MITOLOGÍA: DÉMETER y el rapto de PERSÉFONE
LOS MISTERIOS DE ELEUSIS
ENTRE LOS CULTOS MISTÉRICOS MÁS INFLUYENTES de la Antigüedad destaca el que se celebró en Eleusis en honor a la diosa Démeter y a su hija, Perséfone.
UNO DE LOS CULTOS A LOS DIOSES MÁS ARRAIGADOS EN LA ANTIGUA GRECIA ES EL DE DÉMETER. DEIDAD DE LA AGRICULTURA, ESTA DEJÓ SUS DEBERES COMO DIOSA PARA IR EN BUSCA DE SU HIJA PERSÉFONE HASTA EL MISMO INFRAMUNDO. EL DESENLACE ES UNO DE LOS MITOS MÁS CONOCIDOS DE LA ANTIGÜEDAD.
EN LA ANTIGUA GRECIA LA RELIGIÓN OLÍMPICA SE PRESENTÓ COMO UN EXCELENTE FACTOR DE COHESIÓN INTERNA EN UN MUNDO CARACTERIZADO POR LA FRAGMENTACIÓN POLÍTICA, en el que las polis aparecen como ciudades autónomas e independientes, pero con importantes lazos de unión especialmente desde el punto de vista lingüístico, cultural y religioso.
CULTOS MISTÉRICOS
La religión ciudadana se entendía como una forma de piedad colectiva que limitaba las posibilidades del individuo a la hora de establecer un contacto personal con la divinidad, a lo que debemos de unir la visión negativa que tiene la religión tradicional sobre el mundo del más allá y la vida después de la muerte. Estas limitaciones empujaron a un número cada vez mayor de griegos a buscar otras formas de expresión más íntimas con las que poder establecer un nuevo tipo comunicación con lo sobrenatural, y las encontró en las religiones mistéricas a partir del siglo VII a.C. Entre los cultos mistéricos más influyentes de la Antigüedad destaca el que se celebró en Eleusis en honor a la diosa Démeter y a su hija Perséfone.
EL DOLOR DE UNA MADRE
Según la mitología, Démeter era la diosa de la agricultura, protectora del matrimonio y de la ley sagrada y junto a su hija Perséfone, la protagonista de los misterios eleusinos. Perséfone (hija de Zeus) era un ser divino cuya belleza se podía comparar con la de la diosa Afrodita, por eso fue raptada por Hades, quien le obligó a casarse con él para convertirse, en contra de su voluntad, en la reina del mundo de los muertos. Cuando Démeter fue consciente de la terrible noticia tuvo un ataque de ira y no pudo reprimir su dolor y su llanto por la pérdida de su amada hija.
En primer lugar, castigó a las ninfas que habían estado jugando con su hija y las convirtió en sirenas por no haber sabido cuidar de la bella Perséfone. Posteriormente, inició una desesperada búsqueda, pero por más que lo intentó todos sus esfuerzos resultaron baldíos. Mientras Démeter luchaba contra el destino, tratando por todos los medios de encontrar a su hija, la vida se paralizó sobre la faz de la tierra. Las cosechas dejaron de crecer, las flores empezaron a morir y el bosque contrajo una extraña enfermedad para la que no parecía existir ningún tipo de cura.
PACTO DIVINO
En lo que se refiere a Zeus, rey de los dioses, la situación llegó a ser tan preocupante que decidió intervenir para solucionar el problema. En primer lugar obligó a su díscolo hermano Hades a devolver a la desdichada Perséfone, y para asegurarse de que nada saldría mal envió a Hermes con el objetivo de rescatarla. Desgraciadamente, no todo resultó como en un principio se esperaba porque Hades engañó a su esposa Perséfone y le dio a probar seis semillas de granada; desde ese momento la joven diosa quedó encadenada a él de por vida.
Para Démeter y Perséfone no parecía existir ningún tipo de esperanza, pero entonces Zeus decretó que la joven pasase solo seis meses en el reino del inframundo, mientras que la otra parte del año podría abandonar el Hades y así poder disfrutar de la compañía de su añorada madre. Eso sí, el pacto solo sería posible si Démeter se comprometía a volver al Olimpo y recuperaba su función germinadora. Cuando Perséfone se encontraba en el Hades durante los meses de verano, la vegetación moría por la falta de lluvias y el asfixiante calor. Por el contrario, cuando la madre y su hija volvían a reunirse durante los meses de invierno las lluvias regaban los campos y después, durante la primavera, regresaban las temperaturas suaves, momento en el que florecían los campos y la tierra se cubría nuevamente de vida.
EL ORIGEN DEL MITO
Cuenta la leyenda que mientras Démeter buscaba a su hija adoptó, para no ser reconocida, la forma de una anciana llamada Doso. Un día, mientras recorría los estériles campos de Grecia anhelando el reencuentro con su hija, fue recibida de forma hospitalaria por el benevolente rey Céleo de Eleusis. El rey le pidió a la anciana que cuidase de sus hijos Demofonte y Triptólemo, y esta, agradecida por la confianza que había sido depositada sobre ella, decidió convertir a Demofonte en un dios inmortal, cubriéndolo con ambrosía mientras resoplaba suavemente sobre él y lo acurrucaba sobre su pecho, al tiempo que lo acercaba a una hoguera para completar el ritual. Desgraciadamente, la diosa no pudo completar el proceso ya que la reina Metanira, esposa de Céleo, se asustó al ver a su hijo tan cerca del fuego y chilló aterrorizada, provocando la ira de Démeter, además de un terrible susto. En lugar de hacer inmortal a Demofonte, Deméter decidió, entonces, enseñar a Triptólemo el arte de la agricultura y, a través de él, el resto de Grecia aprendió a plantar y segar cultivos. Desde entonces, Eleusis se terminará convirtiendo en el escenario del culto mistérico con el que se celebraba el regreso de la vida cuando Perséfone abandonaba el inframundo.
La fama de los misterios de Eleusis se extendió por toda Grecia y logró pervivir hasta al menos el siglo IV d.C., cuando el emperador Teodosio prohibió su celebración y, poco después, los godos destruyen el santuario poniendo fin a una tradición religiosa que parece remontarse a tiempos prehistóricos.
DÉMETER enseñó a Triptólemo el arte de la agricultura y, a través de él, el resto de Grecia aprendió a plantar y a segar cultivos.