LA CURIOSA HISTORIA DE LA TORRE DE PISA
POR SU BELLEZA, HISTORIA Y FAMA, LA TORRE DE PISA FUE CALIFICADA POR LA UNESCO PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD EN 1987. EL MONUMENTO, CONCEBIDO EN PRIMERA INSTANCIA COMO UN CAMPANARIO, SE ENMARCA EN EL ESTILO ROMÁNICO DE LA EDAD MEDIA ITALIANA. SU UBICACIÓN SE CIRCUNSCRIBE AL LUGAR QUE EL ESCRITOR GABRIELE D´ANNUNZIO (1863-1938) DENOMINARA UN DÍA PIAZZA DEI MIRACOLI, EN LA CIUDAD DE PISA (TOSCANA, ITALIA), RESPONDIENDO A LA RELACIÓN ARMONIOSA QUE EXISTE ENTRE LOS DIFERENTES EDIFICIOS QUE CONTIENE.
EN LA PLAZA ENCONTRAMOS EL DUOMO DE SANTA MARIA ASSUNTA, SU CAMPANARIO INCLINADO, MUNDIALMENTE CONOCIDO COMO LA TORRE DE PISA, EL BAPTISTERIO Y EL CAMPOSANTO MONUMENTAL, O CEMENTERIO. La totalidad de los edificios se construyó entre los siglos XI y XIV. Simbólicamente podríamos interpretar su conjunción como los tres momentos fundamentales de la vida humana: el nacimiento (el Baptisterio), la vida (la catedral), la muerte (el cementerio).
GEOGRAFÍA MONUMENTAL
En cuanto al Duomo, es posible afirmar que se trata de la catedral de Pisa dedicada a la Asunción de la Virgen. El Baptisterio, proyectado por Diotisalvi y comenzado en 1153, es el más grande de Italia, con una circunferencia de 107 metros.
ARTE MEDIEVAL
LA PIAZZA DEI MIRACOLI ES RECONOCIDA POR HISTORIADORES Y ARQUITECTOS COMO UNO DE LOS PRINCIPALES CENTROS DE ARTE MEDIEVAL DEL MUNDO. BORDEADA POR UNA EXTENSA PRADERA DE VERDE CÉSPED Y UN PASEO PEATONAL SALPICADO DE PUESTOS DE SOUVENIRS Y TENDERETES, LA VISITA A LA PLAZA Y SUS MONUMENTOS SE CONVIERTE PARA EL VIAJERO CURIOSO EN UNA OPORTUNIDAD ÚNICA PARA RELAJARSE Y HACER UN VIAJE EN EL TIEMPO, MIENTRAS ADMIRA LA BELLEZA DE UN CONJUNTO ARQUITECTÓNICO MEDIEVAL INIGUALABLE.
Por su parte, el Camposanto Monumentale se sitúa en el límite norte de la plaza. Documentos de la época certifican que el cementerio se erigió sobre una carga de suelo sagrado procedente del Gólgota y traído a Pisa por Ubaldo de Lanfranchi, arzobispo de Pisa, en el siglo XII, durante la Cuarta Cruzada.
Y, por fin, la Torre o campanario. Su altura original era de 60 metros, aunque actualmente mide 56’67 metros, desde la base por el lado más alto y 55’86 metros, también desde la base, pero por el lado más bajo. Pesa 14.700 toneladas y cuenta con 8 niveles: el primero, una base de arcos ciegos con 15 columnas, para continuar con 6 niveles idénticos adornados con arcadas abiertas de medio punto y un campanario en la cima.
Hueca por dentro, en la Torre solo hay una escalera interior en espiral con 294 lujosos escalones de mármol, destinados a recibir a los nobles que visitaban la Torre. Para la decoración
En la Piazza dei Miracoli de la ciudad de italiana de Pisa, encontramos la famosa TORRE inclinada, junto con el baptisterio y el camposanto monumental, o cementerio.
del edificio, los arquitectos hicieron aplicar incrustaciones de mármol de diferentes colores formando motivos geométricos. Igualmente, pueden contemplarse elementos de relieve sobre la superficie, tanto abstractos como de tipo figurativo, entre otros, animales, figuras humanas y motivos florales.
