Entrevista a JUAN PABLO POYATO: El milagro del Prado
EL ESTALLIDO DE LA GUERRA CIVIL NO SOLO TRASTORNÓ RADICALMENTE LA VIDA Y DESTINO DE TODOS LOS ESPAÑOLES, SINO QUE PROVOCÓ UN AUTÉNTICO TERREMOTO EN EL PATRIMONIO HISTÓRICO Y ARTÍSTICO DEL PAÍS. JOSÉ CALVO POYATO NOS DESCUBRE QUÉ MOTIVÓ LA SALIDA DE LAS OBRAS MAESTRAS DEL MUSEO DEL PRADO, Y DE NUESTRO PAÍS. "CUANDO MARÍA TERESA LEÓN, la mujer de Rafael Alberti, estuvo al frente de la salida de los cuadros, apenas se protegieron y, contra el parecer de los técnicos, salieron del museo en condiciones lamentables".
DESPUÉS DE REALIZAR SU INVESTIGACIÓN PARA ESCRIBIR LOS MILAGROS DEL PRADO, ¿qué cree que motivó la decisión de trasladar los cuadros del gobierno de Largo caballero?
–Según las afirmaciones del propio gobierno presidido por Largo Caballero, que fue quien decidió sacar los cuadros, la razón fue que las obras maestras del Prado debían de estar donde se encontrara el gobierno de la República.
–¿Por qué se contradijo la decisión internacional?
–En realidad no hay una decisión internacional. Lo que había eran unas normas establecidas por la
Office International des Musées
que se señalan que en caso de conflicto bélico las obras de arte debían permanecer en sus museos, lo mejor protegidas posibles. El gobierno de Largo Caballero no las tuvo en cuenta.
–¿Está decisión respondía a intereses culturales o políticos?
–En mi opinión, la decisión respondía a intereses políticos. Así, además, lo reconoció quien era director general de Bellas Artes del gobierno republicano, José Renau.
–¿Por qué los cuadros tenían que acompañar al gobierno?
–Es difícil responder a esa pregunta. Se buscaron excusas para justificar salida de los cuadros, pero “acompañar al gobierno” solo se explica por razones políticas. Llama la atención que algunas de las obras maestras de la pintura universal fueran sacadas de su pinacoteca y peregrinasen por las ciudades donde tuvo su sede un gobierno itinerante.
–¿Por qué terminan en Suiza?
–Las obras tuvieron como destino final la ciudad de Ginebra por ser la sede de la Sociedad de Naciones. Este organismo actuaba de garante de los cuadros, cuando el gobierno republicano decidió, ya en las semanas finales de la guerra civil, sacarlos de España.
EL TRASLADO
–¿Cómo fueron transportados los cuadros, y dónde permanecieron ocultos?
–Sus desplazamientos por territorio español –Madrid, Valencia, Cataluña, frontera francesa...– lo hicieron en camiones. Una vez cruzada la frontera, el viaje hasta Ginebra fue en tren. Los cuadros no fueron ocultados, sino llevados a inmuebles que servían de depósito. En Valencia fueron las Torres de Serranos y el Colegio del Patriarca. En Cataluña, los castillos de Peralada y Figueras, que, por cierto, también eran utilizados como depósitos de municiones.
–¿Qué medidas se adoptaron para proteger los cuadros durante los traslados y quienes fueron encargados de tal peripecia?
–Las medidas fueron muy diferentes. Cuando María Teresa León, la mujer de Rafael Alberti,
estuvo al frente de la salida de los cuadros, apenas se protegieron y, contra el parecer de los técnicos, salieron del museo en condiciones lamentables. Se hizo deprisa
y sin garantías. Fue una suerte que no ocurriera una catástrofe. Una vez que León fue relevada de su cometido, se encargó la salida de los cuadros a la Junta de Incautación y Salvamento del Tesoro Artístico, la cual procuró, con las limitaciones que imponía la guerra, que las obras viajaran en mejores condiciones.
–¿Salvó aquella decisión los cuadros de una posible destrucción o, por el contrario, las obras más señeras conservadas en el Prado, estuvieron expuestas a un riesgo innecesario?
–No sabemos qué habría ocurrido si los cuadros hubieran permanecido en el Prado. A partir del 30 de agosto de 1936 fueron trasladados, de las salas de exposición a los sótanos, como medida de seguridad. Allí permanecieron sin sufrir desperfectos durante la guerra. Los riesgos que corrieron los cuadros trasladados fueron importantes y para alguno las consecuencias muy graves.
–¿Se salvaron todas las obras o algunas se “perdieron” por el camino?
–Creo que el título del libro, “El milagro del Prado”, es una buena respuesta. La peripecia que llevó los cuadros hasta Ginebra no supuso la pérdida de ninguna de las obras maestras que hoy podemos contemplar en el Prado, pero sufrieron desperfectos obras importantes, que remediaron restauradores y técnicos.
EL REGRESO A ESPAÑA –¿Cuándo regresan las obras a España? ¿Volvieron todas al Museo del Prado?
–Las obras regresaron a España en 1939. Parte de los cuadros del Prado y muchas otras obras –escultura, orfebrería, porcelana…– lo hicieron en mayo de dicho año. Centenar y medio de cuadros de
"LA PERIPECIA QUE LLEVÓ LOS CUADROS HASTA GINEBRA no supuso la pérdida de ninguna de las obras maestras que hoy podemos contemplar en el Prado, pero sufrieron desperfectos obras importantes".
Velázquez, de Goya, del Greco, de Ticiano… permanecieron aquel verano en Ginebra para ser expuestas en una gran exposición, que constituyó un éxito extraordinario. Volverían a España en el mes de septiembre. Volvieron todas.
DATOS CURIOSOS
–¿Cuáles son las anécdotas más destacadas de periplo?
–Hay algunas verdaderamente llamativas. Por ejemplo, cuando “Las meninas”, de Velázquez, eran trasladadas a Valencia, el camión que transportaba el cuadro no pudo pasar, por razones de gálibo, el puente de Arganda, sobre el Jarama. Fue necesario descargarlo y trasladarlo “a mano” hasta el otro lado del puente, en que volvió a cargarse. Otro caso, que resultó trágico, fue el desprendimiento de un balcón en la población de Benicarló, cuando pasaba el camión que transportaba el cuadro “Los fusilamientos del 3 de mayo”, de Goya. Literalmente, se le cayó encima, y el lienzo quedó rajado en varios trozos. También ocurrió que uno de los camiones que trasladaban las obras de arte a Francia, durante las semanas finales de la guerra civil, se averió y quedó parado a pocos metros del paso fronterizo que separaba ambos países. Hubo que descargar todas y cada una de las obras y trasladarlas a mano.
–¿Es la primera vez que los cuadros del Museo del Prado fueron trasladados fuera del museo?
–Lo cierto es que una salida “masiva” como la que se produjo durante la Guerra Civil no había ocurrido antes y tampoco después. Sacar cientos de cuadros –sus obras maestras– de un museo es algo excepcional. Tampoco ha vuelto a ocurrir. Sale algún cuadro de forma puntual y con excepcionales medidas de transporte y seguridad, cuando se ceden temporalmente para algún evento o alguna exposición.
"CUANDO 'LAS MENINAS', DE VELÁZQUEZ, eran trasladadas a Valencia, el camión que transportaba el cuadro no pudo pasar, por razones de gálibo, el puente de Arganda, sobre el Jarama. Fue necesario descargarlo y trasladarlo 'a mano' hasta el otro lado del puente".