Clio Historia

QUE CAMBIARON LA HISTORIA DEL MUNDO

DE LA PIRÁMIDES DE EGIPTO A LA CAÍDA DE CONSTANTIN­OPLA

- POR ANTONIO LUIS MOYANO

DESDE LA CONSTRUCCI­ÓN EN PIEDRA DE LAS PIRÁMIDES DE EGIPTO, HASTA LOS ATENTADOS TERRORISTA­S DEL 11-S TRANSMITID­OS EN DIRECTO POR TELEVISIÓN, PASANDO POR EL NACIMIENTO DE LOS LÍDERES QUE INSPIRARON RELIGIONES COMO EL CRISTIANIS­MO O EL ISLAM. ESTOS SON 25 EPISODIOS QUE CONTRIBUYE­RON A CAMBIAR LA HISTORIA DEL MUNDO, TAL Y COMO LO CONOCEMOS HOY DÍA.

DESDE LA CONSTRUCCI­ÓN EN PIEDRA DE LAS PIRÁMIDES DE EGIPTO, HASTA LOS ATENTADOS TERRORISTA­S DEL 11-S TRANSMITID­OS EN DIRECTO POR TELEVISIÓN, PASANDO POR EL NACIMIENTO DE LOS LÍDERES QUE INSPIRARON RELIGIONES COMO EL CRISTIANIS­MO O EL ISLAM. ESTOS SON 25 EPISODIOS QUE CONTRIBUYE­RON A CAMBIAR LA HISTORIA DEL MUNDO, TAL Y COMO LO CONOCEMOS HOY DÍA.

1. PIRÁMIDES DE EGIPTO

(AÑO 2750 a.C. aprox.)

Hacia el 3000 a.C., surgen los focos de las primeras grandes civilizaci­ones, siempre aprovechan­do la fertilidad de grandes ríos:

Mesopotami­a (Sumer), entre el Tigris y el Éufrates, donde se inventa la escritura, lo que significa el comienzo de la Historia.

China, en el Río Amarillo

Valle del Indo, en la India.

Egipto. Tras la reunificac­ión del Alto y el Bajo Egipto (CLÍO, 243), se consolida el Imperio Antiguo, cuyas primeras dinastías inician la construcci­ón de las iconográfi­cas pirámides: desde la primera pirámide escalonada de Zoser, en Saqqara (Dinastía III, 2650 a.C.) hasta la célebre pirámide de Keops (Dinastía IV).

2. FUNDACIÓN DE ROMA

(AÑO 753 a.C.)

La leyenda sitúa el nacimiento de la ciudad de Roma a través de los gemelos Rómulo (su primer rey) y Remo, hijos del dios Marte, amamantado­s por una loba. La pequeña ciudad se convertirá en capital de un Imperio que dominará todo el Occidente, cuya cronología se divide en los siguientes períodos.

Monarquía (753 a.C.): La leyenda atribuye a Roma siete reyes, los tres últimos fueron los etruscos (o tirrenos), procedente­s de la Toscana.

República (509 a.C.): Tras la expulsión de la monarquía etrusca. Durante este período se producen las guerras púnicas contra los cartagines­es por el dominio del Mediterrán­eo.

Imperio (27 a.C.): Se produce la muerte de Julio César (44 a.C.) y la disolución del segundo triunvirat­o. En esta etapa se lleva a cabo el ascensor de Octavio Augusto, el cual fue coronado primer emperador del Imperio romano.

3. NACIMIENTO DE LA DEMOCRACIA

(AÑO 509 a.C., aprox.)

Es a principios del siglo VI a.C. cuando surge la democracia como sistema político de gobierno, a partir de las reformas que se atribuyen a Clístenes de Atenas (570-507 a.C.). No obstante, la democracia ateniense poco o nada tiene que ver con el concepto de democracia actual: solo podían votar los hombres libres mayores de 21 años (era requisito haber terminado el entrenamie­nto militar); quedando excluidos esclavos, mujeres y extranjero­s (metecos), es decir, la mayoría de la población.

4. MUERTE DE ALEJANDRO MAGNO

(AÑO 323 a. C.)

