Máster «jig» digital
LA CREACIÓN DE UN AUTOMÓVIL
comienza años antes de su producción, cuando se sientan las bases de realización del prototipo. Se trabaja en seis áreas: ajustes y dimensiones, brillos, funcionalidad, tacto de las superficies, háptica —aquello que captan todos los sentidos que no son vista y oído— y atractivo, con nuevos elementos de medición. El «jig», el armazón que se emplea para coordinar las diferentes piezas, medirlas, controlar sus ajustes y las tolerancias entre ellos, se usa ya en combinación con medios digitales que permiten trabajar esas tolerancias de los prototipos con más facilidad.
Sendos robots, con movimiento en ocho ejes, fotografían y miden cada automóvil desde todos sus ángulos, barriendo superficies de 81x61 cm para generar una recreación digital de cada una de las piezas y superficies. Actualmente se hacen mediciones en 6.000 puntos, que se recolectan en un total de 100 gigas en 4 horas, frente a las 48 que se empleaban de manera manual. Así se reducen imperfecciones e incluso se asegura la impresión de uniformidad en los ajustes, incluso cuando ello implica «engañar» al ojo humano, como sucede en la unión de las puertas delanteras y las traseras, con 2 mm de diferencia en la zona inferior respecto de la superior. Tras esta integración inicial de los componentes, verificado de tolerancias, aspecto y tacto de las superficies, etc. se puede pasar al siguiente escalón de trabajo.