CURIOSIDADES HISTÓRICAS
En lo alto de la Torre, en la “celda campanaria”, se colocaron 7 campanas afinadas con las notas principales de la escala musical: do, re, mi, fa, sol, la, sí. Sus nombres: Asunción –la más grande y más pesada–, Crucifijo, San Ranieri, Dal Pozzo, Pasquereccia, Terza, Vespruccio, que hoy siguen repicando antes de las misas en la Catedral, y al mediodía, por medio de un sistema electrónico. En su momento, se utilizaron para señalar cada tiempo litúrgico del día. La Campana Pasquareccia, la más anti
ATALAYA DE VIGILANCIA
DESDE LA CIMA DE LA TORRE ES POSIBLE DIVISAR VARIOS KILÓMETROS A LA REDONDA, LO QUE DA IDEA DE LA POSICIÓN ESTRATÉGICA DEL EMPLAZAMIENTO, UTILIZADO COMO ATALAYA DE VIGILANCIA EN TIEMPOS MEDIEVALES Y RENACENTISTAS.
gua, sonaba en Pascua. La Campana de San Ranieri se utilizaba para alertar de la muerte a los traidores. Por ello, fue llamada originalmente Justicia.
La estructura del Campanario consta de dos habitaciones: una en la base de la Torre, conocida como el Salón del Pez, dado que en su interior tiene un bajorrelieve que representa un pez y la otra, la Celda Campanaria, ubicada en el octavo anillo, al aire libre, mientras que en el centro, a través de una abertura, se puede observar hasta la planta baja de la Torre. Para subir a la cima, es preciso ascender por tres rampas de escaleras: una, ininterrumpida desde la base hasta el sexto anillo, por donde se sale al exterior, la segunda, de caracol, más pequeña, que conduce desde el sexto al séptimo anillo y, la última, aún más pequeña, siempre de caracol, que conduce desde el séptimo nivel hasta el anillo superior.
Si profundizamos en los orígenes de la Torre, nos enfrentaremos a un misterio, que nunca ha sido aclarado. Una inscripción situada en una de las paredes de la entrada a la Torre dice: “A.D.
MCLXXIV. CAMPANILE HOS FUIT FUNDATUM MENSE AUGUSTI”, que quiere decir que el campanario fue fundado en el mes de agosto, D.C. 1174.
Como dato curioso cabe citar que, en ningún registro de la época, figura escrito el nombre del arquitecto, padre de tan magnífica obra. Durante muchos años el diseño se atribuyó a Guglielmo, artista residente en Pisa, durante el siglo XII, famoso por sus piezas de bronce fundido, particularmente las de la catedral. Pero no hay rigor en esta afirmación. Por tanto, el desconocimiento de la autoría de la Torre se ha convertido en el tema central de muchos debates, aún vigentes, teniendo en cuenta que el historiador Aretine Giorgio Vasari, afirma taxativamente que el arquitecto de la Torre no puede ser otro que Bonanno Pisano, que abandonó Pisa en 1185 para marchar a Monreale, Sicilia. Sin embargo, también están reconocidos históricamente como posibles autores, Diotisalvi, arquitecto del Baptisterio, y Beduino, puesto que la decoración de la torre es similar a otros trabajos realizados por este eminente técnico. De tal modo que, por muchas que sean las conjeturas e hipótesis alrededor del verdadero creador de esta gran obra, todo parece indicar que su autoría continuará siendo un misterio.
EL ORIGEN
La Torre comenzó a inclinarse prácticamente desde el inicio de su construcción, en agosto de 1173, aunque tal circunstancia no solo no detuvo el empeño y el orgullo de la ciudad de Pisa, sino que, más de 800 años después, la Torre permanece en pie junto a su catedral, de la que forma parte, afianzándose como un auténtico milagro arquitectónico.
