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INSTALACIO­NES TÉRMICAS DE EDIFICIOS

Aspectos clave del Real Decreto 736/2020 por el que se regula la contabiliz­ación de consumos individual­es

- CELSO PANIAGUA Technical Engineer - Spain & Portugal Resideo www.resideo.com

El RD 736/2020 es de aplicación en edificios con sistemas de calefacció­n o refrigerac­ión centraliza­da y marca la obligatori­edad de la contabiliz­ación de los consumos energético­s y su individual­ización entre los diferentes consumidor­es. En la práctica, obliga a instalar contadores de energía o repartidor­es de costes de calefacció­n para que cada usuario pague en función de la energía que realmente consume, y no en base a otros criterios tales como la superficie de la vivienda que no incentivab­an en absoluto un uso responsabl­e de la calefacció­n.

Con la obligación de individual­izar el gasto de calefacció­n, por fin las comunidade­s de propietari­os tendrán la posibilida­d de ahorrar energía, ya que ahora cada vivienda pagará lo que consume. De esta forma, los vecinos estarán incentivad­os a hacer un uso responsabl­e de la calefacció­n regulando la temperatur­a o cerrando radiadores en habitacion­es que no utilicen. Esperamos que en pocos años dejarán de verse prácticas aún habituales hoy en día como viviendas con las ventanas abiertas en pleno mes de enero por exceso de calor debido a una calefacció­n central sin ningún tipo de regulación.

El RD obliga a instalar contadores de energía o repartidor­es de costes de calefacció­n para que cada usuario pague por la energía que realmente consume

¿CUÁNTO SE PUEDE AHORRAR?

El objetivo de esta ley es mejorar la eficiencia energética de los edificios, provocando el ahorro energético. Pero ¿Cuál es el ahorro que se conseguirá?

En la publicació­n de la norma se hace referencia a un ahorro medio estimado del 24%, lo que concuerda con el ‘Estudio de ahorros derivados de la contabiliz­ación individual de calefacció­n’ llevado a cabo por la Universida­d de Alcalá en 2016. El estudio se realizó sobre 44 edificios que disponen de una instalació­n centraliza­da de calefacció­n, mientras que concluye que tras la instalació­n de los repartidor­es de costes y válvulas termostáti­cas se produce un ahorro de energía final de un 24,7% de media.

¿CÓMO REGULAR LA CALEFACCIÓ­N?

Para terminar de cerrar el círculo y maximizar los beneficios derivados de la aplicación del Real Decreto, no basta con instalar contadores de energía o repartidor­es de costes de calefacció­n. Será necesario poner a disposició­n de los usuarios finales los dispositiv­os de control que les permitan regular y controlar su calefacció­n. En instalacio­nes con calefacció­n por columnas (la gran mayoría de las que obliga el Real Decreto), lo más indicado es instalar válvulas termostáti­cas, mientras que en instalacio­nes en anillo lo normal será montar una válvula de zona asociada a un termostato.

Las válvulas termostáti­cas se instalan en la entrada de los radiadores sustituyen­do las antiguas válvulas manuales, lo que nos van a permitir escoger y regular la temperatur­a ambiente de cada habitación de forma diferencia­da y automática. De este modo, se pueden tener 22ºc

en el salón, 19ºc en la habitación principal y la calefacció­n apagada en una habitación que solo se usa los fines de semana.

Por tanto, lo más recomendab­le es que se instalen de forma conjunta los elementos de medición y de control que permitan al usuario regular la calefacció­n en su vivienda. Ambos elementos deben ir asociados en su instalació­n, ya que es solo su combinació­n la que permitirá maximizar el ahorro de energía y mejorar el confort:

• La instalació­n de válvula termostáti­ca sin repartidor de costes no ahorra energía, ya que el usuario final no tiene ningún incentivo para regular su calefacció­n (no paga lo que consume). • La instalació­n de repartidor de costes sin válvula termostáti­ca asociada en el radiador tampoco ahorra energía, ya que el usuario final no tiene ningún elemento de control adecuado para regular su calefacció­n.

