BARTOLOMÉ DE LAS CASAS
El alegato que el dominico Bartolomé de las Casas escribió para conmover al emperador y para instruir al joven príncipe Felipe, en manos de los adversarios de la monarquía hispánica, se convirtió en el arma arrojadiza más efectiva a finales del siglo XVI y lo es hasta hoy mismo.
EL ALEGATO QUE EL DOMINICO BARTOLOMÉ DE LAS CASAS ESCRIBIÓ PARA CONMOVER AL EMPERADOR Y PARA INSTRUIR AL JOVEN PRÍNCIPE FELIPE, EN MANOS DE LOS ADVERSARIOS DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA, SE CONVIRTIÓ EN EL ARMA ARROJADIZA MÁS EFECTIVA A FINALES DEL SIGLO XVI Y LO ES HASTA HOY MISMO. SI LO PUDIERA VER, PARA EL FRAILE SEVILLANO SERÍA UNA DOLOROSA SORPRESA CONOCER CÓMO SE HA UTILIZADO SU TEXTO PARA ATACAR A SU NACIÓN Y A SUS COMPATRIOTAS.
EN NINGÚN MOMENTO FUE INTENCIÓN DEL DOMINICO PONER EN CUESTIÓN LA ORGANIZACIÓN POLÍTICA DE SU TIERRA ORIGINARIA. SU MAYOR ASPIRACIÓN, DESPUÉS DE UNAS PRIMERAS FORMULACIONES UN TANTO DUBITATIVAS, FUE LA DE QUE LAS ENCOMIENDAS SE PROHIBIERAN TAL COMO SE HABÍAN DESARROLLADO Y QUE LOS INDÍGENAS FUERAN CRISTIANIZADOS SIN UTILIZAR MÉTODOS COERCITIVOS. Para él, la obligación de evangelizar era algo tan incuestionable como el derecho exclusivo reservado a los Reyes Católicos (y sus sucesores). En todos los sentidos su labor fue repetidamente tenida en cuenta y las sucesivas leyes que se promulgaron respecto de la organización y gobierno del Nuevo
Mundo tuvieron en cuenta sus recomendaciones.
BARTOLOMÉ DE LAS CASAS
Nació en torno a 1484 en Sevilla. Su padre acompañó a Colón en el segundo de sus viajes a América lo que, quizá, señale que su situación económica no era muy boyante. En sus escritos alternó el apellido De Las Casas con Casaus, que bien pudiera ser una reivindicación de un origen franco. Debió asistir a algún centro educativo en el que aprendió cierta soltura con el latín, aunque no está demostrado que frecuentara ningún establecimiento universitario. Se ha especulado que durante algún tiempo pudo asistir a lecciones de derecho en las aulas salmantinas, dado que en la ciudad residían unos eclesiásticos parientes de la familia. No
LA REINA ISABEL CORTÓ DE RAÍZ EL ABUSO SOBRE LOS INDÍGENAS. ASÍ FUE CÓMO LAS CASAS, OBLIGADO, TOMARÍA CONTACTO CON LA REALIDAD DE LA COLONIZACIÓN.
queda claro en la actualidad. Sí se sabe que su padre le trajo de regalo de su viaje a América un joven indio para que fuera su sirviente como otros tantos 600 que había embarcado Colón. La reina Isabel cortó de raíz este abuso sobre los indígenas. Así fue cómo Las Casas, obligado, tomaría contacto con la realidad de la colonización.
En 1502 se embarcó junto a su padre en condición de doctrinero. Retornó en 1506 y se fue a Roma al año siguiente en el que volvió a
embarcarse rumbo a La Española. Allí entró en contacto con los dominicos que le trasladaron dudas sobre el comportamiento de los españoles, lo que no le impidió tener alguno de los repartos de tierras e indios que se hacían para los españoles y, a la vez, ordenarse como sacerdote. Ya en Cuba, en 1513, donde disfrutaba de una encomienda, sus escrúpulos le obligaron a renunciar a la posesión y alinearse totalmente con la Orden de los predicadores.
