JAVIER MARTÍNEZ-PINNA Historia de piratas
durante muChos aÑos, la literatura ha transmitido una imagen de la Piratería que PoCo o nada tiene que ver Con la realidad. en ESO NO ESTABA EN MI LIBRO DE HISTORIA DE LA PIRATERÍA, javier martíneZ-Pinna ha sometido a CrítiCa esta visión Para mostrarnos las atroCidades PertreChadas Por estos monstruos (henry morgan, el olonés, roque el brasiliano, barbanegra y otros muChos) que hiCieron del asesinato, la tortura y el Crimen, su forma de vida más CaraCterístiCa. tamPoCo se olvida de mostrarle Cómo vivían los Piratas, Corsarios, buCaneros y filibusteros, Cómo era su día a día en el interior de esos barCos.
1. EN LOS ÚLTIMOS AÑOS, LAS SERIES, LOS VIDEOJUEGOS Y EL CINE HAN RETRATADO A LOS PIRATAS COMO PERSONAJES HEROICOS Y DEFENSORES DE LA LIBERTAD FRENTE AL ORDEN ESTABLECIDO. ¿CÓMO ERAN REALMENTE LOS PIRATAS?
–Durante mucho tiempo, la literatura y los medios nos han transmitido una imagen de la piratería que poco, o nada, tiene que ver con la realidad. Este proceso de idealización del que estamos hablando, de los piratas como héroes de capa y espada, se desarrolla en el siglo XIX en obras como El pirata de Walter Scott o en La isla del tesoro, de Robert Louis Stevenson y, ya en el siglo XX, en el cine y en series que, por supuesto, no reflejan lo que fueron estos monstruos del mar que, en la mayor parte de las ocasiones, hicieron del asesinato, la tortura y la violación, sus formas de vida más características.
2. ¿Cuáles son los motivos por los que se ha producido este “blanqueamiento” de la historia de la piratería?
–En primer lugar, por esta visión romántica que surge en el siglo XIX, pero también por el interés de la propaganda británica de ocultar las atrocidades de unos personajes, de unos psicópatas al servicio del reino de Inglaterra que protagonizaron auténticas salvajadas contra los españoles incluso en tiempos de paz. Recordemos que cuando Drake regresó a Londres después de cometer sus actos criminales y de regar con sangre las ciudades de la América española, Isabel I lo ennobleció y elevó a la categoría de héroe. Por cierto, el estudio de la biografía de Drake nos permite, del mismo modo, desmitificar la imagen del pirata como un hombre arrojado, al que no le temblaba el pulso a la hora de capturar galeones españoles. Esto es falso; la mayor parte de los piratas solo asaltaban barcos mercantes y poblaciones sin ningún tipo de guarnición, ya que, en la mayor parte de las ocasiones, los piratas terminaban huyendo cuando, en lontananza, observaban la amenazante silueta de un galeón español.
3. En general, todos solemos relacionar el mundo de la piratería con lo que ocurre en el Caribe durante los siglos XVI y XVII, pero el origen de esta actividad es muy anterior.
–Efectivamente. La piratería existe desde que aparece el comercio marítimo. Uno de los momentos de apogeo de la piratería en el mundo antiguo se produce cuando en los albores del primer milenio antes de Cristo, los primeros “aventureros del mar” se lanzaron contra los barcos fenicios que, cargados de riquezas, atravesaban el Mediterráneo en dirección a Egipto, Malta o Tartessos. En cuanto a Roma, en un principio se benefició de la piratería, ya que era la mejor manera de conseguir esclavos. El problema llegó cuando la actividad de los piratas fue tan intensa que interrumpieron las rutas comerciales en zona oriental, so
bre todo después de la alianza entre los piratas cilicios y el gran enemigo de la roma republicana, que fue mitrídates vi del ponto. por este motivo, el Senado ordenó a pompeyo magno terminar por la vía rápido con el problema. en Eso no estaba en mi libro de historia de la piratería también nos acordamos de las terribles razias protagonizadas por los vikingos y, por supuesto, por los piratas berberiscos como aruch y jeremín barbarroja que, durante mucho tiempo, llevaron la muerte y la destrucción a las localidades costeras del levante español.
4. nos dirigimos ahora hacia el nuevo mundo. ¿Cuál es el origen de la piratería americana?
–Las causas que propiciaron la aparición de estos piratas en américa fueron tres: la existencia de grandes riquezas en indias, principalmente oro y plata; la presencia en europa de una enorme masa de población pauperizada; y la dificultad que tuvo españa para controlar directamente un espacio geográfico tan inmenso como era, en el siglo XVi, el imperio español. existen otras motivaciones e incentivos para explicar el origen de la piratería, como es el incremento del fanatismo religioso, visible en las acciones cometidas por los corsarios anglicanos, hugonotes o calvinistas contra los católicos hispano-portugueses,
tales como la profanación de iglesias, destrucción de imágenes y, muy especialmente, el asesinato indiscriminado de religiosos. Finalmente, aunque en menor medida, no podemos obviar el ansia de aventuras que se adueñó de muchos individuos apasionados con la lectura de las novelas de caballería y, algo más tarde, de los libros de que narraban las aventuras de prestigiosos piratas en islas paradisíacas en busca de espectaculares tesoros. El afán de aventuras estaba íntimamente ligado al ansia de libertad, por lo que antiguos delincuentes y desertores trataron de buscar en el mar su redención y una nueva forma de vida lejos de los convencionalismos sociales y de las leyes imperantes en los reinos europeos.