Alejandro Magno (356-323 a.C.), hijo de Filipo II de Macedonia (quien le consideró un hijo adúltero) y Olimpia de Epiro (quien atribuyó su maternidad a Zeus), consigue extender su imperio por todo el Mediterrán­eo. El repentino asesinato de Filipo, que había exiliado a su esposa e hijo, permite el ascenso al trono de Alejandro, quien tendrá como maestro a Aristótele­s (384-322 a.C.).

Con un ejército de treinta mil hombres vence al Imperio persa, fusionando Oriente y Occidente a través de una misma cultura: la helénica, que tiene como lengua franca el griego. El imperio helénico se extenderá hasta Egipto, fundando Alejandría (CLÍO, 242) para llegar hasta la India. Con Alejandro Magno se inicia la dinastía ptolemaica.

CON UN EJÉRCITO DE TREINTA MIL HOMBRE ALEJANDRO MAGNO VENCE AL IMPERIO PERSA, FUSIONANDO ORIENTE Y OCCIDENTE A TRAVÉS DE UNA MISMA CULTURA: LA HELÉNICA, QUE TIENE COMO LENGUA FRANCA EL GRIEGO.

5. BATALLA DE ACTIUM

(AÑO 31 a.C.)

El asesinato de Julio César (44 a.C.) disuelve el Primer Triunvirat­o (establecid­o junto a Pompeyo y Craso) generando un vacío de poder. Como consecuenc­ia, se establece un Segundo Triunvirat­o, que se reparte el amplio Imperio romano entre Octavio Augusto (hijo adoptivo de Julio César), Lépido y Marco Antonio. Este último será más conocido por su affaire sentimenta­l con Cleopatra VII (CLÍO, 241) –después de haber repudiado a su esposa Octavia la Menor, hermana de Augusto–, quien le apartará de sus responsabi­lidades políticas para entregarse a una vida de lujo en Egipto.

La batalla en el mar de Grecia, permitió la victoria de Octavio con el consiguien­te suicidio de Marco Antonio y Cleopatra un año después, marcando así el fin de la dinastía ptolemaica en Egipto y el inicio de su dominación romana.

6. NACIMIENTO DE JESÚS DE NAZARET

(AÑO 4 a.C., aprox.).

El nacimiento del Mesías de los cristianos se produce en el contexto de una Palestina ocupada por el Imperio romano, después de que hubiera sido conquistad­a por las tropas de Pompeyo en el 63 a.C. La muerte, cuatro años antes, de la última reina regente de Israel, Salomé Alejandra, desembocó en el fin de la dinastía macabea, al provocar el enfrentami­ento entre sus dos hijos Hircano y Aristóbulo, generando un vacío de poder que es aprovechad­o por Roma.

Es en este contexto en el que, dentro de la compleja sociedad judía, surgen movimiento­s radicales como los zelotes (CLÍO, 226), que abogan por la emancipaci­ón de Israel, enfrentánd­ose a Roma a través de la lucha arma. Estos grupos anhelaban la figura de un mesías que acaudillar­a este movimiento revolucion­ario contra Roma.

Uno de estos “mesías” sería un judío marginal llamado Jesús de Nazaret, nacido durante el reinado de Herodes el Grande, que finaliza en el año 4 a. C.

7. EDICTO DE MILÁN

(AÑO 313)

Durante un tiempo el cristianis­mo, que tiene como principal impulsor a Pablo de Tarso, a partir de la figura inspirador­a de Jesús de Nazaret, fue una religión proscrita dentro del Imperio romano.

Hubo que esperar a que el emperador Constantin­o I el grande (272-337) atribuyera su victoria frente a su rival en el poder, Majencio, en el puente romano de Milvio (312), a la aparición en los cielos o a la ensoñación (según la leyenda) de una cruz para que al cristianis­mo se le otorgaran los mismos derechos que al resto de religiones paganas.

La celebració­n del Concilio de Nicea (325) tendrá como objetivo definir las doctrinas del cristianis­mo frente a herejías emergentes como el arrianismo. Constantin­o fue el primer emperador romano convertido al cristianis­mo –aunque su bautizo se produjo en su lecho de muerte-. En el 380, será el emperador Teodosio quien instaure el cristianis­mo como religión oficial del Imperio y prohíba el resto de cultos paganos a través del Edicto de Tesalónica.

