LA ODISEA DE LA EVOLUCIÓN
JOSÉ MARÍA BERMÚDEZ DE CASTRO ES EL AUTOR CON CUYOS MANUALES Y LIBROS SOBRE EL ORIGEN Y LA EVOLUCIÓN DEL SER HUMANO HAN ESTUDIADO MUCHOS DE LOS QUE HAN CURSADO CARRERAS UNIVERSITARIAS DE BIOLOGÍA, ANTROPOLOGÍA, ETC. ESTE PALEOANTROPÓLOGO ES PROFESOR DE INVESTIGACIÓN DEL CSIC, Y DESDE 1991 CO-DIRECTOR DE LAS EXCAVACIONES DE LAS SIERRA DE ATAPUERCA. DIRIGIÓ EL CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN SOBRE EVOLUCIÓN HUMANA DESDE SU FUNDACIÓN HASTA EL AÑO 2012 Y HA RECIBIDO, ENTRE OTROS, EL PREMIO PRÍNCIPE DE ASTURIAS DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Y TÉCNICA. A SU LARGA LISTA DE PUBLICACIONES SE AÑADE “DIOSES Y MENDIGOS”, UNA NUEVA ENTREGA SOBRE LA GRAN ODISEA DE LA EVOLUCIÓN HUMANA.
¿ ES EL HOMBRE UN LOBO PARA EL HOMBRE? –Pues no lo he dicho yo. Fue Tito Maccio Plauto. En numerosas ocasiones no podría estar más de acuerdo. Pero no hay que perder de vista la otra cara de la moneda.
–Durante décadas, se ha usado a las sociedades de cazadoresrecolectores actuales para dibujar el retrato de lo que debieron ser las sociedades prehistóricas. ¿Qué peligros y sesgos conlleva esta visión?
–El actualismo es un método científico interesante, aunque no es infalible. Las sociedades de cazadores y recolectores de la actualidad es lo que mejor se acerca a las poblaciones del pasado. Emplear este método es necesario, aunque quienes lo utilizan saben que puede haber alguna cuestión que se les escapa.
–Juan Luis Arsuaga declaró que si desapareciéramos, los chimpancés evolucionarían hasta convertirse en humanos... ¿Qué opina?
–Bueno, si desaparecemos y los chimpancés sobreviven evolucionarán hacia otras especies. Aunque nunca serán exactamente iguales a nosotros. Sospecho que no se entendió de manera correcta lo que pudo declarar mi colega Juan Luis Arsuaga.
–¿Seríamos más vulnerables a una extinción por un patógeno si todos fuéramos genéticamente iguales? En este sentido, ¿qué ventajas tiene el mestizaje genético para la supervivencia de la Humanidad?
–Respecto a la segunda cuestión la hibridación entre sí de la poblaciones de Homo sapiens, separadas desde hace 120.000 años, incrementa la variabilidad e inhibe posibles endogamias. En ese sentido, el “mestizaje” es siempre beneficioso a nivel poblacional.
–¿Qué papel jugó el consumo de carne en la evolución humana? –Siempre hemos sido omnívoros. Hemos comido de todo y no nos hemos especializado en determinado tipo de alimentos. Una gran ventaja que no hemos perdido. Hace casi tres millones de años, cuando los bosques de África dejaron paso a las sabanas, el alimento más importantes pudo ser la carne de animales cazados o encontrados muertos. En los dos casos, conseguir la carne implicó un desafío. La selección natural jugó un papel determinante, pues favoreció a aquellas poblaciones/especies con mayores habilidades mentales para conseguir las estrategias necesarias. Obviamente, un cerebro más grande y mejor conectado pudo ser decisivo. Así que el consumo de mayores cantidades de carne pudo tener un papel “indirecto” en que triunfaran aquellas variantes genéticas relacionadas con el incremento de tamaño del cerebro y su mayor conectividad sináptica.
–Es autor de un libro sobre El Chico de la Gran Dolina. Un análisis dental llevado a cabo por Cecilia García Campos, del Centro Nacional de Investigación de la Evolución Humana, ha revelado que en realidad se trata de una niña. ¿Se abre un nuevo camino más fiable a la hora de estimar el sexo de nuestros antepasados?
–El Chico de la Gran Dolina es el título que puse a mi primer libro. Se publicó en 2002, cuando todavía no había métodos adecuados para “estimar” el sexo de los fósiles de este yacimiento. En la actualidad, los únicos métodos fiables para “determinar” 100 % son la obtención de
ADN y la obtención de ciertas proteínas. El problema es que el ADN más antiguo encontrado hasta el momento tiene 430.000 años. En cuanto a las proteínas, las más antiguas se ha obtenido un trozo de diente de Homo antecessor (Gran Dolina, sierra de Atapuerca, 830.000 años de antigüedad). Se encontró la proteína AMEL Y, que se codifica en el cromosoma Y. Por tanto, el trozo de diente era de un individuo masculino.
Mi compañera Cecilia García Campos defendió hace un par de años una tesis magnífica, en la estimaba el sexo de los fósiles empleando un método novedoso, con una fiabilidad del 92,3%. Cecilia empleó la microtomografía computerizada (micro-CT) para estudiar el tamaño absoluto y relativo de los tejidos dentales de los caninos (esmalte y dentina). En el yacimiento de Gran Dolina hay dos caninos superiores. Uno de ellos no solo es muy grande, sino que con el estudio de Cecilia se confirmaba que pudo ser de un individuos masculino. El otro perteneció al resto más emblemático de la colección, que fue dibujado por Mauricio Antón con cara de chico y así se quedó hasta que Cecilia hizo su análisis. Sus resultados: con una probabilidad del 90%, se trata de una chica. Es un porcentaje muy elevado, por lo que podemos casi afirmar que ese fósil tan emblemático era femenino.