¿SABÍAS QUE...
Son contadas las veces en las que un fenómeno natural ha sido la causa de un descubrimiento arquitectónico desconocido hasta el momento. Ese ha sido el caso del último descubrimiento en el pantano de Valdecañas. Tras la bajada del nivel del agua embalsada en el pantano, situado en la cuenca del Tajo cacereño, se ha dejado al descubierto las ruinas de la Casa Grande de Alarza, que antes de la desamortización de Mendizábal fue un convento de frailes llamado Santa Cruz de Alarza. El embalse de Valdecañas se encuentra en la actualidad al 20,5 % de su capacidad, una bajada histórica que ha vuelto a ofrecer la posibilidad de apreciar algunos restos que llevaban bajo el agua más de cinco décadas y que se suman al conocido como dolmen de Guadalperal, que emergió en 2019. En este caso, se trata de las ruinas de la Casa Grande de Alarza, que debido al bajo nivel de las aguas del embalse de Valdecañas se han visto por primera vez y al completo, en el término de Peraleda de la Mata.
Según señala la asociación Raíces de Peraleda en sus redes sociales, se trata de una antigua casa solariega de los dueños de la vega de Alarza, y que antes de la desamortización de Mendizábal fue un convento de frailes llamado Santa Cruz de Alarza.