La causa del hundimiento radica en dos factores clave. El primero tiene que ver con las características del suelo. Hablamos de un emplazamiento arcilloso y arenoso, debido a que la zona fue un pantano recuperado. El segundo aspecto se relaciona con el proyecto arquitectónico propiamente dicho. La base del edificio apenas tenía una profundidad de 3 metros, lo que resultaba insuficiente a todas luces para albergar la Torre en un terreno de semejantes características.
La construcción de la Torre de Pisa se desarrolló en tres etapas, durante un período de 199 años. La primera planta se comenzó a levantar el 8 de agosto de 1173, coincidiendo con una etapa de prosperidad y éxito militar. Este primer nivel está rodeado de semicolumnas con capiteles clásicos y arcos ciegos, todo ello en un mármol blanquísimo. El resto de los niveles lucen columnas idénticas que soportan arcos de medio punto, de fuste liso y rematadas con capiteles decorados. Se pueden observar algunos con volutas y hojas de acanto que revelan la influencia del arte grecorromano. También pueden verse otros con motivos tales como criaturas míticas o fantásticas que reflejan la mentalidad del románico, aún vigente por entonces en plena Toscana.
Después de que se construyera la tercera planta, en 1178, la Torre se inclinó tres metros hacia el norte, debido a unos cimientos débiles, en un subsuelo inestable. Es evidente que el diseño de la edificación era imperfecto desde su comienzo, lo que desembocó en la paralización de las obras durante un siglo entero, debido a las guerras entre los pisanos y los estados vecinos. Algunos ingenieros estructurales teorizan hoy sobre la posibilidad de que los retrasos continuos en la construcción fueran los responsables de que el suelo se asentara. De otro modo, la Torre se habría derrumbado.
La TORRE empezó a inclinarse prácticamente desde el inicio de su construcción, en agosto de 1173, aunque tal circunstancia no solo no detuvo el empeño y el orgullo de la ciudad de Pisa, sino que, más de 800 años después, se ha convertido en un milagro arquitectónico.
LEYENDA... ¿O REALIDAD?
AUNQUE HISTÓRICAMENTE SE CONSIDERA UN MITO, UN ALUMNO DE GALILEO GALILEI AFIRMÓ QUE, DURANTE SUS INVESTIGACIONES, EL MAESTRO DEJÓ CAER DOS BALAS DE CAÑÓN DE DIFERENTE MASA DESDE LA TORRE DE PISA, CON EL FIN DE DEMOSTRAR AL MUNDO QUE LA VELOCIDAD DE DESCENSO ERA INDEPENDIENTE DE LA MASA DE LOS OBJETOS.
Fue en 1272 cuando Fernando di Vicenzo, arquitecto autor del camposanto, retomó la construcción de la Torre. Se añadieron entonces cuatro nuevas plantas. Para entonces, la Torre ya había alcanzado un peso aproximado de 9’5 toneladas, por lo que se intentó, en esta nueva fase, corregir la inclinación, edificando con un ángulo que contrarrestara la inercia. Y la Torre comenzó a inclinarse en dirección sur. Las obras se detuvieron de nuevo en 1284, tras la victoria genovesa ante Pisa en la batalla de Meloria.
Los trabajos se reanudaron en el año 1360, lo que representaba alrededor de 80 años de espera. Este último esfuerzo hizo posible su culminación en 1370, alcanzando la Torre su forma definitiva con el remate final del campanario. Fue Tommasso di Andrea Pisano, en 1372, el encargado de construir la última planta, el campanario propiamente dicho. Finalmente, se colocaron las campanas. Su intervención fue considerada clave para la consecución de una combinación armónica de los elementos góticos
del campanario con el estilo románico de la Torre. Tras la conclusión del campanario, la Torre comenzó a inclinarse de nuevo, esta vez hacia el sur. A pesar de la coyuntura, en este mismo año, la Torre quedó inaugurada.
