Un griego en la isla de THULE
Las aguas embravecidas y los peligros de los ataques de piratas no amilanaron a los griegos, un pueblo de marinos y conquistadores, a realizar importantes travesías marítimas. Antes de cada viaje se encomendaba a Poseidón, el dios de los mares, al que imploraban ayuda y benevolencia.
LAS AGUAS EMBRAVECIDAS Y LOS PELIGROS DE LOS ATAQUES DE PIRATAS NO AMILANARON A LOS GRIEGOS, UN PUEBLO DE MARINOS Y CONQUISTADORES, A REALIZAR IMPORTANTES TRAVESÍAS MARÍTIMAS. ANTES DE CADA VIAJE SE ENCOMENDABA A POSEIDÓN, EL DIOS DE LOS MARES, AL QUE IMPLORABAN AYUDA Y BENEVOLENCIA.
EN SUS INICIOS LOS HELENOS REALIZARON UNA NAVEGACIÓN DE CABOTAJE, ES DECIR, SIN PERDER DE VISTA LA COSTA, VIAJES QUE REALIZABAN, FUNDAMENTALMENTE, DURANTE LOS MESES PRIMAVERALES Y ESTIVALES, LOS MÁS PROPICIOS DESDE EL PUNTO DE VISTA METEOROLÓGICO.
Y es que los griegos, al igual que hicieron los fenicios, se lanzaron al mar en busca de tierras que colonizar y con las que comerciar. Fue precisamente este afán mercantil el que contribuyó a extender, a lo largo del Mediterráneo, una próspera red de ciudades, con las que contribuyeron a los cimientos de nuestro mundo moderno, tal y como lo conocemos hoy.
Una de estas urbes fue Marsella, en el sur de Francia, una de las más antiguas de Europa, allí llegaron los griegos hacia el año 600 a.C.
PITEAS, EL MASSALIOTE
Según el filósofo Aristóteles, Massalia –que es así como se conocía en aquella época a esta ciudad portuaria– fue fundada por Protis, el hijo de Euxenous de Phocaea, y su esposa Gyptis, la hija de un rey de una tribu celta llamada Segobriges, que vivía en la zona. Tras el matrimonio, el rey local otorgó a su yerno el derecho de obtener un terreno y construir su ciudad. Lo que en un principio era un pequeño asentamiento se convertiría
LOS GRIEGOS, AL IGUAL QUE HICIERON LOS FENICIOS, SE LANZARON AL MAR EN BUSCA DE TIERRAS QUE COLONIZAR Y CON LAS QUE COMERCIAR.