Noticias del ANTIGUO EGIPTO
Al parecer ya tenemos el nombre y la procedencia de uno de los constructores más célebres de Egipto, y no podía ser menos. El elegido ha sido Amenemint, uno de los mejores arquitectos de su época, o en su defecto, su padre, que edificó el templo de Luxor. La misión arqueológica egipcia, que descubrió el pasado mes de octubre en el barrio de El Matariya, de El Cairo, la sala de ceremonias con el trono del faraón Ramsés II, ha sido la encargada de anticipar este nombre. Y es que los arqueólogos que trabajaron en la zona, han encontrado dos baldosas de caliza con una inscripción que dice que el faraón hizo un honor a Amenemint y su padre al encargarles la construcción de la sala de ceremonias.
Esta sala del trono ceremonial, descubierta en octubre en al-Matariya, se encuentra en muy buen estado de conservación y puede considerarse un hallazgo único y muy importante dentro de los realizados en los últimos años. La distinguida estancia fue utilizada por el faraón Ramsés II y sus herederos para ceremonias especiales, durante las cuales el monarca se sentó en un trono ubicado en una especia de estrado principal.
Los arqueólogos que trabajan en este proyecto también han encontrado una pared de ladrillos, vasijas de arcilla y tablas de piedra con inscripciones jero- glíficas en este lugar. Al parecer las excavaciones en este área de el-Matharia continúan la próxima temporada, en concreto, marzo de 2019.
La momia de Ramsés II, a menudo llamado “Faraón de los milagros”, “Rey Sol”, “Rey de reyes”, fue descubierta en 1881 por los antropólogos Gaston Maspero y H. Brugsch, y se atesora en el Museo de El Cairo donde figuraba como una de las mejores conservadas de la historia. Igualmente en marzo del año pasado unos arqueólogos alemanes hallaron una estatua suya en medio de la ciudad, de El Cairo. Y es que al parecer la historia de este gran rey sigue dando para mucho y su leyenda continúa. Fue, sin duda, el último gran faraón.