5. ¿Quiénes eran realmente estos piratas americanos?
–Los piratas de la época clásica eran un grupo muy heterogéneo; muchos eran de origen inglés, pero también había galeses, irlandeses, escoceses, franceses, holandeses, caribeños o españoles renegados. Casi todos eran hombres, aunque disponemos de varios relatos que nos informan sobre la presencia de mujeres piratas como Anne Bonny o Mary Read. Existen muy pocas fuentes para entender sus formas de vida, aunque, afortunadamente, contamos con relatos fabulosos y con testimonios de primera mano. Uno de estos relatos es el de Alexandre Exquemelin, quien tras ejercer como bucanero regresó a Europa y se estableció en Holanda, donde escribió su obra De Americaensche Zee-Roovers. En ella describe el mundo de los bucaneros visto desde dentro y nos muestra el carácter extremadamente violento de los filibusteros. De el Olonés nos cuenta que disfrutaba descuartizando a los españoles, entre ellos a mujeres, enfermos y ancianos, para obligar a sus vecinos a confesar el lugar donde se ocultaban unos tesoros que solo existían en su imaginación. De Morgan, un monstruo al servicio de Inglaterra, nos cuenta las torturas que utilizaba como presionar la cabeza de sus víctimas con cuerdas hasta que, por la presión soportada, los ojos le reventaban y salían de sus órbitas. También nos cuenta de Exquemelin el suplicio inhumano que sufrió un tabernero portugués en Maracaibo que, a buen seguro, sorprenderá a todos los lectores.
6. ¿Es cierto que los piratas americanos vestían tal y como aparecen en el cine?
–En este caso, la imagen que nos ha transmitido el cine y la literatura sí que parece amoldarse a la realidad. Lo más frecuente era verlos con una camisa de tela, un pantalón, un pañolón y unas botas de cuero de cerdo. Pero, siendo un grupo tan anárquico, es normal que muchos tratasen de llamar la atención y por eso intentaban dar un toque personal a su vestimenta con una casaca bordada, un sombrero llamativo y, por supuesto, variadas joyas procedentes de los botines: pulseras de oro, collares de perlas o anillos con piedras preciosas.
7. ¿Les gustaba tanto la bebida y la comida?
–Al parecer, los piratas comían mejor que los marineros de los mercantes o de los barcos de guerra. Según Stuart Robertson, en La vida de los piratas, los cocineros hervían la carne y posteriormente retiraban la grasa del caldero y la depositaban en unas pequeñas calabazas para luego mojar la carne en ella. Una vez en tierra, el menú se volvía totalmente heterogéneo al depender del lugar donde se encontrasen y de los gustos del pirata. En las guaridas piratas y sus grandes bases en Tortuga o Port Royal sabemos que podían degustar auténticas delicatesen, como cebiches o pescados curados en limón, empanadillas de maíz cocido y carnes finas con picantes. Menos suerte tenían durante las largas travesías marítimas cuando los marineros no tenían otro remedio más que alimentarse con carnes putrefactas, galletas malolientes y cubiertas de insectos y agua en malas condiciones, lo que explica la proliferación de todo tipo de problemas digestivos. La bebida les gustaba mucho, por eso una de las principales preocupaciones del capitán era que a sus hombres no les faltase la ración diaria. Les gustaba mucho el ron jamaicano, pero debido a su precio solían llenar los barriles con aguardiente o ginebra.
8. También eran muy aficionados al juego, ¿no es verdad?
–En efecto, los piratas fueron unos jugadores empedernidos, hasta tal punto que resultaba frecuente verlos apostar todas sus riquezas, incluyendo las partes del botín y las mujeres capturadas. Sí que parece amoldarse a la realidad la imagen del pirata practicando pulsos, pero para hacerlos más atractivos se podía poner una pieza de metal candente para provocar quemaduras en el perdedor. Una de las diversiones más preciadas era obligar a los prisioneros a jugarse la cabeza en una partida de dados y, aún más extraño, resultaba observar a los propios piratas jugar a una especie de ruleta rusa, por la que varios de ellos se encerraban en un cuarto oscuro mientras que un "pistolero" empezaba a disparar indiscriminadamente obligando a los otros a esquivar las balas de cualquier manera.
9. Para terminar ¿existen los tesoros pirata?
–La creencia en la existencia de fabulosos tesoros pirata comenzó a fraguarse desde bien pronto, pero la fiebre por el amarillo metal se intensificó con la aparición de obras muy populares como El libro de los piratas, de Howard Pyle. En general, los piratas solían gastarse su parte del botín en alguna de las sórdidas tabernas y prostíbulos que inundaban las calles de las principales madrigueras pirata, pero en algunas ocasiones sabemos que ante el temor de caer en manos de un navío español o para evitar ser traicionado por uno de sus compañeros, escondieron sus riquezas en algún lugar desconocido para disfrutar de su oro cuando las circunstancias fuesen más propicias. En Eso no estaba en mi libro de historia de la piratería sigo la pista de alguno de estos tesoros como el del Capitán Kidd o el de la Isla del Coco.
LA CREENCIA EN LA EXISTENCIA DE FABULOSOS TESOROS PIRATA COMENZÓ A FRAGUARSE MUY PRONTO.