Algunos años después de finalizada la Torre, el daño en su estructura era tan evidente, que se acordó acometer la sustitución de los elementos de piedra originales realizados en mármol de San Giuliano, por otros de mármol blanco de Carrara. Coincidiendo con la época, se atribuye a Alessandro della Gherardesca la construcción de un sendero alrededor de la Torre, con el objetivo de hacer más visible la base. Tal circunstancia causó una inundación que afectó a los cimientos y, de nuevo, un incremento de su inclinación.
Varios han sido los intentos por evitar el hundimiento e inclinación de la Torre. Sin embargo, algunos agudizaron el problema. Se cuenta que Benito Mussolini decidió colocar la Torre en posición vertical y, con tal motivo, ordenó verter cemento en sus cimientos. Huelga decir que los resultados provocaron el efecto contrario.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la Armada de los Estados Unidos tomó la decisión de demoler todas las torres de la región, porque representaban un serio peligro para las posiciones que ocupaban los francotiradores del bando enemigo. La Torre de Pisa se salvó por una contraorden dictada en el último instante. El 27 de julio de 1944, los Aliados lanzaron bombas incendiarias sobre el Camposanto, las cuales prendieron fuego al tejado, cubriéndolo de plomo fundido y destruyéndolo. Obras posteriores dieron como resultado la recuperación del cementerio en su aspecto original. Milagrosamente, la Torre se salvó de todos estos ataques.
Además, la Torre ha sobrevivido a cuatro importantes terremotos, debido a que, irónicamente, el mismo suelo que causó la inestabilidad que la inclinó y llevó a la Torre al borde del colapso, ha quedado acreditado como antídoto para contrarrestar los movimientos sísmicos. Es lo que asegura un equipo de ingenieros liderado por el profesor Camillo Nuti, de la Universidad de Roma.
El equipo del profesor Nuti concluyó que la supervivencia de la Torre bien podía atribuirse a un fenómeno conocido como interacción dinámica entre suelo y estructura (DSSI). “La considerable altura y rigidez de la Torre combinada con la suavidad de la base del suelo, hace que las características vibratorias de la estructura se modifiquen sustancialmente, de tal manera que la Torre no resuene con el movimiento del terreno sísmico”, según explicaba George Mylonakis, uno de los ingenieros participantes en el estudio. Por todo ello, la combinación de estas características le otorga a la Torre de Pisa el récord mundial de efectos DSSI.
Dadas las circunstancias, el 27 de febrero de 1964, el Gobierno de Italia solicitó ayuda internacional para evitar la caída de la Torre de Pisa que parecía inevitable. Un numeroso grupo de ingenieros, matemáticos e historiadores fueron reclutados para trabajar en el proyecto y debatieron largamente en un encuentro celebrado en las islas Azores, sobre los posibles y viables métodos de estabilización de la Torre.
Tras dos décadas de trabajo, la Torre se cerró al público en el mes de enero de 1990. Después de una década de esfuerzos de reconstrucción y estabilización, el monumento fue de nuevo abierto al público el 15 de diciembre de 2001. Muchos fueron los métodos que se pusieron encima de la mesa para estabilizarla, incluyendo la inyección de 800 toneladas métricas de plomo de contrapeso. Sin embargo, la solución elegida finalmente se basó en la eliminación de 38 metros cúbicos de tierra de la zona inferior a la base, con lo que se garantizaba la estabilidad de la Torre durante, al menos, otros 200 años.
Estas labores de consolidación han permitido reducir la inclinación de 5’5 a 5 grados, lo que constituye un avance extraordinario. De este modo, la inclinación ha vuelto a ser la que tenía en las primeras décadas de 1700: 4 grados y 3’99 metros de la vertical.
No en vano, un proverbio pisano asegura: “La Torre que pende, que pende y nunca se derrumbará…”.