Coche Actual

Mercedes Clase B

El Mercedes Clase B es un A venido a más. Al menos en lo que a tamaño se refiere, pues frente al compacto es más alto. Su vocación familiar estará en los detalles.

- LUIS M. VITORIA lmvitoria@mpib.es FOTOS: MPIB

Su vocación familiar estará en los detalles.

Pese al aluvión de SUV compactos, Mercedes sigue creyendo que hay espacio en el mercado para su monovolume­n. Compartir plataforma con el Clase A le permite a este Clase B hacer gala de una considerab­le calidad de rodadura, más al usar el modo Comfort de la amortiguac­ión adaptativa, si bien con ésta el balanceo de la carrocería crece respecto a la definición Sport. Tiene pisada de coche grande, tendencia a abrir las trayectori­as y una dirección precisa, asistida sin excesos.

Como en los Clase A con los mismos motores, en los B se usa un eje trasero con geometría de ruedas tiradas con barra de torsión. Pero si se monta la opción de los amortiguad­ores pilotados o, en el futuro, motores más potentes que los que se comerciali­zarán a partir de febrero, la suspensión trasera será multibrazo. También si se usan las llantas de mayor diámetro, de 19", con motores de potencia intermedia.

Ninguno de los tres motores con los que se presenta este Mercedes repiten de la segunda generación, aunque todos ellos se usan ya en el Clase A. Siempre son sobrealime­ntados, con filtro de partículas y de cuatro cilindros. Todos cumplen la Euro 6d. En gasolina, hay dos variantes de un 1.3, con 136 y 163 CV; en diésel se dispone de una versión del 1.5, con 115 CV —del 1.7 recién estrenado en Renault, sin noticia en estos compactos—, y dos variantes de un 2.0, con 150 y 190 CV. Estos últimos, no

tan silencioso­s como nos gustaría, llevan catalizado­r de reducción selectiva (SCR).

Todos automático­s

Por el momento todos se asocian a una caja automática de doble embrague y siete marchas, salvo el diésel de más cilindrada, en el que es de ocho. Hemos probado esta 8G-DCT en un B 200d y parece rápida en el paso entre marchas —disponía de levas en el volante— o dosifica bien sus embragues maniobrand­o. Como en el Clase A, habrá cajas manuales en los motores pequeños.

La posición de conducción es unos pocos centímetro­s más alta que la del Clase A — hemos medido una diferencia en los bordes de las banquetas de 4 cm— y las cotas de habitabili­dad son muy parecidas en ambos. Lo que más cambia es la altura en las plazas traseras. También el maletero si se sitúa el suelo móvil en su posición más baja. La más alta, 7,5 cm por encima, está pensada para que enrase con los respaldos traseros abatidos. Se articulan en una proporción 40/20/40 y, por el momento, es el guiño a la versatilid­ad del Clase B que, el año que viene, tendrá utilidades opcionales como el abatimient­o del asiento del acompañant­e para poder transporta­r objetos largos dentro del habitáculo, el desplazami­ento longitudin­al sobre 14 cm de la banqueta trasera o la posibilida­d de regular la inclinació­n de los respaldos posteriore­s. En este caso, en proporcion­es 60/40.

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 ??  ?? De serie cuenta con pantallas de 7” para instrument­ación e infoentret­enimiento, aunque esta última puede ser sustituida por una de 10,25". También puede llevar, como en la foto, las dos de este último tamaño. Con los asientos eléctricos, el Clase B tiene una curiosa función, Energizing Comfort, que va cambiando sutilmente la altura de la banqueta y la inclinació­n del respaldo para evitar sobrecarga­s musculares. Sus cotas de espacio no son muy distintas a las del Clase A.
De serie cuenta con pantallas de 7” para instrument­ación e infoentret­enimiento, aunque esta última puede ser sustituida por una de 10,25". También puede llevar, como en la foto, las dos de este último tamaño. Con los asientos eléctricos, el Clase B tiene una curiosa función, Energizing Comfort, que va cambiando sutilmente la altura de la banqueta y la inclinació­n del respaldo para evitar sobrecarga­s musculares. Sus cotas de espacio no son muy distintas a las del Clase A.

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