UNA VIDA CONTROVERTIDA
CUANDO CHARLOTTE BRONTË FALLECIÓ QUEDABAN POCOS MIEMBROS DE SU FAMILIA DIRECTA, PERO A SU FUNERAL ACUDIERON MUCHOS HABITANTES DE HAWORTH QUE HABÍAN VISTO CRECER A AQUELLA NIÑA TÍMIDA QUE HABÍA TERMINADO CONVIRTIÉNDOSE EN UNA DE SUS MÁS ILUSTRES CONCIUDADANAS. Los que la conocían directamente lloraron sinceramente su pérdida. Pero también el mundo literario, que habían visto nacer a una escritora escondida tras el pseudónimo de Currer Bell, quedó huérfano para siempre. Poco después de su muerte, Elizabeth Gaskell, novelista y amiga de Charlotte, recibió el encargo de escribir una biografía sobre ella: “El mayor problema que se me planteó cuando recibí el honor de que me pidieran que escribiera esta biografía fue cómo podría demostrar lo noble, auténtica y entrañable que fue realmente Charlotte Brontë sin mezclar demasiado en su vida la historia personal de sus mejores y más íntimos amigos”. Gaskell asumió el reto y la obra vio la luz dos años después de la muerte de Charlotte. Pronto llegaron las críticas y las denuncias. Elizabeth, aunque había intentado no nombrar directamente algunas de las personas relacionadas directa o indirectamente con la vida de su querida amiga, algunos de ellos, como la amante de Branwell o el director del primer colegio al que acudieron las hermanas, sintieron que su honor se ponía en entredicho. Las denuncias obligaron a retirar el libro de las librerías. A pesar de las dificultades, Elizabeth no se resignó a que su visión de la vida de Charlotte Brontë desapareciera para siempre. Pocos meses después salía una nueva edición revisada.