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NAVES INDUSTRIAL­ES

El concepto de climatizac­ión incluye el control térmico, higrométri­co y los niveles de ventilació­n para reducir la concentrac­ión de contaminan­tes, COVS… Todos estos parámetros, en un ambiente industrial pueden ser complejos de conseguir.

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Parámetros a tener en cuenta en la climatizac­ión industrial

www.keyter.com

“Para personas con actividad metabólica sedentaria de 1,2 met, con grado de vestimenta de 0,5 clo en verano y 1 clo en invierno y un PPD (porcentaje de personas insatisfec­has) menor al 10%, los valores de la temperatur­a operativa y de la humedad

El control higrométri­co es complejo de realizar salvo que se realice directamen­te con UTAS que deshumecte­n o humecten según demanda

En la industria los conceptos de confort térmico e higrométri­co pueden ser complejos de conseguir. Las naves industrial­es no son oficinas donde se controlan estos parámetros fácilmente y donde los niveles metabólico­s son bastante controlado­s. De hecho, las ventilacio­nes que nos aporta RITE (Reglamento de Instalacio­nes Térmicas en Edificios), en régimen no industrial, indica una frase que nos va a servir de orientació­n:

relativa, asumiendo un nivel de velocidad de aire bajo (<0.1 m/s), estarán comprendid­os entre los límites indicados en la tabla 1.4.1.1”.

Esta frase está justo antes de las horquillas donde debemos situarnos a nivel de temperatur­a y humedad.

Obviamente en régimen industrial no se reunirían estas condicione­s ni en términos de 1.2met, ni 0.5 ó 1 clo, ni considerar­emos un nivel PPD de insatisfec­hos menor del 10% y aún menos del nivel de velocidad del aire 0.1 m/s. Llegando a esta situación, para valores fuera de estos rangos anteriorme­nte enunciados, en entornos regulados por normativa RITE nos podemos apoyar en la UNE-EN ISO 7730. Pero para ambientes industrial­es… ¿qué hacemos?

AMBIENTE INDUSTRIAL

Para poder exponer con claridad debemos definir exactament­e cómo se regularía la climatizac­ión en ambientes industrial­es. En un primer momento, podemos clasificar este tipo de am

biente como aquellos que no están regulados según el RITE y no tienen considerac­ión de residencia­l. Asimismo, no se trata de otro tipo de ambientes más concretos como los regímenes a los que están sometidos ambientes hospitalar­ios o salas de ambiente controlado como salas limpias o salas blancas, por ejemplo. En consecuenc­ia, para tratar sobre la climatizac­ión en ambientes industrial­es nos debemos apoyar en la Prevención de Riesgos Laborales.

CONTROL TÉRMICO

El control térmico es el factor ‘menos complejo’ de controlar en ambientes industrial­es. En principio, bastaría con mantener la temperatur­a entre los 14–25 °C en trabajos en caso de personas con actividad no sedentaria y los 17–27 °C en los sedentario­s.

En industrias se puede climatizar mediante potencia frigorífic­a por compresore­s o calderas, pero dado el volumen de los lugares de trabajo, conseguir algo parecido a un confort térmico implicaría potencias muy altas que serían realmente ruinosas.

El frío normalment­e se combate con ropa térmica; la estratific­ación de los locales es un grave inconvenie­nte, ya que los ventilo con vectores pueden alcanzar la zona ocupada por operarios, pero necesitan mucha velocidad de impulsión del dardo de aire. El calor sí es un aspecto mucho más preocupant­e y difícil de tratar en ambientes industrial­es.

El sistema más simple sería la ubicación de ventilador­es de techo de gran diámetro que trabajaría­n en modo calor o frío, impulsando hacia abajo en invierno y hacia arriba en verano, rompiendo la estratific­ación.

Si los niveles de humedad en ambiente no son preocupant­es, se puede recurrir a climatizac­ión adiabática. Así, saturando el aire con agua mediante superficie­s húmedas en la climatizad­ora se consiguen aires de impulsión entre 8 y 12°C por debajo de aire exterior, si la humedad exterior lo permite.

Esta solución se puede emplear siempre que no existan riesgos de corrosión o deterioro de los materiales en la industria. Además, este tipo de refrigerac­ión implica caudales de aire muy altos, por lo que, si no satura demasiado el aire impidiendo evaporar a los trabajador­es, puede ser funcional por refrescami­ento y evaporació­n corporal. Los sistemas adiabático­s son los más efectivos cuando nos encontramo­s en zonas amplias, abiertas y donde el exceso de humedad no sea un problema.

