LOS PROBLEMAS DE TRÁFICO VIENEN DE LEJOS
EN LA ANTIGUA ROMA YA HABÍA GRANDÍSIMOS PROBLEMAS DE TRÁFICO Y YA ENTONCES SE INTENTABAN RESOLVER. Las calles se abarrotaban de carros tirados por animales que contaminaban de manera sólida y líquida la ciudad. Los peatones abarrotaban las aceras (sí, había aceras) y era todo un caos, sumando a eso que los barberos, las escuelas y muchos puestos de comercio, se instalaban directamente en la vía pública, con lo que la ciudad romana era de todo menos tranquila. Pero bueno, el problema del tráfico ya lo hemos resuelto en el siglo XXI ¿no?, Ah, que me dicen que no…
PROHIBIDO DE DÍA
Los romanos para intentar organizar el tráfico, lo prohibieron durante el día en la ciudad. Julio César prohibió el tráfico rodado en Roma desde la salida del sol hasta el ocaso. Es decir, durante todo el día (toma Madrid Central). El emperador Claudio (sí, el de Yo, Claudio) lo extendió a toda Italia y Marco Aurelio (el que muere al principio de Gladiator), hizo que se aplicara en todas las ciudades del imperio. Esa medida hizo que el tráfico mejorase de día, pero no el ruido por la noche, ya que carros de ruedas de madera andando por adoquines y tirados por animales, seguramente convertían las calles por la noche en algo parecido al escándalo que hace el camión de la basura cada noche en nuestras calles, pero todo el rato. Divertidísimo.
Adriano incluso legisló sobre el tamaño y peso de los carros y carretas a las que se permitía entrar en la ciudad aunque fuera por la noche, del mismo modo que ahora está prohibido que, por ejemplo, los trailers entren en las nuestras. Pero tampoco se solucionó mucho. Por lo menos esas ruidosas calles eran de sentido único, algo muy útil en una época sin marcha atrás. Por otra parte, como el tránsito rodado estaba prohibido de día, los ricos se hacían transportar en literas cargadas a hombros por dos o cuatro hombres, además de uno que iba delante abriendo paso –como si dijéramos tocando el claxon–, para que la multitud abriera paso. Así que los vehículos no desaparecieron del todo, porque cuando se cruzaban dos
COMO EL TRÁNSITO RODADO ESTABA PROHIBIDO DE DÍA, LOS RICOS SE HACÍAN TRANSPORTAR EN LITERAS CARGADAS A HOMBROS POR DOS O CUATRO HOMBRES, ADEMÁS DE UNO QUE IBA DELANTE ABRIENDO PASO.
literas, a ver quién cedía el paso a quién. Es como lo de quitar coches de gasolina y permitir eléctricos. Siguen siendo coches y eventualmente, se atascan igual.
EL ORIGEN DE LAS ACERAS
Hemos hablado de aceras, que ahora nos parecen cosas tan normales, pero desde la época romana hasta bien entrado el siglo XIX, no hubo tal cosa ni siquiera media
namente parecida en nuestras calles. En Madrid, por ejemplo, las primeras se instalaron parece que en las calles Carretas y Montera en 1834 y en el resto de la ciudad por fin en 1863, cuando el Ayuntamiento obligó a los propietarios de los inmuebles a construir (corriendo ellos con los gastos) "tres pies de acera delante de sus fincas y en toda la longitud de la fachada de la calle". Hasta entonces, viandantes, carros y animales compartían el barro o los muy sucios adoquines de la calzada. Hubo que esperar 1.900 años para que un Ayuntamiento aplicase lo de las aceras que ya conocían nuestros abuelos romanos.
Más chocante todavía que las aceras romanas, son los pasos de cebra. Sí señor, pasos de cebra, que construidos hace dos mil años, podemos contemplar por ejemplo en las ruinas de Pompeya. Estos, construidos con losas de piedra cortadas rectangularmente y colocadas de forma perpendicular al tráfico, eran de la misma altura que las aceras y servían para que los peatones pudieran cruzar cómodamente la calzada, mientras que los carros, ante el obstáculo, tenían que frenar necesariamente para alinear y pasar sus ruedas por los carriles que quedaban abiertos entre las losas. Nuestros pasos de cebra son iguales, solo que no son de piedra, sino de pintura y, por lo tanto, están pintados y no sobresalen del suelo, con lo que es mucho más peligroso cruzarlos a pie, como es fácil comprobar varias veces al día y mucho más todavía por la noche.
