CAROLINE HERSCHEL
Cuando en 1787, el rey Jorge III de Inglaterra otorgó a esta astrónoma un sueldo de cincuenta libras al año, no solo alcanzó la independencia económica, sino que se convirtió en la primera mujer en Inglaterra en vivir de su talento científico.
ENTRE EL 12 DE MARZO Y EL 6 DE ABRIL, GANDHI REALIZÓ A PIE EL TRAYECTO QUE SEPARABA LA COSTA ORIENTAL DEL OCÉANO ÍNDICO DE LA COSTA OCCIDENTAL. SI BIEN EN UN PRIMER MOMENTO SOLO LE ACOMPAÑARON 78 SEGUIDORES, AL FINAL DEL CAMINO ERAN MÁS DE 50.000. AQUELLA EPOPEYA FUE CONOCIDA COMO “LA MARCHA DE LA SAL”, UN ACTO SIMBÓLICO QUE ABRIÓ EL CAMINO HACIA LA INDEPENDENCIA DE LA INDIA DEL IMPERIO BRITÁNICO.
MOHANDAS KARAMCHAD GANDHI NACIÓ EL 2 OCTUBRE DE 1869 EN PORBANDAR, UNA CIUDAD COSTERA DE LA INDIA, EN EL SENO DE UNA FAMILIA DE MERCADERES. Con tan solo 13 años se casó con una niña de su misma edad, de la que, curiosamente, acabó enamorándose. La muerte de su padre, gobernador del estado de Porbandar, de la que se consideraba en parte culpable, le llevó, entre otras cosas, a abrazar el jainismo. Poco después, con 19 años, tuvo el privilegio de ir a estudiar derecho a Londres –gracias al poderío económico de su familia y a sus relativamente influyentes relaciones–. Esto le permitió reinterpretar la propia esencia de su país de origen y, gracias a sus lecturas cristianas, a las obras de Tolstoi y a algunos contactos con la teosofía, comenzó a entender que sus propias tradiciones religiosas contenían algunas ideas que pronto empezaron a crecer en su interior, especialmente la necesidad de combatir las injusticias y la importancia de hacerlo sin derramar sangre.
Así, tras regresar a la India en 1891, y tras intentar ejercer como abogado en su ciudad de origen, terminó trasladándose a Natal, una ciudad de Sudáfrica, que por aquel tiempo también formaba parte del Imperio británico, donde consiguió un trabajo en una empresa india. Allí viviría durante 21 años, debido a que pronto percibió con toda la crudeza posible los horrores del racismo institucionalizado, y no solo contra los africanos, sino contra indios que allí vivían (unos 150.000).
Gandhi se centró en ayudar a los indios, y con esa intención fundó el Partido Indio del Congreso de Natal en 1894, que sirvió para unir a la comunidad india sudafricana. Además, su activismo le llevó a realizar los primeros actos de resistencia pacífica contra el gobierno británico y pronto alcanzó bastante popularidad tanto allí, en Sudáfrica, como en la India.
Finalmente, en 1915, Gandhi regresó a su país, en parte, gracias a la influencia del Congreso Nacional Indio (CNI), fundado en 1885 con la intención de que los indios tuvieran una mayor participación en el gobierno de la India. En un principio no era un movimiento independentista ni contaba con el apoyo de las masas, pero sí de las élites locales burguesas y universitarias; pero a principios del siglo XX surgieron profundas divergencias internas entre los que defendían las aspiraciones originales y los que, ahora sí, defendían la independencia del país. Tenían en su haber ejemplos de éxitos de antiguas colonias inglesas, como la autodeterminación de Estados Unidos (1776), Canadá (1867) y Australia (1901, aunque de forma parcial).
En medio de esas tensiones, el CNI llamó a Gandhi para que se uniese a su movimiento. Lo hizo, y pronto comenzó a organizar acciones de resistencia pacífica y desobediencia civil, que le llevaron a ganarse el respeto tanto del CNI, del que terminó siendo líder en 1920, como del pueblo indio.
LA MARCHA DE LA SAL
Pero los ingleses no estaban dispuestos a sucumbir, pese a que las acciones de Gandhi se fueron intensificando. Llegó a ser detenido en 1922 y pasó un par de años en prisión –de los seis a los que fue condenado–; y finalmente, tras una serie de problemas internos dentro del CNI, todo se precipitó cuando el 26 de enero de 1930 el CNI proclamó unilateralmente la independencia de la India.
Gandhi, conocedor de que esto le enfrentaba directamente con el gobierno británico, dejó claro que su lucha sería pacífica. Y una de las primeras acciones que emprendió a continuación fue la ya mítica marcha de la sal (salt satiagraha).
