DANIEL ENTRIALGO
EL PRIMER COSMONAUTA
YURI GAGARIN SE CONVIRTIÓ EN EL PRIMER SER HUMANO EN VIAJAR AL ESPACIO EXTERIOR EL 12 DE ABRIL DE 1961, PERO ¿QUÉ OTROS COSMONAUTAS LE ACOMPAÑARON DURANTE ESTE PROCESO EN PLENA GUERRA FRÍA? EL ESCRITOR DANIEL ENTRIALGO NOS DESVELA EN SU ÚLTIMA NOVELA “LA TUMBA DEL COSMONAUTA” SUS HOMBRES Y LA HISTORIA QUE HAY DETRÁS DE ELLOS.
CON LA EXHAUSTIVIDAD QUE CARACTERIZA AL TRABAJO DE DOCUMENTACIÓN QUE ACOSTUMBRA A MOSTRAR EL AUTOR, "LA TUMBA DEL COSMONAUTA" ES UNA HISTORIA FASCINANTE, MAGISTRALMENTE HILADA ALREDEDOR DE UNA DE LAS FIGURAS MÁS INTRIGANTES DE LA CARRERA ESPACIAL: LA DEL COSMONAUTA NELYUBOV, EL HOMBRE QUE, EN EFECTO, PUDO SER EL PRIMERO EN LLEGAR AL ESPACIO.
CONSTRUIDA EN DOS TIEMPOS Y ESPACIOS PARALELOS, "LA TUMBA DEL COSMONAUTA" RECORRE POR UN LADO LOS ORÍGENES Y DESARROLLO DE LA CARRERA ESPACIAL SOVIÉTICA, DESDE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL HASTA LOS AÑOS SESENTA DEL SIGLO PASADO, cuando la URSS todavía iba por delante de los americanos en su lucha por alcanzar la Luna y el país entero estaba sometido a una enfermiza obsesión por el secreto. Asimismo, la novela también transita por la Rusia crepuscular de la década de 1980, un sistema oxidado que se descompone y derrumba tras décadas de inoperancia burocrática y obediencia ciega.
Una pequeña luz de esperanza se filtra tras los tibios impulsos del nuevo inquilino del Kremlin, pero justo entonces llegan terribles noticias desde Ucrania, la central nuclear de Chernóbil acaba de sufrir una explosión de impredecibles consecuencias. El escritor y periodista Daniel Entrialgo bucea en la historia olvidada de este período tan apasionante para descubrirnos un secreto que transita entre la realidad y la ficción.
–En la novela, se entremezclan datos y personajes entre la historia y la ficción. ¿Qué base histórica tiene el relato de "La tumba del cosmonauta"?
–Me gustaría poder decir que la mayoría de los personajes y sucesos que aparecen en la novela son fruto de mi fértil imaginación, pero la originalidad de tales historias son mérito exclusivo de la vida real, la cual se empeña en demostrarnos constantemente que es capaz de superar en riqueza y complejidad a la ficción más retorcida. De las peripecias del ingeniero nazi Von Braun (trabajando para la NASA y para Walt Disney) a la caída y auge del enigmático Korolev (escondido bajo el seudónimo de Diseñador Jefe), el cosmódromo prohibido de Baikonur (que no está en Baikonur), el reclutamiento y posterior entrena
"LA MAYORÍA DE LOS SUCESOS QUE APARECEN EN LA NOVELA NO SON FRUTO DE MI FÉRTIL IMAGINACIÓN, TALES HISTORIAS SON MÉRITO EXCLUSIVO DE LA VIDA REAL".
miento de los primeros cosmonautas (los Seis de Vanguardia), la elección final de Gagarin y el origen mundano de la cicatriz de su ceja, los excesos y borracheras de su compañero Titov, los accidentes y los experimentos en Ciudad de las Estrellas… Todo sucedió en la realidad, tal y como se cuenta en la novela.
No ocurre lo mismo con uno de los motores principales de la acción argumental, el periodista de origen español Fiódor Martínez-Myasishyev (MM para sus colegas de profesión), creado para introducir una estructura más ágil de investigación o "thriller", de cara al lector, dentro del relato. En cualquier caso, la final de la novela hay un pequeño apéndice en el que se explica qué partes de la novela son reales y cuáles no.
–¿Nelyubov es un personaje real? ¿Por qué cree que se le ha borrado de la Historia si fue candidato a convertirse en el primer ser humano en ir al espacio? ¿Tuvo algo que ver con la elección de Yuri Gagarin?
–Grigori Nelyubov es un personaje histórico real y existe documentación de todo tipo sobre su increíble vida. Fue reclutado a finales de los años cincuenta del siglo XX, cuando era un piloto de combate a los mandos de un MiG-19, entre los 20 elegidos (entre miles de candidatos) que formaron la primera promoción de cosmonautas de la Historia.
