EL REY DE LA MÁSCARA DE PLATA
Balduino IV, rey de Jerusalén entre 1174 y 1185, durante años ocultó su cara con una máscara de plata. La razón de este extraño comportamiento residía en el hecho de que su rostro mostraba los estragos de la lepra, enfermedad que le había dejado sin nariz, originando el mote de "rey cerdo".
A pesar de padecer esta dolencia, la cual provocaba el rechazo de muchas personas, los súbditos de este monarca le fueron leales hasta su muerte. La Historia apunta que la enfermedad tampoco impidió a Balduino ponerse al frente de sus ejércitos contra las tropas de Saladino que pretendían conquistar su reino.