Audi A6 45 TDI
El mundo hoy es de los SUV, sí; pero el sentido común y el peso de las emisiones lleva hacia las berlinas. Y más cuando éstas son como el A6, un referente tecnológico superlativo con el consumo de un utilitario, la agilidad de un compacto y el refinamient
El mayor «defecto» de esta versión de entrada a la gama A6 es que el 50 TDI —con 55 CV extras en un 3.0 TDI igual— solo cuesta 2.000 euros más.
Ahí acaban los problemas específicos de esta variante diésel de 231 CV del A8 en «miniatura» —con casi 5 metros de largo en su nueva carrocería, hacen falta las comillas— pues, los otros aspectos que menos nos entusiasman, son comunes con el 50 TDI y vienen del cambio. Es poco refinado el resbalamiento del convertidor de par en las arrancadas, y su posterior acople con golpe si buscamos una aceleración rápida; o lo ruidoso que se siente el motor en esas salidas con vueltas de más si lo comparamos con el silencio que se adueña del amplísimo interior del A6 en el resto de situaciones.
Esta caja Tiptronic marca el carácter del A6 45 TDI porque tiende, salvo que el conductor elija en el Drive Select la ley más deportiva de funcionamiento —o en la configurable Individual—, a usar con las marchas más largas. Y el desarrollo de éstas es alto: en 7ª, casi 60 km/h por cada 1.000 rpm; en 8ª, 76,8. A 130 km/h, 1.700 rpm. Así el efecto sobre el consumo del diésel, ya eficiente de por sí, es espectacular y, en parte, corresponsable de que esta berlina gaste tan poco junto al trabajo de la red de 48 voltios que hace tan activo al StartStop, el control de velocidad
que actúa con las señales y el navegador o la vibracion del acelerador cuando vamos a sobrepasar un límite de velocidad.
Ese consumo le hace un tragamillas, como también su formidable chasis. Las sensaciones cambian poco de usar uno u otros modos de conducción —se percibirán un poquito más o menos las irregularidades, con la amortiguación variable— porque el A6 se siente siempre ligero, confortable y ágil. No hay carretera que se le resista e, incluso en las de montaña con curvas cerradas, traza por donde define la precisa dirección. La tracción total quattro, también estándar, ayuda porque deja acelerar a fondo una vez superada la fase de entrada al giro. Y eso ya es de mérito con tanta fuerza como la que puede dar este TDI y que hace a este A6 «básico» un tiro.