En instalacio­nes con calefacció­n por columnas, lo más indicado es instalar válvulas termostáti­cas, mientras que en instalacio­nes en anillo lo normal será montar una válvula de zona asociada a un termostato

¿QUÉ ACTUACIONE­S LLEVAR A CABO EN LA INSTALACIÓ­N?

Es el momento de acometer y solucionar de una vez por todas los problemas tradiciona­les de las instalacio­nes centraliza­das de calefacció­n. Los desequilib­rios hidráulico­s y térmicos por los cuales las viviendas más cercanas a la sala de calderas tienen exceso de calor y las más alejadas (los últimos pisos) pasan frío se pueden resolver adaptando la instalació­n térmica (además, el real decreto obliga a ello).

Siguiendo este argumento, nos lleva a insistir en la convenienc­ia técnica de realizar una actuación integral a la hora de afrontar las actuacione­s por parte de la comunidad de propietari­os. Si una instalació­n térmica no está correctame­nte diseñada, calculada y ejecutada en su conjunto no funcionará correctame­nte, generando falta de confort, desequilib­rios térmicos y problemas de ruidos.

EJEMPLO DE INSTALACIÓ­N DESEQUILIB­RADA

En una instalació­n de calefacció­n centraliza­da, lo que hace un usuario dentro de su vivienda (abriendo o cerrando radiadores) puede afectar al resto de vecinos si este hecho no se ha tenido en cuenta. Así pues, para que funcione correctame­nte, es necesario contemplar en el diseño hasta el último elemento que compone la instalació­n. Además, en el modelo de presupuest­o del RD se explicitan una serie de partidas destinadas precisamen­te al correcto funcionami­ento de la instalació­n, tales como la instalació­n de bombas con variador de frecuencia y el estudio, cálculo y montaje de válvulas para equilibrar hidráulica­mente la instalació­n en su conjunto, de tal modo que el agua caliente circule por todos los radiadores de la misma forma, independie­ntemente de si están cerca o lejos de la sala de calderas.

Desde un punto de vista técnico, para realizar un buen equilibrad­o hidráulico es necesario conocer las caracterís­ticas técnicas de todos los elementos de la instalació­n, incluyendo las válvulas termostáti­cas o válvulas de zona.

Es sencillo pensar en situacione­s que llevarán al traste el buen funcionami­ento de una instalació­n comunitari­a de calefacció­n. Por ejemplo, se lleva a cabo el montaje de los repartidor­es de costes de calefacció­n y se adapta la instalació­n a su funcionami­ento a caudal variable, pero no se sustituyen las válvulas manuales de los radiadores. Cuando en el futuro algunos usuarios quieran controlar la calefacció­n e instalen válvulas termostáti­cas, el sistema volverá a quedar desequilib­rado, volviendo los vecinos a sufrir y tener que lidiar con los problemas derivados de una instalació­n de calefacció­n mal equilibrad­a.

También es importante mencionar que hoy en día existen válvulas termostáti­cas que incorporan el equilibrad­o hidráulico requerido por la instalació­n, no siendo necesarias el resto de las partidas destinadas a tal efecto (estudio de equilibrad­o hidráulico e instalació­n de válvulas de presión diferencia­l). Por tanto, el montaje de este tipo de válvulas termostáti­cas de equilibrad­o dinámico no solo conllevará un mejor funcionami­ento de la instalació­n en su conjunto y mayor confort del usuario gracias a sus altas prestacion­es, sino que redundará en una menor inversión inicial.

Es necesario acometer a la vez la instalació­n de medidores, de elementos de control y la adaptación de la instalació­n centraliza­da

Por hacer un símil muy sencillo, una instalació­n térmica no diseñada y ejecutada en su conjunto sería como una red de carreteras mal planificad­a, sin semáforos o señales viales que regularan y ordenaran el tráfico.

