EL AIRE QUE RESPIRAMOS, NUESTRA RUTA HACIA EL BIENESTAR COLECTIVO
En este nuevo número profundizamos en la esencia misma de la vida cotidiana: los edificios que habitamos y cómo influyen en nuestra salud y bienestar. Exploramos desde diferentes perspectivas el impacto de los entornos construidos en nuestras vidas diarias. En un mundo donde pasamos hasta el 90% de nuestro tiempo en edificios, es crucial reflexionar sobre la calidad del aire que respiramos y cómo estos espacios pueden contribuir a nuestro bienestar colectivo.
En la búsqueda de la salud pública, recordamos las lecciones históricas que nos dejaron medidas como el suministro de agua potable y el alcantarillado. Ahora, en el siglo XXI, el desafío se centra en garantizar un suministro de aire limpio en los edificios, reconociéndolo como sinónimo de salud y bienestar. Es necesario ir más allá de las medidas individuales, como mascarillas e higiene, para abrazar enfoques colectivos, como la ventilación y purificación del aire, especialmente en lugares de riesgo como escuelas y oficinas.
La pandemia nos ha recordado la importancia de la transmisión aérea de enfermedades infecciosas. Es hora de que todas las partes interesadas, desde las administraciones públicas hasta los usuarios finales, reconozcan esta realidad y abracen la necesidad de edificios resilientes. Edificios que se adapten a las estaciones del año, a la densidad de ocupantes y a las actividades realizadas.
Analizamos además la relación entre los niveles de CO y el deterioro cognitivo. La calidad del aire, medida a través de la ventilación con aire exterior, no solo es esencial para prevenir enfermedades respiratorias, sino que también afecta nuestro rendimiento cognitivo. La medición continua de CO se convierte en una herramienta valiosa para prevenir la propagación de virus, siempre buscando el equilibrio entre eficiencia energética y salud.
Y entre otros muchos temas de actualidad, nos adentramos también en las diferencias entre las normativas española, francesa y americana en el diseño de sistemas de climatización para quirófanos. En un mundo cada vez más globalizado, es crucial comprender y manejar estas diferencias para asegurar entornos hospitalarios eficientes y seguros. ¡Esperamos que disfrutéis de la lectura!