EL TALENTO Y EL CORAJE DE UNA COMPOSITORA CIEGA
TENÍA TRES AÑOS CUANDO MARIA THERESIA VON PARADIS PERDIÓ LA VISTA PARA SIEMPRE PERO SU DISCAPACIDAD VISUAL NO LE IMPIDIÓ CONVERTIRSE EN UNA IMPORTANTE INTÉRPRETE Y COMPOSITORA DE LA CORTE DE MARÍA TERESA DE AUSTRIA. Su padre estaba estrechamente vinculado a la soberana ejerciendo como Secretario Imperial.
Desde muy pequeña, Maria Theresia sintió una gran pasión por la música. Como no podía leer las partituras, memorizaba sus notas que luego interpretaba con gran maestría al piano. La emperatriz se sensibilizó con su situación y la ayudó a desarrollar su talento presentándola a los principales compositores de la Viena imperial. A los once años sorprendió a la corte dando su primer concierto de órgano y pronto se convirtió en una intérprete y compositora respetada. Mozart y Haydn alabaron públicamente el talento de Maria Theresia y le dedicaron algunos de sus conciertos. En 1783 empezó una gira por media Europa, dando conciertos en grandes ciudades como París, Londres o Berlín.
De vuelta a su hogar en Viena, Maria Theresia continuó componiendo. Llegó a componer cinco óperas, tres cantatas y varios conciertos con la ayuda de un tablero especial ideado por su colega, el compositor Johann Riedinger y una máquina de escribir para ciegos.
En 1808 fundó una academia de música para niñas donde ejerció de maestra hasta su muerte en 1824.