UNA MUJER EN EL TALLER DE METAL
LA CARRERA PROFESIONAL DE MARIANNE BRANDT EN EL SENO DE LA BAUHAUS FUE EXCEPCIONAL PORQUE, EN SU CASO NO SE UNIÓ A LOS TALLERES FEMENINOS, SINO QUE LUCHÓ POR REIVINDICAR SU LUGAR EN EL SECTOR DEL DISEÑO INDUSTRIAL, COPADO POR GENIOS MASCULINOS. Tal fue su capacidad como diseñadora que alguna de sus creaciones siguen inspirando la fabricación de objetos domésticos actuales.
Marianne Liebe nació el 1 de octubre de 1893 en la ciudad alemana de Chemnitz. En 1911 ingresó en la Escuela superior de Bellas Artes de Weimar, donde inició sus estudios de pintura y escultura. En 1919, dos años después de finalizar su formación en la escuela de bellas artes, se casó con el pintor noruego Erik Brandt. En aquella época, Marianne trabajó por su cuenta hasta que se decidió a continuar perfeccionando su arte en la mejor escuela del momento. Marianne ingresó en la Bauhaus de Weimar el mismo año que cambiaría su sede a Dessau. Durante los primeros años, asistió a las clases de pintura y escultura y viajó por varios países europeos en busca de referentes e inspiración. Hasta que en 1927 decidió dar un paso importante y solicitó ingresar como asistente en el taller de metal donde no solo consiguió el puesto, sino que se ganó el respeto de sus compañeros hasta alcanzar el cargo de vicerrectora. Sin embargo, hubo otros profesionales que no se tomaron demasiado bien que fuera una mujer quien liderara uno de los talleres ocupado mayoritariamente por hombres. Al final, las tensiones internas obligaron a Marianne a dejar su puesto.
Durante el tiempo que pasó en la Bauhaus, Marianne Brandt realizó diseños innovadores de lámparas, teteras, tazas y todo tipo de utensilios domésticos con un estilo basado en la funcionalidad. Sus diseños tuvieron tanto éxito que ya entonces empezó a colaborar con algunas fábricas para su comercialización. En 1924, Marianne Brandt diseñó su famosa tetera “MT 49” como parte de un set de tres piezas, con un azucarero y un dispensador de nata. La llegada de Hitler al poder supuso para ella un conflicto interior importante porque, incapaz de viajar al extranjero por cuestiones personales, debía hacerse cargo de algunos miembros de su familia, aceptó un puesto en la Reichskulturkammer, la organización artística nazi, aunque nunca se afilió al partido ni comulgó con sus ideales.
En 1935 se divorciaba de Erik Brandt. En aquella época recuperó su afición por la fotografía, profundizando en los fotomontajes para reflejar la realidad política de su tiempo y las injusticias sociales de la época de entreguerras. Su obra fotográfica fue recopilada años después y expuesta en Nueva York en 2005. También desarrolló su faceta como pintora realizando varios autorretratos con témperas y acuarelas. Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, Marianne Brandt colaboró con varias academias de arte alemanas y centros de diseño industrial. Falleció el 18 de junio de 1983.