No solo son antiquísimas las aceras, pasos de cebra y restricciones de tráfico según horarios y tipos de carro. Los romanos también tenían en sus ciudades zonas peatonales, tal cual. Principalmente en el Foro, que era la plaza principal, donde se ubicaban los templos principales, el Senado de la Ciudad, la Basílica donde estaban los tribunales y algunos otros edificios principales. Esos Foros eran peatonales las 24 horas del día, protegidos mediante algo parecido a bolardos y también por el sencillo método de que la altura de su suelo era superior a la de la calzada, con lo que si un carro pretendía subir, se partiría la rueda en el intento. Así no hacen falta multas ni cámaras ni nada.
URBANISMO MODERNO
El urbanismo moderno, me temo que también es romano. La ordenación de la ciudad en manzanas cuadrangulares, cada una del mismo tamaño y repartidas en forma de cuadrícula en el plano de la ciudad son un invento griego, que le debemos a los romanos, como casi todo. Fue el arquitecto Hipódamo de Mileto quien diseñó una ciudad en retícula. Los romanos lo utilizaron para el diseño de sus campamentos romanos, en los que las dos avenidas principales, Cardo y Decumanus, se juntaban en la zona principal del campamento y desde ahí todo él se organiza en cuadrícula, de tal manera que cualquier legionario, por bruto que sea, sepa dónde está todo en el campamento, ya esté el campamento instalado en la Galia o en Armenia. El plano interior del campamento es siempre igual y ocupa el mismo espacio.
Lo que llamamos “ensanche” de ciudades como Barcelona o Madrid, o el diseño de Manhattan o de Buenos Aires, responde también a este modelo en cuadrícula aplicado por los romanos en sus ciudades, como podemos ver en Complutum o en Baelo Claudia por ejemplo. Después fue llevado a América y más allá por los españoles, que también aplicaron este inmejorable urbanismo en todas las ciudades que se fundaron, desde Veracruz hasta Manila. Solo que en la Plaza Mayor, evolución del Foro,
se sitúa la catedral en vez del Templo, el palacio del gobernador en vez de la basílica y, en su caso el Ayuntamiento o el Cabildo.
Ese urbanismo tan “moderno” también se recuperó a partir de la Ilustración cuando, por ejemplo, se decidió pavimentar todas las calles, qué locura, y poner luces para hacerlas más seguras por las noches.
PROBLEMAS ETERNOS
Además de crear cuerpos de policía. En Roma, los vigiles (de donde viene vigilia y vigilante, por ejemplo) se encargaban de proteger a la ciudad y a los ciudadanos cuando oscurecía desde la época de Augusto, pero la calle no estaba iluminada, sino que quien volviera tarde a casa, después de una cenita con los amigos, por ejemplo, se hacía acompañar con siervos equipados con antorchas, para poder caminar con esos faros, evitando el tráfico nocturno y los peligros que en general trae la noche.
En resumen, que esto de los problemas de tráfico vienen de lejos, incluyendo la contaminación que conlleva y no parece que estemos en vías de resolverlo todavía, a pesar de todos los intentos. A lo mejor es que el viandante y el vehículo no están hechos para convivir en las ciudades, por eso están mejor los pueblos, que se puede ir andando a todas partes. Incluso al Foro, digo a la plaza, a tomar unos vinos con los amigos y ver los coches de los citadinos pasar delante del templo…
LA CURIOSIDAD LOS PASOS DE CEBRA FUERON RESCATADOS DE LA HISTORIA DE ROMA Y PUESTOS DE NUEVO EN NUESTRAS CALZADAS SOLO A PARTIR DEL AÑO 1949, HACE APENAS UN RATO, EN EL REINO UNIDO, DONDE POR CIERTO ESTÁ EL MÁS FAMOSO DEL MUNDO: EL QUE CRUZA ABBEY ROAD EN LONDRES, PERO QUE SALVO PORQUE ESTÁ PINTADO EN LA CALZADA Y LO PISARON LOS BEATLES EN LA PORTADA DE ESE ÁLBUM, ES IGUAL, IGUAL QUE CUALQUIER PASO DE
CEBRA ROMANO ANTIGUO.
EL URBANISMO ROMANO SE RECUPERÓ A PARTIR DE LA ILUSTRACIÓN CUANDO SE DECIDIÓ PARVIMENTAR TODAS LAS CALLES, Y PONER LUCES PARA HACERLAS MÁS SEGURAS POR LAS NOCHES.