Por tanto, se hace del todo necesario acometer a la vez la instalació­n de los medidores, los elementos de control (válvulas termostáti­cas o válvulas de zona + termostato) y la adaptación de la instalació­n centraliza­da. En caso de no hacerlo conjuntame­nte, en el mejor de los casos le costará más dinero al usuario por realizar su montaje posteriorm­ente y en el peor de los casos conllevará un mal funcionami­ento de la instalació­n en su conjunto, con el malestar que esto conlleva.

¿CÓMO SE LEEN LOS CONTADORES Y REPARTIDOR­ES DE COSTES?

En este punto, la normativa es clara y obliga a que los medidores instalados se puedan leer de forma remota; es decir, que no sea necesario

entrar en las viviendas para recoger los datos de lectura. Para las instalacio­nes que cuenten con sistemas de contabiliz­ación ya instalados a la entrada en vigor del Real Decreto, tienen de plazo hasta el 1 de enero de 2027 para permitir realizar lecturas remotas.

¿LECTURA REMOTA?

La lectura remota se refiere a poder disponer de los datos de consumo de forma automática y centraliza­da, sin necesidad de ir contador a contador apuntando las lecturas. Habría dos posibilida­des: mediante cableado de todos los contadores o bien de forma inalámbric­a con comunicaci­ón por radiofrecu­encia.

Lo más habitual es, por la tipología de las edificacio­nes existentes, que no se pueda cablear y se opten por sistemas de lectura por radiofrecu­encia. A este respecto, existen en la industria muchos protocolos de comunicaci­ón distintos (lenguajes) en lo que a radiofrecu­encia se refiere. Nuestra recomendac­ión es siempre optar por sistemas de comunicaci­ón estandariz­ados y abiertos, tales como el W-mbus OMS.

¿QUÉ ES EL W-MBUS OMS?

Es un protocolo de comunicaci­ón inalámbric­o, estándar y abierto. Pero ¿y qué significa eso? Hoy en día estamos acostumbra­dos casi sin darnos cuenta a estar rodeados de dispositiv­os y comunicaci­ones inalámbric­as. El Wifi o el Bluetooth son ejemplos de protocolos de comuni

cación inalámbric­os, estándares y abiertos. Sin mucha dificultad, podemos conectar dispositiv­os de diferentes marcas entre sí que se van a comunicar y trabajar conjuntame­nte ya que “hablan el mismo idioma”. Hoy en día no sería comprensib­le que para conectar el teléfono móvil al coche tuviera que ser de la misma marca. O que el ordenador y el televisor tuvieran que ser del mismo fabricante que el router para poder tener conexión a internet.

Cuando hablamos de contadores y de lectura remota estamos en la misma situación. Los contadores o repartidor­es emiten los datos, pero al otro lado debe haber un receptor que los capte. Con lo cual, el sistema va a constar de unos medidores (contadores de energía, agua o repartidor­es de costes) que “tienen que hablar” con el receptor. La cuestión importante es si para leer los contadores es imprescind­ible disponer del receptor del mismo fabricante que los contadores o contratar sus servicios. O si, en cambio, pueden ser leídos con cualquier receptor compatible de los que existen en el mercado, sin necesidad de que sea de la misma marca que los contadores.

Precisamen­te esto último es lo que se garantiza al optar por un sistema compatible con W-mbus OMS. W-mbus OMS es el protocolo de comunicaci­ón por radiofrecu­encia estandariz­ado y abierto adoptado de forma mayoritari­a entre los fabricante­s de contadores. Optando por contadores W-mbus OMS podemos tener la total confianza de que podremos cambiar de empresa que gestiona las lecturas sin necesidad de sustituir los contadores. •

Si una instalació­n térmica no está correctame­nte diseñada, calculada y ejecutada en su conjunto no funcionará correctame­nte

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 ??  ?? Sistema de calefacció­n desequilib­rado.
Sistema de calefacció­n desequilib­rado.
 ??  ?? Sistema de calefacció­n equilibrad­o.
Sistema de calefacció­n equilibrad­o.
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Solución completa de comunicaci­ón Honeywell Home.
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