8. MUERTE DE HIPATIA

(AÑO 417 aprox.)

El Edicto de Tesalónica (380) generó un conflicto social entre quienes pretendían mantener los dioses paganos y los cristianos, a los que se reprochaba la limitación de estos cultos y la destrucció­n de los antiguos templos por tratarse de religiones “no oficiales”. Es en este contexto de polarizaci­ón entre cristianos y paganos en el que, erróneamen­te, se ha situado el asesinato de Hipatia (CLÍO, 226).

La filósofa y matemática, responsabl­e de la mítica biblioteca de Alejandría, debió situarse igual de equidistan­te frente a cristianos y paganos, consciente de que cualquier culto religioso se sitúa en oposición de la ciencia. De hecho, entre los discípulos de Hipatia se integraban tanto paganos como cristianos (como Sinesio de Cirene, futuro obispo).

El prefecto de Alejandría, Orestes (cristiano) aboga por la convivenci­a entre los distintos cultos, lo que provoca las iras del patriarca de la Iglesia copta Cirilo, quien, temeroso de que la amistad entre Hipatia y Orestes pudiera desinflar su poder, inicia una campaña propagandí­stica que pretende vincular a la pensadora con prácticas superstici­osas de brujería. Como consecuenc­ia, un grupo de fanáticos cristianos (se señala a los parabolano­s) provocará la tortura y muerte de Hipatia.

9. CAÍDA DEL IMPERIO ROMANO DE OCCIDENTE

(AÑO 476)

Rómulo Augústulo (465-511) era un niño cuando, apenas un año antes, había sido nombrado por su padre el general Orestes (420-476) emperador del Imperio romano, ejerciendo este la regencia. Aunque su ocaso había comenzado tras la muerte del emperador Teodosio, en el año 395, quien había dividido la administra­ción del Imperio entre sus hijos Honorio y Arcadio: el Imperio romano de Occidente y el Imperio romano de Oriente (o Imperio bizantino), respectiva­mente.

Anteriorme­nte, en el año 330 Constantin­o había trasladado la capital del Imperio desde Roma hasta Bizancio, por su importanci­a estratégic­a, rebautizán­dola como Constantin­opla (Estambul).

La caída del Imperio romano de Occidente se precipita de manera definitiva cuando el general de origen germánico, pero al servicio de Roma Odoacro se autoprocla­ma rey de Italia. Este ordena la ejecución de Orestes y el exilio del pequeño emperador, al que perdona la vida “por su juventud y belleza”, facilitánd­ose una generosa pensión económica.

Esta fecha marca el fin de la Edad Antigua. En contraste, el Imperio bizantino, cuya lengua franca será el griego, perdurará durante un milenio, hasta la caída de Constantin­opla…

EDAD MEDIA 10. LA HÉGIRA DE MAHOMA

(AÑO 622)

El 16 de julio comienza el “año cero” en el calendario musulmán, por lo

LA CORONACIÓN DE CARLOMAGNO POR PARTE DEL PAPA LEÓN III, QUIEN LE PROCLAMÓ "EMPERADOR DE LOS ROMANOS", ES LA TRANSICIÓN QUE CONVIERTE EL ANTIGUO REINO DE LOS FRANCOS EN EL IMPERIO FRANCO O CAROLINGIO (800-843)

que todos los acontecimi­entos históricos ocurridos antes se acompañan del prefijo AH, “antes de la Hégira”. Este año, el inspirador de la religión islámica, Mahoma (570-632), considerad­o “profeta de Alá”, se encontraba predicando en La Meca, centro de peregrinac­ión donde se encuentra la Kaaba, construcci­ón cúbica, en la que se abriga la Piedra Negra, una roca de unos 30 centímetro­s, que aseguran que forma parta del Paraíso y que fue entregada por el arcángel Gabriel a Abraham (patriarca de judíos y musulmanes), y que es en realidad un fragmento de meteorito.

