Clio Historia

MITOLOGÍA: ZEUS y el nacimiento de los DIOSES del OLIMPO

GEA SE APIADÓ DE ZEUS Y LE SALVÓ DE SER ENGULLIDO POR SU MALVADO PADRE, CRONO. DE ESTE MODO, SALVARÍA A SUS HERMANOS Y SE HARÍAN CON EL CONTROL DEL UNIVERSO GRIEGO.

- POR JAVIER MARTÍNEZ-PINNA, HISTORIADO­R

Advertido por su madre Gea, el titán Crono devoró a Cada uno de sus hijos Conforme iban naciendo para evitar que ninguno de ellos pudiese arrebatarl­e su poder Como nuevo dios del Cielo. así lo hizo con sus hijas hestia, deméter y hera, al igual que con sus hijos hades y poseidón y todo ello frente a la mirada desesperad­a de rea, su hermana y esposa, que en el último momento pidió ayuda a Gea quien, movida por la compasión, decidió llevarla a un lugar seguro en la lejana arcadia para dar a luz al pequeño Zeus.

Lamentable­mente, a Crono nada se le podía escapar por lo que marchó hacia el refugio en donde se cobijaba su mujer para dar buena cuenta de su retoño sin saber que, en esta ocasión iba a convertirs­e en la víctima de una trampa preparada por su propia madre. antes de que llegase su hijo Crono, Gea cogió una enorme roca y la envolvió entre pañales, con la intención de ofrecérsel­a al titán para que la devorase como si fuese el cuerpo del pequeño Zeus.

El último de los hijos de Crono había logrado sobrevivir, pero aún era muy pequeño como para desafiar a su poderoso y despiadado padre, por lo que marchó hacia Creta, en donde creció a salvo hasta que llegó el momento de cobrarse justa venganza por los crímenes cometidos por el titán.

VUELTA A NACER

Pasó el tiempo, pero no el suficiente para que Rea pudiese perdonar lo que su esposo había hecho con sus hijos, por lo que una noche la diosa le administró una droga purgante mientras Crono dormía plácidamen­te, sin ni siquiera imaginar el peligro al que pronto se vería expuesto. Cuando la droga hizo su efecto, el titán vomitó todo lo que tenía en el estómago, incluidos todos los hermanos de Zeus que, lógicament­e, volvieron a nacer, pero ahora cargados de odio contra su padre. unidos bajo el liderazgo del hermano menor, los hijos de Crono iniciaron una terrible guerra contra el padre y el resto de los titanes, pero el combate y el resultado final de la contienda se mantuvo indeciso durante los siguientes diez años. nada parecía que pudiese funcionar para que Zeus y sus hermanos (ahora refugiados en el Olimpo) lograsen derrotar el terrible poder de los titanes, por lo que el desconsuel­o y el desánimo empezó a hacer mella en todos ellos.

nuevamente fue la abuela Gea (que por lo que se ve no tenía en muy alta estima a su propio

El último de los hijos de crono había logrado sobrevivir, pero aún era muy pequeño como para desafiar a su poderoso padre, por lo que marchó hacia Creta.

hijo), la que llegó al rescate de Zeus y sus hermanos. Siguiendo su consejo, los dioses olímpicos liberaron a los Cíclopes y a los Hecatonqui­res, los hermanos de Crono que tan injustamen­te habían quedado encerrados en el profundo Tártaro. Todos ellos decidieron ponerse a las órdenes de Zeus, al que saludaron como nuevo soberano del mundo, para después lanzarse a la lucha y derrocar a aquel que tan injustamen­te les había tratado.

Lucha de titanes Por lo que nos cuenta Hesíodo, en la Teogonía, la guerra tuvo que resultar terrible, ya que la tierra no dejó de temblar, el mar de resonar y el cielo de gemir, mientras el Olimpo se estremecía como consecuenc­ia de la violencia con la que combatiero­n los dioses olímpicos contra los Titanes. Pero el final estaba cerca. Cuando aún la contienda no se había decantado por ninguno de los bandos, los Cíclopes decidieron forjar un arma poderosa para Zeus: el rayo y el relámpago. de igual forma, también realizaron para Hades una especie de yelmo mágico que lograba hacerlo invisible durante la lucha, mientras que para Poseidón elaboraron un tridente con el que el futuro dios del mar lograría agitar las aguas y la tierra. Con estas nuevas armas la victoria parecía estar al alcance de sus manos, más aún cuando los Hecatonqui­res aprovechar­on sus cien brazos para lanzar una incesante lluvia de piedras sobre unos Titanes, que ya nada pudieron hacer para evitar la derrota. Zeus no tuvo ningún tipo de compasión, por lo que nada más terminar la guerra decidió encerrar a su padre y al resto de sus enemigos en el Tártaro, como antes ya había ocurrido con otras generacion­es de dioses.

los hermanos vencedores no tardaron mucho en repartirse el poder del mundo. Zeus se convirtió en el más poderoso, ya que se adueñó de la tierra y el cielo, mientras que Poseidón lo hizo del mar y Hades del inframundo. después de tantos años de lucha, el mundo había quedado despoblado por lo que Zeus, como antes su padre y abuelo, se puso manos a la obra y tuvo varios hijos con diferentes mujeres, tanto diosas como mortales, y así nacieron Apolo, Artemisa, Atenea, Hermes, Ares, Hefesto y Afrodita, que se unieron al resto de los dioses olímpicos para, desde entonces, ejercer su autoridad sobre el mundo divino, pero también el de los hombres.

los cíclopes y los hecatonqui­res decidieron ponerse a las órdenes de Zeus, al que saludaron como nuevo soberano del mundo, para después lanzarse a la lucha y derrocar a Crono.

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