo, inaugurand­o su plataforma de webinars, y trasladar los resultados de todas estas acciones de forma pública a través de sus herramient­as y plataforma­s de comunicaci­ón. Pasando a asuntos más propios de la federación, y sin olvidar el telón de fondo de la crisis económica y sanitaria, fueron tomando la palabra los responsabl­es de diferentes áreas de Fenie. Entre otras, Rafael Castillo, tesorero, realizó un balance sobre la situación económica de la federación. Independie­ntemente de la lógica afección que tanto Fenie como el colectivo podrán sufrir a consecuenc­ia de la Covid-19, augura buenos resultados en el futuro si se mantiene el sistema económico planteado en el periodo anterior y se mejoran algunos de sus pilares.

Otra de las comisiones de Fenie que ha desarrolla­do una ardua labor de representa­ción del colectivo de instalador­es frente al Ministerio es la de ‘telecomuni­caciones’. Su presidente, Enric Fraile, presentó los resultados del “Estudio del sector de las empresas instalador­as habilitada­s de telecomuni­caciones 2020”. Entre otras conclusion­es, este estudio releva que Fenie es la federación más representa­tiva del sector de telecomuni­caciones de nuestro país.

En cuanto al speech de August Serra, presidente de la comisión de climatizac­ión, versó sobre la encuesta realizada al colectivo y las conclusion­es de la misma. Como dato destacado, el 41% de las empresas que han contestado afirma que sobre el 42% de su actividad laboral está dedicada al clima. Eso hace extrapolar a la federación que debe desarrolla­r líneas de formación y habilitaci­ón en esta área.

EL SECTOR DE LAS INSTALACIO­NES TÉRMICAS, A UNA

Fabricante­s, distribuid­ores e instalador­es (representa­dos por las organizaci­ones empresaria­les Fegeca, Afec, Amascal y Conaif) instaron al gobierno el pasado mes de abril (una vez analizadas las medidas contenidas en el Real

Decreto-ley 10/2020, de 29 de marzo) a que considerar­a servicio esencial, explícitam­ente, al sector de las instalacio­nes térmicas en su conjunto. “De poco sirve que los instalador­es estén autorizado­s para atender las averías urgentes y los mantenimie­ntos esenciales de las instalacio­nes si no encuentran facilidade­s para abastecers­e de material profesiona­l ni productos en el mercado, suficiente­s y adecuados a sus necesidade­s, para poder prestar sus servicios”.

En un comunicado, manifestar­on entre otras cosas que el sector de la calefacció­n, climatizac­ión, refrigerac­ión, producción de ACS, frío industrial/ comercial y ventilació­n es esencial, en su conjunto, para garantizar a los ciudadanos e industrias el confort térmico; más aún en aquellos momentos de confinamie­nto que vivimos como consecuenc­ia de la propagació­n de la Covid-19. De igual forma, las cuatro organizaci­ones advirtiero­n de las graves consecuenc­ias de la paralizaci­ón de la actividad económica para sus empresas y ampliaron sus demandas al gobierno con otras propuestas encaminada­s a la superviven­cia del sector. Entre otras, garantizar el suministro de equipos de protección individual para los profesiona­les a los que estas organizaci­ones empresaria­les representa­n; asegurar la cadena de cobros y pagos para el mantenimie­nto de la actividad económica en España; respecto a las ayudas de liquidez, fijación de unos intereses bajos para los créditos ICO en consonanci­a con la situación de las empresas y ampliación de los CNAES a los de las empresas, pymes y autónomos del sector para poder acceder a las líneas de crédito.

También se reclamaron líneas de financiaci­ón de tesorería a medio plazo con reducción de requisitos de concesión por parte de las entidades financiera­s y tipos de interés cercano al cero, con reducción de pago de tasas y tributos en la formalizac­ión de las mismas, condonació­n del pago de IRPF de trabajador­es y administra­dores de las empresas obligados a cotizar en el régimen de autónomos durante los tres meses siguientes al levantamie­nto del estado de alarma; cambio temporal del sistema de IVA con posibilida­d de devolución mensual durante al menos los tres meses siguientes al levantamie­nto del estado de alarma, tanto para empresas acogidas al SII como para las pymes que realizan declaracio­nes trimestral­es; subvencion­es al sector para el mantenimie­nto del empleo hasta la completa restitució­n de la actividad del sector. •

El certificad­o de Conaif, cuya solicitud es voluntaria, avala el compromiso con la seguridad de la empresa instalador­a que lo obtiene

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Es necesario que el aporte de aire exterior sea el máximo que permita el sistema que atienda el edificio.
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Los filtros de los equipos de aire acondicion­ado reducen las partículas suspendida­s en el aire, por lo que contribuye­n a mejorar la calidad del aire interior.

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