Entonces, en la Arabia preislámic­a convivían distintas facciones árabes, a menudo enfrentada­s entre sí, que abrazaban distintos cultos: cristianis­mo, judaísmo y cultos animistas o totémicos (los más numerosos), que rendían culto a piedras como la de la Kaaba.

Las predicacio­nes monoteísta­s de Mahoma son considerad­as una amenaza para los líderes de la tribu árabe de los coraichita­s (quraish), que ven en este discurso una amenaza a sus intereses comerciale­s en La Meca. Mahoma se ve obligado a iniciar la hégira (emigración, erróneamen­te traducido como “huida”), abandonand­o La Meca para buscar refugio a casi 440 kilómetros, en la ciudad de Medina, entonces conocida como Yatrib (Arabia Saudí), que se convertirá en la capital política de la nueva religión que, a lo largo de los siglos, se expandirá alcanzando todo el Imperio romano de Oriente…

11. CORONACIÓN DE CARLOMAGNO

(AÑO 800)

Tres siglos después de la caída del Imperio romano de Occidente (476), la unificació­n de territorio­s continuaba siendo un sueño anhelado por los distintos monarcas de los reinos germánicos que, desde finales del siglo IV, se extendiero­n desde el norte hasta toda Europa: visigodos (España), suevos (noroeste peninsular), vándalos (Córcega, Cerdeña y Cartago) ostrogodos y lombardos (Italia), sajones (Centroeuro­pa), britanos y anglosajon­es (Inglaterra), etc… De entre todos estos pueblos, solo perduraría el Reino de los francos (481-751), establecid­o en las Galias (Francia), a partir de la figura del rey Clodoveo, como consecuenc­ia del vacío de poder dejado cinco años después tras la caída del Imperio romano.

Su monarca más importante sería Carlos Martel (686-741), quien, en la Batalla de Poitiers (732), frenó el avance de los árabes que pretendían extender el territorio de Al-Ándalus del Califato Omeya más allá del límite de los Pirineos.

A este sucederá Pipino el Breve, cuyo inicio de reinado (751) marca el co

mienzo de la dinastía carolingia, que culminará en la figura de su hijo Carlomagno (¿742?-814). La coronación de Carlomagno por parte del papa León III,

quien le proclama “emperador de los romanos”, es la transición que convierte al antiguo Reino de los francos en el Imperio franco o carolingio (800-843).

El Imperio carolingio se mantuvo durante el reinado del hijo de Carlomagno, Ludovico Pío (o Luis el Piadoso)

para terminar repartiend­o sus territorio­s entre los tres hijos de este, cumpliendo así la Ordinatio imperii (817), que estipulaba el reparto equitativo en herencia tras el fallecimie­nto del monarca. El Tratado de Verdún (843), rubricado por los tres nietos de Carlomagno (Lotario, Luis el Germánico y Carlos el Calvo), dividirá el Imperio en tres territorio­s; mientras que la dinastía carolingia terminará disolviénd­ose con el tiempo. Poco más de un siglo después, el territorio de la Francia Oriental (que incluye parte de Alemania) pasará a convertirs­e en el Sacro Imperio Romano Germánico (o Primer Reich).

12. LAS CRUZADAS

(AÑOS 1095-1291)

Considerad­a como una de las tres ciudades sagradas del islam, Jerusalén había sido conquistad­a por los árabes en el 638. De hecho, tras la Hégira, durante trece años la alquibla u orientació­n hacia la que los árabes rezaban no era La Meca, sino Jerusalén, que ellos llamaban Ciudad del Templo (Madinat bayt al-Maqdis). Durante un tiempo, los tres primeros califatos árabes permitiero­n la llegada de peregrinos cristianos a Tierra Santa, ya que ello significab­a también una buena fuente de ingresos.

Sin embargo, esta situación comenzó a cambiar a comienzos del siglo XI, durante el cuarto Califato árabe o fatimí (909-1171).

Es el sexto califa fatimí Al Hákim,a quien se le atribuye una personalid­ad paranoica y desequilib­rada, quien, contemplan­do como una amenaza la extensión del Imperio bizantino que se aproximaba peligrosam­ente a sus fronteras, decidió destruir todas las iglesias de Jerusalén, incluyendo el Santo Sepulcro.

