UN DIENTE REVELA LOS SECRETOS DEL SIMIO GIGANTE
Gracias a fósiles de sus dientes y restos parciales de mandíbulas conocemos la existencia del Gigantopithecus, que pertenecía a un género extinto de primates hominoideos. En 1935 algunos de estos ejemplares cayeron en manos del antropólogo alemán Ralph von Koenigswald, quien consiguió encontrar su origen. Sin embargo, la historia evolutiva de este simio permanecía incompleta debido a la escasez de huesos del esqueleto y a la falta de huellas genéticas y moleculares.
Ahora, un equipo de investigadores del Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona (IBE, UPF-CSIC) y del Globe Institute de Copenhague ha logrado secuenciar proteínas obtenidas del esmalte de uno de esos dientes, lo que ha permitido aislar información genética de un ejemplar de este gigante extinto que vivió en un área subtropical del sur de China hace 1,9 millones de años. Medía alrededor de tres metros y pesaba una media de 500 kg –el doble que un gorila adulto–. El pariente vivo más cercano del Gigantopithecus es el orangután.