DESCUBREN POR CASUALIDAD EL TEMPLO DEL FARAÓN PTOLOMEO IV EN EL ALTO EGIPTO
Doeste urante unas obras públicas de saneamiento en la localidad egipcia de Tama, en la orilla
del río Nilo en el Alto Egipto (Kom Shaqao, Sohag) han salido a la luz los restos del templo de Ptolomeo IV. Se trata de las estancias del cuarto faraón de la Dinastía Ptolemaica, que gobernó desde 222 hasta 205 a.C., hace más de 2.000 años.
Debido a este sorprendente hallazgo, se han tenido que paralizar los trabajos en la zona para que los arqueólogos puedan acceder al lugar. Hasta el momento, se ha conseguido desenterrar la esquina suroeste del templo, además de los restos del muro que se dirigía del norte al sur, y donde había varios pisos de piedra caliza. El siguiente foco de atención de los arqueólogos descansa en el sur de este yacimiento, donde las ruinas descubiertas presentaban inscripciones del antiguo dios egipcio Habi, con animales diversos, y restos de textos que contienen el nombre de Ptolomeo IV.
MÁS TUMBAS DE ESTE PERÍODO
Pero este no es el único hallazgo unido al período ptolemaico de los últimos meses. El pasado abril, arqueólogos egipcios descubrieron una tumba de esta etapa de un noble llamado Toutou y de su esposa. Fue en el sitio arqueológico de Al-Dayabat, en Sohag, y se trató de un encuentro inesperado, ya que se produjo después de que la Policía de Turismo y Antigüedades de Egipto detuviera a un grupo que excavaba ilegalmente en el lugar. Lo mejor de esta pequeña tumba se encontraba en las pinturas que adornaban su dos salas y que se encontraban en un excelente estado de conservación.
UN POCO DE HISTORIA
Ptolomeo IV fue hijo de Ptolomeo III y Berenice II y el inicio de su reinado coincide con el inicio del declive del Imperio. Ptolomeo IV Filopátor (es decir, “el que ama a su padre”, aunque en realidad era todo lo contrario, ya que se le acusó de haber envenenado a su progenitor) está considerado por la mayor parte de los historiadores griegos como un gobernante débil, que fue fácilmente manipulado por los funcionarios que le rodearon. En concreto, delegó todo en sus dos ministros, Sosibius y Agatocles. Esto choca frontalmente con el hecho de que se le acusara de asesinar a su hermano Magas, junto con sus partidarios, para hacerse fácilmente con el trono, y que se casara con su hermana Arsinoe III.
Dentro de los logros de su reinado, destaca un gran éxito: la derrota del formidable ejército del rey Antíoco III el Grande de la dinastía Seleúcida. Pero no todo fue bueno, puesto que se perdieron la Tebaida (región del Alto Egipto), que pasó a ser gobernada por reyes de origen nubio.
PTOLOMEO IV FUE UN GOBERNANTE CONTROVERTIDO, QUE SE DEJÓ INFLUENCIAR CON FACILIDAD. HIJO DE PTOLOMEO III Y BERENICE II, EL PRINCIPIO DE SU REINADO COINCIDE CON EL INICIO DEL DECLIVE DEL IMPERIO.