Fue entrenado en la base secreta de Ciudad de las Estrellas, a las afueras de Moscú, durante año y medio y seleccionado, finalmente, entre los tres mejores alumnos, junto a Gagarin y Titov. Fue cosmonauta suplente en la histórica misión de abril de 1961 y acompañó a Gagarin a los pies de la Vostok 1, en el cosmódromo de Baikonur, el día en que un ser humano, por primera vez en la Historia, abandonó la atmósfera terrestre.
Como se cuenta en la novela, él pudo ser el primero en viajar a las estrellas, pero cayó en desgracia y acabó siendo expulsado de la academia y enviado a una base apartada en Kremovo, en la Siberia oriental, prácticamente al otro lado de la URSS. Deprimido y alcoholizado, su cuerpo apareció sin vida en 1966, junto a las vías del ferrocarril, en extrañas circunstancias. Su nombre había sido borrado de los documentos oficiales y su imagen eliminada de las fotos para evitar que nadie supiera nada de su pasado como cosmonauta (incluidos los espías norteamericanos). Su historia no pudo ser recuperada por la opinión pública hasta 1986, cuando un periodista moscovita del diario Izvestia,
Yaroslav Golovanov, logró rescatar su expediente del olvido. Insisto, todo esto es absolutamente real.
–¿Existen más cosmoautas que hayan sido olvidados? ¿Qué significó este hecho para la Unión Soviética en su carrera espacial?
–Sí. El borrado de los archivos era una práctica relativamente frecuente entre los servicios de seguridad soviéticos. Existe, por ejemplo, el caso de Valentín Bondarenko, que también aparece en la novela, quien murió de forma accidental, pero atroz, en el transcurso de uno de los experimentos a los que se sometía a los cosmonautas durante su entrenamiento. El Gobierno soviético lo enterró como un militar más, fallecido en acto de servicio, sin reconocer que en realidad era cosmonauta.
También está el caso de Sergei Korolev, el gran ingeniero aeroespacial, el padre fundador del programa espacial soviético y creador del revolucionario cohete R-7. La URSS tenía tanto miedo de que los americanos pudieran secuestrarle o atentar contra él que decidieron ocultar su personalidad. Nadie, ni siquiera sus más cercanos colaboradores, conocían su verdadera identidad. Todo el mundo se refería a él con el misterioso apelativo de Diseñador Jefe. A pesar de ser una de las mentes más brillantes del siglo XX y el culpable de colocar a la URSS por delante de los EE.UU. en la carrera espacial, vivió en el anonimato más absoluto hasta su muerte, por cáncer, en 1966.
–¿Cómo encaja esta trama en plena Guerra Fría? ¿La novela nos descubre algún aspecto novedoso sobre este período?
–Podríamos decir que se trata de una novela histórica ambientada en los días de la Guerra Fría, con la carrera espacial –y muchos de sus misterios y curiosidades– como telón de fondo. Todo lo que se cuenta en ella aparece en los libros de Historia, lo que ocurre es que –en nuestro mundo occidental– las películas y la literatura que nos llegan casi siempre nos muestran la visión norteamericana de la conquista espacial. Desconocemos muchos aspectos de los logros y claroscuros del lado soviético en el espacio.
–En la novela, también aparecen personajes tan relevantes en la Historia como Mijaíl Gorbachov o Eisenhower, o episodios históricos como la explosión de la central nuclear de Chernóbil... ¿Qué papel juegan en la construcción del relato?
–La llegada de Gorbachov al poder, con su famosa Perestroika como programa político, supuso un primer tímido aperturismo dentro del hermético régimen soviético. En parte, gracias a ello, se pudo llegar a descubrir –por parte de la prensa, en 1986– el nombre de Nelyubov y de otros cosmonautas desaparecidos.
Ese mismo año, se produce la catástrofe nuclear de Chernóbil, que también aparece en la parte final de la novela. Es importante porque, aunque al principio intentaron ocultar el incidente, al final la URSS no tuvo más remedio que explicar al mundo lo que había sucedido. Fue la primera vez que un Secretario General del país más militarizado del planeta reconocía en televisión, delante de todos sus camaradas, que la Unión Soviética había perdido el control de la situación. Entonces parecía increíble, pero solo 5 años más tarde, en 1991, todo el sistema comunista se derrumbaría. Fue como la primera grieta en el sistema, justo antes de que todo colapsara.
LAS PELÍCULAS Y LA LITERATURA NOS CUENTAN LA VISIÓN NORTEAMERICANA DE LA CONQUISTA ESPACIAL, Y DESCONOCEMOS MUCHOS ASPECTOS DEL LOGRO SOVIÉTICO.