Noticias del ANTIGUO EGIPTO
Un equipo del Ministerio de Antigüedades de Egipto, encabezado por la egiptóloga Elena Pischikova, ha realizado el hallazgo de una colección de vasos canopos, en los que se guardaban las vísceras de los difuntos en el Antiguo Egipto.
Los recipientes han sido encontrados en una tumba en Luxor, antigua Tebas, en un nicho de unos 60 centímetros. La sepultura pertenece a Karabasken, alcalde de esa ciudad y cuarto sacerdote de Amón durante la dinastía XXV, en torno al año 700 a.C. Las vasijas de alabastro contienen en su interior una gran cantidad de resina, material utilizado para embalsamar; pero no queda rastro de los restos del difunto, posiblemente por- que el agua haya erosionado sus huellas. Además, uno de los vasos estaba hecho pedazos y ha sido sometido a una restauración de urgencia.
Por el momento, los análisis han demostrado que las tapas de estas vasijas fueron trabajadas por, al menos, tres orfebres diferentes. En ellas se representan formas humanas, de babuino, de chacal y de halcón. Además, Pischikova ha apuntado que llevan una inscripción que dice “Señora de la casa Amenirdis”, que debió ser tallada durante la dinastía XXVI.
NUEVA LUZ
Este yacimiento lleva siendo estudiado varios años por un equipo de investigadores egipcios y estadounidenses, que ya en 2016 localizaron la cámara funeraria y el sarcófago de granito rojo de Karabasken. "Aunque no hay inscripciones en el sarcófago, la arquitectura de la estancia de culto, la rampa y la cámara funeraria sugieren que el sarcófago fue parte de un enterramiento original excavado para Karabasken", ha apuntado la egiptóloga.
El equipo de la expedición ha vuelto al terreno de trabajo en mayo y estará excavando y analizando los materiales del cementerio de Asasif hasta el mes de septiembre. El hallazgo de los vasos canopos esperan que ayude a arrojar luz sobre la castigada zona sur de la necrópolis.