Gandhi le escribió una carta a Lord Erwin, el virrey de la India, a modo de protesta por el impuesto que los ingleses habían puesto a la sal y contra el monopolio que la metrópoli ejercía sobre este
GANDHI ESCRIBIÓ AL VIRREY DE LA INDIA A MODO DE PROTESTA POR EL IMPUESTO QUE LOS INGLESES HABÍAN PUESTO A LA SAL Y CONTRA EL MONOPOLIO QUE LA METRÓPOLI EJERCÍA SOBRE ESTE PRODUCTO.
producto, que impedía que los indios pudiesen autoabastecerse. La sal para los indios, y para los ingleses, era un bien de primera necesidad, ya que la gente conservaba sus alimentos gracias a ella y era indispensable en su alimentación, sobre todo entre las clases menos favorecidas de la India.
Gandhi le amenazó con realizar una marcha de unos 386 kilómetros desde su lugar de residencia, Sabermanti, hasta la costa occidental del océano Índico, a la población de Dandi Gujarat, donde había unas célebres salinas marinas. Lord Erwin no le dio demasiada importancia, aunque le advirtió de aquello podía provocar desórdenes públicos.
Así, el 12 de marzo de 1930, Gandhi, acompañado por 78 seguidores (Satyagrahis), comenzó la famosa marcha de la sal. Recorrieron a pie aquel trayecto a lo largo de 24 días, y en el camino se les unieron miles de personas, unas 50.000. La comitiva llegó a alargarse hasta tres kilómetros. Lograron captar la atención no solo de todo el país, sino de medio mundo. Finalmente, el 6 abril llegaron a las salinas costeras de Dandi, donde, durante siglos, los indios habían obtenido libremente sal. Y allí, Gandhi hizo un simbólico gesto: se agachó y recogió un poco de sal. “Con este sencillo acto, sacudo los cimientos del Imperio británico”, dijo.
Fue uno de los actos más poderosos de su mucho más amplia campaña de desobediencia civil, y consiguió captar numerosos apoyos internacionales para la causa independentista india.
Además, provocó una oleada de actos de desobediencia civil relacionados con la sal, por ejemplo, algo tan sencillo como evaporar agua marina para obte
ner el preciado elemento. Se calcula que más de 60.000 personas fueron detenidas por actos de este tipo, entre los que estaba el propio Gandhi, que fue arrestado después de plantear que continuaría la marcha hasta la ciudad de Dharasana. Pasó varios meses en prisión, hasta que finalmente el virrey terminó reconociendo el derecho de los indios a explotar sus recursos salinos. Habían logrado un éxito extraordinario y, lo que es más importante, aquellas acciones sirvieron de inspiración tanto para otros movimientos pacíficos de la India y del resto del mundo. Grandes líderes de los derechos civiles, como Martin Luther King Jr., hicieron suyas la idea de la no violencia.
Eso sí, el camino hacia la independencia de la India sería aún largo y problemático. Por un lado, por Gandhi se acabó separando del CNI en 1934, después de que el partido decidiera acabar con su política pacifista; además, los musulmanes indios no terminaban de unirse a la causa, y eso supondría a la larga un gran problema, pese a que el camino hacia la independencia era imparable.
INDEPENDENCIA Y MUERTE
Tras finalizar la Segunda Guerra Mundial, que alteró por completo el orden político y económico mundial, la lucha de Gandhi y los indios dio por fin frutos. Reino Unido terminó por acceder y se abrieron unas negociaciones que concluirían con la independencia de la India el 15 de agosto de 1947.
Había conseguido su objetivo principal, pero quedaban otros asuntos pendientes que Gandhi se había propuesto como necesarios, especialmente la abolición del injusto y terrible sistema de castas. Además, el precio a pagar había sido muy caro: la minoría islámica, bajo la batuta de Muhammad Ala Jinnah, líder de Liga Musulmana, había intervenido en el debate con la intención de crear un país estrictamente musulmán al norte, Pakistán. Se negaba a compartir el poder con el futuro gobierno indio, y eso provocó que en el verano de 1946 comenzasen una serie de disturbios violentos por todo el país entre hindúes y musulmanes. Finalmente, el 3 de junio de 1947, las autoridades inglesas reconocían la partición del país en una India mayoritariamente hinduista y un Pakistán musulmán. Aquello fue un duro golpe para Gandhi.
Esto último, entre otros motivos, propició que el 30 de enero de 1948 fuese asesinado a manos de, Nthuram Godse, un integrista hindú, mientras se dirigía a una plaza, cerca de su casa en Nueva Delhi, donde iba a participar en un rezo colectivo. Le acusaba de haber permitido la secesión de Pakistán y de ceder en exceso ante los musulmanes. Fue ahorcado, pese a que los hijos de Gandhi pidieron su perdón, en noviembre de 1949.
Dejaba así la tierra un gran hombre, un mahatma ("Gran Alma"), como le calificó un paisano Rabindranath Tagore; aquel “faquir medio desnudo”, como le calificó el primer ministro inglés Winston Churchill, cambió el mundo para siempre y con su ejemplo dejó claro que se puede conseguir mucho sin emplear la violencia.
TRAS LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, LA LUCHA DE GANDHI Y LOS INDIOS DIO POR FIN SUS FRUTOS. LAS NEGOCIACIONES CON REINO UNIDO TERMINARON CON LA INDEPENDECIA DE LA INDIA EL 15 DE AGOSTO DE 1947.