EL MÉDICO DE HITLER
AMUCHOS LES SORPRENDIÓ QUE ADOLF HITLER ACEPTARA A SU LADO A UN PERSONAJE TAN ESTRAFALARIO Y DESALIÑADO COMO FUE THEODOR MORELL. Y es que no solo Morell se caracterizaba por tener un aspecto bastante descuidado (el cual se complementaba con un olor nada agradable, tal y como apuntaba la propia Eva Braun), sino que su valor como médico estaba totalmente en duda, ya que era considerado por la comunidad científica del momento como un mero charlatán.
Pese a ello, el Führer acogía con devoción todos los tratamientos que Morell le recomendaba; llegándose a tomar varios medicamentos al día, muchos de los cuales se trataban de compuestos adictivos e incluso venenosos. ¿Cómo pudo afectar la ingesta de estos “fármacos” al raciocinio y en la toma de decisiones de Hitler? ¿Cómo influyó todo esto en la deriva que tomó la Segunda Guerra Mundial? En este número de CLÍO Historia analizamos una de las figuras más desconocidas e influyentes que marcaron el transcurso de este episodio bélico sin precedentes.