En 1515 estaba de vuelta en Sevilla y pretendió sin éxito presentarse ante el rey Fernando. Con ayuda del arzobispo
Deza contactó con Cisneros y Adriano de Utrech, que lo atendieron y le permitieron la organización de comunidades indígenas libres supervisadas por funcionarios reales. Su intento del año siguiente fue un fracaso pero, terco, al año siguiente estaba de vuelta y se fue hasta Valladolid para presentar sus alegatos en la corte de Carlos I. Consiguió mayores autorizaciones para poblar la costa de Tierra Firme (Colombia). Aquello también acabó muy mal.
En 1522 profesó como dominico y durante un tiempo se aplicó a los estudios y a escribir textos de Historia y de Teología.
Entre 1537 y 1539 volvió a probar sus ideas en Guatemala, donde consiguió que se pareciera más a su ideales aunque fracasó de nuevo. Volvió a España para defender sus propuestas ante el emperador. Las Leyes Nuevas de 1542 están fuertemente influenciadas por él, pese a que la realidad en América las hiciera casi inútiles, pues no se prohibía la encomienda como norma de reparto.
Disgustado por la obstinada conducta de los encomenderos, se decidió a escribir el alegato que lo convertiría en famoso: La brevíssima relación... Se trata de un duro alegato en el que se da cruda exposición de unos hechos que él había conocido en sus primeros tiempos en América. Es un texto para conmover, no para discutir sobre la libertad de los indios. No se publicó, con algunas enmiendas, hasta 1552.
En 1543 fue nombrado obispo de Chiapas. Llegado a México fue recibido con hostilidad entre los gobernantes españoles y, aún incluso, entre los mandatarios eclesiásticos. Decidió volver en 1547 y ya permaneció en España hasta su muerte en 1566.
Entre 1550-1551 asistió a la famosa Controversia de Valladolid. Allí se enfrentó a Ginés de Sepúlveda. También Vitoria y Soto, dos eminencias en el derecho de gentes, aportaron su opiniones sobre el asunto. El encuentro ha pasado a la historia del Derecho Internacional. Las Casas aportó sus robustas tesis que publicó en "Principia quaedam" y "De regia potestate" o "Erudita et elegans explicatio". En 1552, a los cincuenta años de su primer viaje,
decidió imprimir su Brevíssima, ahora dedicada al príncipe Felipe, que ya venía ocupándose de los asuntos americanos. En su Argumento declaró su intención de narrar “todas las cosas que han acaecido en las Indias, desde su maravilloso descubrimiento y del principio que a ellas fueron españoles para estar tiempo alguno, y después en el proceso adelante hasta los días de agora, han sido tan admirables y tan no creíbles en todo género a quien no las vido que parecen haber añublado y puesto silencio, y bastantes a poner olvido, a todas cuantas, por hazañosas que fuesen, en los siglos pasados se vieron y oyeron en el mundo. Entre estas, son las matanzas y estragos de gentes inocentes y despoblaciones de pueblos, provincias y reinos que en ellas se han perpetrado, y que todas las otras no de menor espanto”.
GIROLAMO BENZONI
El milanés Benzoni publicó en 1565 un librito: "La Historia del Mondo Nuovo". Este habría de “ayudar” a construir la mala fama de la conquista y colonización de América por parte de los españoles. Su autor cuenta sus propias experiencias de los tiempos (1541-1555) en que estuvo y convivió con españoles en el Nuevo Mundo. Fue prontamente traducido a las principales lenguas de Europa (alemán, francés, neerlandés e inglés), además del latín, con lo que su difusión fue enorme en el último tercio del siglo XVI. Se conocen muy escasos datos biográficos y, de su época americana, se podría tener como cierta la reconciliación como hereje luterano que sufrió en México. De lo que no hay duda es que no consiguió hacerse rico que, como él cuenta, era su propósito al embarcarse hacia América. De su texto se deduce que "por fas o nefas" no consiguió que los gobernantes españoles le favorecieran en sus intenciones. La visión que dio de la actuación española en aquellas tierras es agria y censurable en todos los aspectos que se traten. Como dice su editor Manuel Carrera Díaz, Benzoni no hizo un viaje, “lo sufrió”.
