"MUJERCITAS" ETERNAS
Como dijo Belle Moses hace más de un siglo en su biografía sobre Louisa, “la señorita Alcott escribió como Shakespeare, para todos los tiempos y todas las generaciones”. No se equivocaba. Ciento cincuenta años después de su publicación, la novela Mujercitas continúa viva en las estanterías de las librerías de medio mundo. Antes de escribir Mujercitas y convertirse en una escritora reconocida, Louisa dudaba de su talento y soñaba con un éxito que no sabía si algún día conseguiría alcanzar: “Me PREGUNTO SI ALGUNA VEZ SERé LO SUfiCIENTEMENTE FAMOSA PARA QUE LA GENTE SE PREOCUPE POR LEER MI HISTORIA Y MIS LUCHAS. NO PUEDO ser Charlotte Brönte, PERO AúN PUEDO HACER ALGO”. Mujercitas fue la respuesta afirmativa a aquella pregunta. Se había convertido con la historia de las hermanas March en una escritora que terminaría siendo reconocida universalmente y cuya obra sobreviviría al paso del tiempo.
Miles de ediciones y traducciones hicieron que Meg, Jo, Beth y Amy se colaran en la vida de millones de personas. Años después del éxito arrollador del libro, Louisa escribió: “UNA EDITORIAL HONESTA Y UNA AUTORA AFORTUNADA, PORQUE LOS DERECHOS DE AUTOR HICIERON SU FORTUNA, Y EL 'LIBRO ABURRIDO' FUE EL PRIMER HUEVO DE ORO DEL PATITO FEO”.
Aquel “huevo de oro” no solo fue reeditado una y otra vez. Versiones teatrales, televisivas y cinematográficas han ido adaptando a las hermanas March a las distintas épocas. A principios del siglo XX, el cine mudo las convirtió por primera vez en estrellas del celuloide en dos versiones, una británica de 1917 y otra americana un año después.