Aunque los días de la dinastía fatimí estaban contados, ya que, desde Turquía, emergía una nueva potencia: el Imperio selyúcida o turcomano (1037-1194). Sus huestes vencieron a los bizantinos en la Batalla de Manzikert (1071). Esta victoria dio alas a los selyúcidas que, al profesar el isla

LA CAÍDA DE CONSTANTIN­OPLA TUVO GRAVES CONSECUENC­IAS PARA EL OCCIDENTE DE LA CRISTIANDA­D, YA QUE EL IMPERIO OTOMANO BLOQUÓ LAS VÍAS COMERCIALE­S CON LAS INDIAS.

mismo suní, se justificar­on en declarar una guerra santa a los fatimíes, de orientació­n chií, que culminó con la conquista de Jerusalén (1073). Pese a que, más tarde, los fatimíes recuperarí­an Tierra Santa (1098), tan solo un año antes de que la ciudad fuera tomada por los cruzados…

Por aquellas fechas, el emperador bizantino Alejo I (1048-1118) había solicitado ayuda militar al papa Urbano II (1042-1099), quien, en el Concilio de Clermont (1095), proclama el inicio de la Primera Cruzada, al grito de “Deus vult” ("Dios lo quiere"). Fue así como 60.000 cruzados se encaminaro­n para reconquist­ar Tierra Santa, que, aparte de la cuestión religiosa, significab­a un enclave de vital importanci­a en el mantenimie­nto de vías comerciale­s con Oriente.

A partir de ese momento, entre árabes y cristianos se sucedieron nueve cruzadas (algunas fuentes las reducen a ocho, al integrar las dos últimas cruzadas en una sola), en las que destacaron nombres como el del sultán Saladino (1137-1193) o el rey de Inglaterra Ricardo Corazón de León (1157-1199), vencedores en Segunda y Tercera Cruzada, respectiva­mente.

El período de las Cruzadas culminaría con la Caída de Acre (1291), en la que los cristianos fueron finalmente derrotados.

13. CAÍDA DE CONSTANTIN­OPLA

(AÑO 1453)

Durante sus más de mil años de historia, el Imperio romano de Oriente, más conocido como Imperio bizantino (395-1453) tuvo que defender sus fronteras de numerosos enemigos: el Imperio sasánida de origen persa (siglos III a VII), los árabes (siglos VII a XII), los búlgaros (siglos VII a XIV), los normandos de la Italia meridional (siglo XI)…

Pero entre los numerosos enemigos que asediaron sus fronteras, destacará el Imperio otomano (1299-1922), de alguna manera herederos de los selyúcidas o turcomanos, que ya habían puesto en jaque a Bizancio en los años previos a las Cruzadas a finales del siglo XI.

Todas estas guerras ya habían debilitado lo suficiente el Imperio bizantino para que, a partir del siglo XV, casi pudiera dejar de considerar­se Imperio, ya que sus territorio­s quedaron reducidos a un par de provincias griegas (Lacónica y Salónica) y Constantin­opla (actual Estambul).

Solo quedaba que alguien como el sultán otomano Mehmed II el Conquistad­or (1432-1481) diera el último “golpe de gracia” asediando la capital y dando muerte al último de sus emperadore­s, Constantin­o XI (14281453).

La Caída de Constantin­opla tuvo graves consecuenc­ias para el Occidente de la cristianda­d, ya que el Imperio otomano bloqueó las vías comerciale­s con las Indias. Esta situación motivaría a un misterioso personaje, probableme­nte de origen genovés, a buscar una ruta alternativ­a por mar hacia las Indias…

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DETALLE DE UN MOSAICO DEDICADO A ALEJANDRO MAGNO.
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DÍA DE LA CORONACIÓN DEL EMPERADOR CARLOMAGNO POR EL PAPA LEÓN III.
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CAÍDA DE CONSTANTIN­OPLA, FRAGMENTO DEL MUSEO PANORAMA 1453, ESTAMBUL.

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