Llegará
Suzuki Jimny
Cuarta generación del pequeño TT, que mantiene sus formas cúbicas y buen uso off road.
Muchos recordarán al SJ410, un Suzuki que, con su aparición en 1981, marcó una época al permitir a una generación de conductores descubrir el mundo del todoterreno Lo que quizá no conocerán demasiados es que en su mercado local, el japonés, este pequeño coche de tracción total era conocido como Jimny 1.000. Con él nació una estirpe de pequeños todoterreno para la exportación (desde 1970 ya hubo otros Jimny sólo para Japón) de la que forma parte el que llegará a los concesionarios justo tras del verano.
Como no podía ser de otra forma, esta cuarta generación del Jimny recorge buena parte de los atributos de sus antecesores. Empezando por el tamaño. Su longitud es de tan sólo 3,40 m (15 cm menos que el Jimny de 1999), lo que no sólo dará pie a una gran agilidad y una considerable ligereza: su diámetro de giro es de 9,8 m y supera por poco los 1.000 kg de peso.
Tracción total conectable
Eso, aún cuando en todas sus variantes tendrá tracción total (4H), incluyendo la posibilidad de moverse tanto con sólo dos ruedas motrices sobre asfalto con buenas condiciones de agarre (2H), como con reductora, llegada la necesidad de tener que encarar caminos abruptos (4L). En cualquier caso, su sistema 4x4 de puro TT también contará con el apoyo del LSD, un diferencial de deslizamiento limitado.
Este frena la rueda que está en el aire o con peores condiciones de adherencia, impidiendo así la pérdida tracción. Además, estructuralmente es fiel al chasis de largueros y travesaños, más rígido que nunca con sus refuerzos cruzados.
En conducción off-road el Jimny también contará con la ayuda de unos paragolpes que propician unos excelentes ángulos de entrada (41º) y salida (51º), en tanto que la reducida distancia entre ejes deja el ventral en 28º. Todo, mientras que la altura libre al suelo es de 21 cm. También de una geometría de suspensión de ejes rígidos con muelles helicoidales, garantía de robustez, sencillez y altura constante, aunque no aporte la precisión de una independiente.
Del mismo modo que contará con ayuda al arranque en pendiente y control de la velocidad en las bajadas, incorpora una considerable batería de ayudas a la conducción en ciudad y carretera gracias al Suzuki Safety Support. Éste, gracias a la cámara, el sensor láser y los de ultrasonido, habilita al sistema de alerta de proximidad de vehículos, de riesgo de alcance y asistencia a la frenada de emergencia, el control de luces cortas y largas, la alerta de conducción errática, la de salida de carril o el reconocimiento de señales de tráfico.
Hemos tomado contacto con el Jimny, aunque no conducido, horas antes de ser presentado a la red comercial. Hay una clara evolución en términos de diseño interior, con un salpicadero horizontal en el que llaman la atención la pantalla del sistema de infoentretenimiento, ya habitual en Suzuki, y la instrumentación de inspiración aeronáutica. La carencia del puesto de conducción permanece en el poco recorrido longitudinal del asiento y en un volante sólo regulable en altura, pero dentro de sus reducidas dimensiones, el habitáculo es funcional y práctico, con detalles como la tapicería antisuciedad, el suelo del maletero y envés de los dos respaldos traseros con plástico antideslizante, un asidero en el salpicadero y muchos huecos: entre los asientos delanteros, sobre la guantera, delante del cambio, junto a las banquetas traseras, bajo el maletero, etc.