EL RELATO DE BENZONI HABRÍA DE AYUDAR A CONSTRUIR LA MALA FAMA DE LA CONQUISTA Y COLONIZACIÓN DE AMÉRICA POR LOS ESPAÑOLES.
El éxito comercial de su relato se sustentó en dos extremos complementarios. El primero, indiscutible por otra parte, es que su texto es el de un autor que ha estado en América y que ha sido testigo directo de lo que cuenta. Su obra es un verdadero “reportaje” que traslada vida y detalles muy convincentes para un público ávido de conocer novedades de aquel “nuevo mundo”. Este valor de relato directo no escapa a una multitud de vaguedades y de falta de concreción respecto de su estancia en las distintas tierras a las que alude: Panamá, Ecuador, Guatemala, Nicaragua y Santo Domingo.
El segundo de los extremos en que se apoya su éxito es que su evidente inquina por los españoles coincide con la necesidad que tiene una nueva cohorte de lectores en tener y divulgar textos contrarios a la Monarquía Hispánica. Son tiempos de guerras de religión y de rebeldías contra el señor natural que hace tiempo ya no se mueve de Madrid y sus alrededores. En el subtítulo de la edición latina de 1578 se puede leer “Rerum ab Hispanis in India Occidentali hactenus gestarum & acerbo illorum in eas gentes dominatu”, que pasa al francés del año siguiente: “Contennant en somme ce que les Hespagnols ont fait iusqu’a present aux Indes Occidentales, & le rude traitement que’ils font à ces povres peuples-la”. Su libro va a vivir un proceso de manipulación muy similar al que por las mismas fechas va a sufrir la Brevíssima... de Las Casas.
JOHANN THEODORUS DE BRY
Fue un cartógrafo, orfebre, grabador, autor, coautor y editor. Nació en el Principado de Lieja, nominalmente independiente de los Habsburgo, rodeado todo él por territorios españoles. Cuando se convirtió al protestantismo se estableció en Fráncfort, previo paso por Amberes y Londres. Alcanzó fama gracias a sus publicaciones sobre las expediciones de América, aunque él nunca estuvo allí. Comenzó el proyecto en 1590
JOHANN THEODORUS DE BRY ALCANZÓ FAMA GRACIAS A SUS PUBLICACIONES SOBRE LAS EXPEDICIONES DE AMÉRICA, AUNQUE ÉL NUNCA ESTUVO ALLÍ.
cuando reeditó la narración de Thomas Hariot del primer asentamiento inglés en Virginia. Este volumen, al que De Bry agregó ilustraciones, fue un éxito y al año siguiente le siguió un volumen similar en el primer intento francés de colonizar Florida. Desde entonces hasta su muerte en 1598, De Bry publicó otros volúmenes ilustrados y la serie fue continuada por su familia hasta 1634, en 25 partes con viajes a Asia y América. Estas estampaciones son, en muchos casos, las primeras imágenes auténticas del Nuevo Mundo. Se suele decir que sus obras fijaron en la retina europea la representación del Nuevo Mundo, tenida desde entonces como realista y verídica.
Esta fijación de las imágenes “realistas” se produce en particular en los diecisiete grabados que acompañaron la edición de la Brevíssima... (Narratio regionum indicarum...). Los sucesos representados se parecen mucho a la que sus lectores podían disfrutar en los enfrentamientos entre católicos y protestantes. La brutalidad en las acciones de conquista no son muy diferentes que las que aparecen en Le theâtre des cruautés des hérétiques de notre temps. Se diferencian en la ambientación –espacio y protagonistas– y en la voluntad política de una edición de textos e imágenes como advertencia a sus lectores.
