Prueba
Mitsubishi Outlander 200 MPI CVT 2WD
Es la versión más asequible, y destaca por su suavidad de funcionamiento y moderadas prestaciones.
Apie de concesionario —con las promociones actuales—, el Outlander más barato debería rondar los 25.000 euros. Sería como este que probamos, pero con cinco plazas en lugar de siete. La tercera fila no es para que la usen adultos con frecuencia; si puedes prescindir de ella, ahorrarás kilos y tendrás un estupendo maletero de más de 500 litros. Los 150 CV de su motor atmosférico 2.0 de gasolina y casi 20 mkg de par son el mínimo razonable para un SUV de esta envergadura que, antes de albergar pasajeros y equipaje, ya supera los 1.500 kilos.
Destaca más por la suavidad de funcionamiento que por su capacidad de empuje, con la compañía de un cambio automático de variador continuo —aunque con 6 marchas pre-programadas— que también invita a un uso apacible. Además, con el modo Eco, que busca la máxima eficiencia, se modera la climatización y se suaviza la respuesta del acelerador; y si elegimos el modo Sport, con las levas del volante podremos subir el nivel de agilidad, pero siempre a un ritmo que no podemos calificar de deportivo. Al apurar el régimen de uso de la mecánica, la sonoridad ya nos llamará la atención y veremos cómo el consumo acusará cualquier exceso que busquemos; de ahí que la conducción sosegada
será la que más nos haga disfrutar de este Outlander «básico».
Por lo demás, dispondremos de un SUV con un buen puesto de conducción, asientos de buena factura, amplio, que desprende calidad y que, en el acabado Motion que se ofrece, ya presenta una dotación de serie bastante completa. A nivel funcional podría mejorar el mando de acceso al ordenador, el manejo de algunas funciones del sistema multimedia o el freno de estacionamiento por palanca. Sus reacciones en carretera son nobles y transmiten seguridad, aunque tiene un tacto de coche veterano y la suspensión es algo firme al superar ralentizadores urbanos, y más confortable si rodamos por campo, en esta versión siempre sin tracción integral.