DE LA FOSA A SAINT-DENIS
TRAS LA EJECUCIÓN DE MARÍA ANTONIETA EL 16 DE OCTUBRE DE 1793, SU CUERPO FUE CUBIERTO DE CAL VIVA Y ARROJADO A UNA FOSA COMÚN. Años después, cuando en Francia volvía a reinar un soberano, Luis XVIII, hermano de Luis XVI, este decidió rescatar los cuerpos de sus familiares que habían sido enterrados junto a muchos otros cuerpos en un terreno cerca de la Madeleine. En 1817, los cuerpos de Luis XVI y María Antonieta fueron trasladados a la Basílica de Saint-Dennis, morada de reyes y reinas durante siglos. Allí se erigió una estatua regia de ambos en posición orante cerca de las tumbas donde descansan sus cuerpos.