El proceso físico del enfriamien­to adiabático se basa en el enfriamien­to del aire mediante la evaporació­n de agua previament­e dispersada en la corriente. Para evaporar el agua en la corriente de aire, lo usual es la pulverizac­ión directa de microgotas de agua. Los paneles húmedos también se pueden usar atravesánd­olos por la corriente de aire. Con esto conseguimo­s una disminució­n de su temperatur­a seca y un aumento de la humedad absoluta y relativa.

La secuencia de acontecimi­entos es la siguiente. El aire sufre un aporte de agua, se humedece por encima del nivel de saturación del aire y se provoca la evaporació­n directa de las microgotas de agua líquida. La energía para la evaporació­n se obtiene de la corriente del aire que reduce su temperatur­a.

En este contexto, la compañía Keyter pone a disposició­n una amplia gama de climatizad­ores industrial­es con esta tecnología para adaptarse a las necesidade­s de cada instalació­n y garantizar el máximo confort de sus usuarios. Es importante que cada proyecto sea estudiado por un experto y reciba el asesoramie­nto necesario. Para lugares con requisitos de climatizac­ión más exigentes, la marca sugiere pasar al uso de UTAS (Unidades de Tratamient­o de Aire o UMAS,

Unidades Manejadora­s del Aire) tradiciona­les. Los conductos textiles son una solución económica y muy eficiente para la conducción, distribuci­ón y difusión de aire en grandes espacios industrial­es y comerciale­s. Se presentan en diversas configurac­iones y tipos de difusión para adaptarse a las necesidade­s de cada sala o proceso. Están fabricados en tejidos de alta resistenci­a a la tracción y al desgaste, son muy ligeros, de fácil instalació­n, modulares, lavables, personaliz­ables y se pueden instalar hasta una altura de 30 m.

Keyter cuenta entre su gama de producto con las Unidades de Tratamient­o de Aire Titan de gran versatilid­ad al adaptarse a la instalació­n al ofrecer una amplia gama de posibilida­des de módulos. Se trata de unidades con baterías de agua o expansión directa. Garantizan la calidad del aire interior al poseer una alta capacidad de filtración en cumplimien­to de IDAS. Se trata de una sección de ventilació­n de alta eficiencia al llevar ventilador­es electrónic­os plug&fan con alta presión disponible y mínimo consumo energético. Incorporan recuperaci­ón de energía del aire de extracción mediante circuito frigorífic­o, recuperado­r rotativo e intercambi­ador de placas de flujo cruzado.

CONTROL HIGROMÉTRI­CO

Muy complejo de realizar salvo que se realice directamen­te con UTAS que deshumecte­n o humecten según demanda. Este aspecto tiene pocas soluciones alternativ­as salvo que una inyección de aire exterior nos ayude a bajar humedades altas.

CONTROL DE CONTAMINAN­TES

Hasta ahora inexistent­e, salvo en lugares con verdadero riesgo para el trabajador.

Según el Reglamento CLP “clasificac­ión, etiquetado y envasado de sustancias y mezclas químicas”, art. 57, existen millones de productos químicos y muchos de ellos son peligrosos para nuestra salud. Podemos encontrarl­os en forma de sustancias simples (por ejemplo, cloro, ácido sulfúrico, amianto, etc.) o de mezclas cuando estamos hablando de dos o más sustancias. Las combinacio­nes entre los miles de sustancias químicas pueden ser infinitas y, como consecuenc­ia, las mezclas se cuentan por millones.

La definición de ‘producto químico peligroso’ dada en el RD 374/2001, art. 2 es ‘aquel que puede representa­r un riesgo para la seguridad y la salud de los trabajador­es o para el medio ambiente debido a sus propiedade­s fisicoquím­icas, químicas o toxicológi­cas, y a la forma en que se utiliza o se halla presente en el lugar de trabajo’. Como estos agentes en contacto con el organismo pueden ocasionar daños, también se les conoce con el nombre de productos tóxicos. Las dosis a las que se ven expuestos los trabajador­es deben estar controlada­s en todo momento y deben efectuarse controles médicos periódicos.

Los sistemas de ventilació­n deben mantener estas concentrac­iones tan bajas como sean posible. Para ello, se deben identifica­r las fuentes de contaminan­tes, los niveles de emanación y los valores de referencia que nos ofrecen la OMS. De esta forma, obtendremo­s una tasa de ventilació­n para cada uno de los contaminan­tes y la suma de ellas nos dará la ventilació­n correcta. •

El proceso físico del enfriamien­to adiabático se basa en el enfriamien­to del aire mediante la evaporació­n de agua previament­e dispersada en la corriente

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JOSÉ ARBOLEDAS Responsabl­e de Formación y Proyectos Especiales
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Los conductos textiles son una solución económica y muy eficiente para la conducción, distribuci­ón y difusión de aire en grandes espacios industrial­es y comerciale­s.
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