BREVÍSIMA RELACIÓN DE LA DESTRUCCIÓN DE LAS INDIAS
Su publicación en 1552, en los talleres de Sebastián Trugillo de Sevilla, sin licencia, cosa nada extraña entre órdenes religiosas que tenían su propia censura, fue “porque Su Alteza [Felipe II] la leyese con más facilidad”. Era pues un texto nada menos que dirigido al heredero de la corona y distribuido sin ningún obstáculo. De hecho, la Inquisición solo lo prohibió cien años después, por el posible daño que se infería al buen nombre de su patria.
Doce años después de la muerte de su autor, y veintiséis de su estampación, fue traducido en Amberes con el título Seer cort Verhael vande destructie van d'Indien vergadert deurden Bischop don fray Bartholome de las Casas: oft Casaus, y de inmediato a todas las lenguas importantes de Europa. Desde el primer momento el texto de Las Casas se vio acompañado de otros prólogos, añadidos y comentarios en los que se hacía hincapié en la crueldad y tiranía de los españoles y que su publicación debía de servir de advertencia para las naciones que se encontraban en pugna con los Austrias. Sirvan de ejemplo estas traducciones de la portada de algunas ediciones: Tiranías y crueldades de los españoles perpetradas en las Indias Occidentales que se llaman Nuevo Mundo (1579) [para servir de ejemplo y advertencia a la 17 Provincias del País Bajo];
Espejo de las tiranías y crueldades de los españoles en el Nuevo Mundo (1579); Admirable historia de las horribles insolencias, crueldades y tiranías llevadas a cabo por los españoles en las Indias Occidentales (1582);
La verdadera y documentada historia de las atroces, abominables y monstruosas tiranías de los españoles (1594); y Relación de las atroces y abominables tiranías de los españoles (1598).
Asimismo, en el prefacio de Jacques Miggrode, seguido en varias de las traducciones, se puede leer: "[Los españoles] Ellos han destruido países más grandes que tres veces la cristianidad. Los tormentos inventados por ellos, y las deslealtades han sido tan grandes y tan excesivas, que no sería creíble para la posteridad haber habido jamás en el mundo una nación tan bárbara y cruel como aquella, si, a modo de decir, nuestros ojos no lo hubieran visto y nuestras manos no lo hubiesen tocado. [autor holandés]. [...] Dos razones me han hecho colocar de primero este prefacio, el cual yo dirijo a todas las provincias del País Bajo: la una, con el fin de que todas se depierten de su sueño, y que comiencen a pensar en los juicios de Dios, para que se retiren de sus vicios; la otra, para que consideren más de cerca con el cual será su estado cuando por su negligencia, querellas, divisiones y parcialidad hayan abierto las puertas a un tal enemigo, y esto es lo que ellas deben esperar".
Con la edición de la familia De Bry en 1598, en la que se incluyen los 17 famosos grabados de J. Winghe, el éxito de la publicación quedó asegurada hasta nuestros días. Cabe recordar que hasta 1648 se tiraron treinta ediciones completas y más de quince con solo los grabados en separatas.
La concatenación de las publicaciones de Benzoni (1565), de Reginaldus Gonsalvius Montanus [Antonio del Corro y/o Casiodoro de Reina] (1567), de la manipulada Brevíssima (1578), de la Apología de Orange (1580) y de las Relaciones de Antonio Pérez (1591) se consolidó la guerra de papel que se estaba librando, de modo callado, pero no menos eficaz que la de las armas. No se puede pasar por alto que estos autores eran españoles de nacimiento o súbditos del rey de España. La fuerza de convicción de sus escritos fue determinante en la campaña.