¿A QUIÉN LE TOCA "CARGAR CON EL MUERTO"?
ATODOS NOS HA TOCADO EN ALGUNA OCASIÓN. Y ES QUE SE TRATA DE UNA EXPRESIÓN MUY HABITUAL EN NUESTROS DÍAS, PERO TIENE UN ORIGEN REMOTO. ¿LO CONOCEMOS? PUES PARA DESCIFRARLO DEBEMOS REMONTARNOS A LAS LEYES DE LA EDAD MEDIA.
Utilizamos actualmente esta frase para aludir a algo de lo que tenemos que hacernos cargo, pero de lo cual no hemos sido responsables. Pues bien, en la Edad Media, en algunos pueblos de Europa se daba a menudo una circunstancia, cuando se hallaba un cadáver pero no al asesino, los parientes directos o los vecinos del pueblo debían hacerse cargo del muerto, pagando una multa conjunta, llamada Homicidium u omecillo, recogida dentro de las leyes de la época. Esta injusta situación generó que, en más de una ocasión, al encontrar un muerto antes de que lo conocieran las autoridades, las gentes del pueblo cargaban con su cuerpo y lo arrojaban a las aguas de algún río o laguna o incluso lo transportaban lo más lejos posible para evitar así las consecuencias legales y económicas del hecho.
Asimismo, también procede de la Edad Media otra frase muy célebre relacionada con los difuntos: Salvado por la campana.
Este dicho popular hace referencia al hecho de que cuando se abría los ataúdes, algunas veces, se veían arañazos en la tapa, y eso era porque el muerto realmente no lo estaba y había sido enterrado vivo. Así que para evitar esta situación surgió la idea de agarrar a la muñeca del difunto un cordón, pasarlo por un agujero del ataúd y atarlo a una campanilla sobre la tierra. Si la persona seguía viva, solo debía tirar del hilo y el sonido de la campana alertaría de que estaba vivo. Bendita campana.