Clio Historia

Hatshepsut, la mujer faraón

-

Con motivo de la exposición Faraón. Rey de Egipto, que ofrece durante este verano el CaixaForum de Barcelona, se están celebrando conferenci­as temáticas para profundiza­r en el conocimien­to sobre esta civilizaci­ón. Uno de los ciclos centrado en la vida de los faraones, denominado Hijo de Ra: los aspectos divinos del poder de los faraones, ha señalado que nunca hubo una mujer faraona en el Antiguo Egipto.

Según ha señalado Carles Buenacasa, profesor de Historia y Arqueologí­a de la Universida­d de Barcelona, sería una irregulari­dad que no gobernase un hombre. “Nunca hubieron faraonas en el antiguo Egipto, se trataban de esposas reales”, ha aclarado. “Solo ha habido una faraona en la Historia… y no era egipcia, sino española y se llamaba Lola Flores”, ha añadido a modo de broma.

UNA MUJER EN EL PODER

Pese a las dificultad­es de las mujeres para acceder al poder, Buenacasa ha mencionado una excepción significat­iva. Es el caso de Hatshep- sut, de la dinastía XVIII, considerad­a la mujer que ocupó el trono durante más tiempo. Descendida de faraones y esposada con uno, nunca tuvo un hijo varón. Sí tuvo un hijastro, más tarde conocido como Tutmosis III, pero era demasiado pequeño para gobernar cuando murió su padre Tutmosis II. Así, Hatshepsut se autoprocla­mó faraón de las Dos Tierras y primogénit­a de Amón.

Gobernó con el nombre de Maatkara Hatshepsut y pudo proclamars­e mujer faraón gracias al beneplácit­o de los sacerdotes que rendían culto a Amón.

Para su nuevo papel como faraón de las “Dos Tierras”, Hatshepsut asumió atributos masculinos, como la icónica barba faraónica, y se hacía representa­r como un hombre.

Utilizó su poder para restaurar el país y embellecer­lo, dedicando mayor esfuerzo a la actividad constructo­ra que a la de conquista de territorio­s; aunque también libró varias campañas en este aspecto.

Sin embargo, sus últimos años no fueron tan buenos. Principalm­ente por el ansia de poder de Tutmosis III. Ya fallecida, cayó sobre ella la damnatio memoriae, es decir, fue condenada al olvido. No es seguro si fue cosa de su hijastro, o si las generacion­es posteriore­s no concebían una mujer faraón; pero lo cierto es que su nombre, y el de alguno de sus colaborado­res, fueron borrados de los escritos, templos y listas reales, pese a sus 22 años al frente del trono de esta civilizaci­ón.

 ??  ??
 ??  ?? HATSHEPSUT SE AUTOPROCLA­MÓ FARAÓN DE LAS DOS TIERRAS Y PRIMOGÉNIT­A DE AMÓN. Gobernó con el nombre de Maatkara Hatshepsut.
HATSHEPSUT SE AUTOPROCLA­MÓ FARAÓN DE LAS DOS TIERRAS Y PRIMOGÉNIT­A DE AMÓN. Gobernó con el nombre de Maatkara Hatshepsut.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain