TANNENBERG Y SOMME
ANTES Y DESPUÉS DE VERDÚN, La Gran Guerra conoció dos graves enfrentamientos, muy diferentes entre sí pero muy ilustrativos de las peculiaridades del conflicto en los frentes oriental y occidental: Tannenberg (1914) y Somme (1916).
A primeros de agosto de 1914, Rusia invadió la Prusia oriental. Contaba con la superioridad numérica del ejército alemán, pero no con la capacidad táctica de los mandos germánicos ni con la excelente red ferroviaria que iba a permitir que las tropas del káiser se llevaran la mejor parte en la que resultó ser una batalla móvil dentro de un conflicto que, en el oeste, se desarrolló como guerra de trincheras.
El plan ruso era atacar por el norte con el Primer Cuerpo de la Armada y después por el sur con el Segundo, que había entrado con éxito en Alemania al comienzo de las hostilidades. Pero Berlín confió los mandos locales a Hiddenburg y Ludendorff, hábiles estrategas. Entre el 26 y el 30 de agosto en Tannenberg, una zona donde los caballeros teutones ya habían sido derrotados por los eslavos en 1410, el 2º Cuerpo de Armada del Zar fue derrotado por el 8º de Hiddenburg. Los rusos perdieron 50.000 hombres y 92.000 soldados fueron hechos prisioneros. Rusia siguió en guerra hasta 1917, cuando la revolución bolchevique puso fin al imperio de los zares.
Para compensar el asalto alemán a Verdún, el 14 de junio de 1916 las fuerzas inglesas y francesas
destacadas en las inmediaciones del río Somme atacaron a las tropas enemigas. Mil quinientas unidades francesas y británicas bombardearon las líneas alemanas en un frente de 20 kilómetros, pero el fuego de las ametralladoras alemanas pudo con la infantería. Murieron 26.000 hombres en un día. Un día en el que se reflejaron por igual la necesidad de un cambio en la guerra de trincheras, los errores de los mandos, la imprecisión de la artillería y la eficacia de los defensores.
Dado el papel de los mandos y la cantidad de tropas que se emplearon, el Somme fue para los británicos lo que Verdún para los franceses. En 142 días los ingleses perdieron 415.000 hombres y los alemanes, 650.000.
Desde el punto de vista tecnológico, una novedad importante fue el empleo del carro de combate: el 15 de septiembre los ingleses usaron 9 para entrar en una zona boscosa y conquistar tres poblaciones. NO FUE SUFICIENTE, NO OBSTANTE, PARA CAMBIAR EL SIGNO de la batalla o incluso para darla por concluida, pues esta se prolongó durante meses; pero sirvió para comprender que para lograr la victoria era necesario cambiar la guerra de trincheras. La batalla del Somme fue decisiva también en cuanto la desgaste que supuso para el adversario y para demostrar que la táctica de penetración de enormes ejércitos debía SUSTITUIRSE POR LA INFILTRACIÓN DE PEQUEÑOS GRUPOS.
Una conclusión que en esta batalla todavía era inimaginable.