Buenos propósitos, pero...
Muy pocos fondos para las ayudas a la compra de vehículos de energías alternativas. Al Ejecutivo se le llena la boca con buenas intenciones en materia medioambiental, pero está claro que sin un plan de viabilidad y políticas que promuevan la instalación de infraestructuras no se podrá llevar a cabo en los plazos establecidos. Ya ha ocurrido en diversas ocasiones; cada vez que se ha aprobado un plan de ayudas a la compra de vehículos eficientes, los fondos destinados a tal efecto se agotan en cuestión de horas.
Así, la última edición del plan de ayudas a la compra de vehículos de energías alternativas que ha ofrecido la Comunidad de Madrid dentro del Plan de Movilidad Urbana Sostenible, con dos millones de presupuesto, apenas duró dos días, lo mismo que ha ocurrido con los PIVE, MOVELE, MOVALT, MOVEA, VEA, etc.
Bien es cierto que las últimos episodios de contaminación en grandes ciudades, la falta de información que tienen los usuarios con el tema de las etiquetas de la DGT o la entrada en vigor de las restricciones a la circulación, como Madrid Central, han disparado la demanda de vehículos eléctricos e híbridos.
En Madrid, las ventas de eléctricos en noviembre crecieron más de un 100%, con 759 unidades. Y con los híbridos ocurrió lo mismo, 2.497 unidades matriculadas, lo que representa un incremento del 43% respecto al mismo mes de 2017. Madrid lidera el ránking de comunidades en vehículos eléctricos. Durante los primeros seis meses del año, las ventas crecieron un 148,8% respecto al mismo periodo del año anterior, con un total de 3.687 unidades, triplicando las cifras registradas en Cataluña.
El retraso en los Presupuestos Generales ha dejado en el aire las ayudas en 2018. No obstante, se estima que en 2020 se apruebe un plan estable y permanente que de verdad permita popularizar esta tecnología. Esperemos que los 16,6 millones de euros que no se han utilizado este año estén disponibles en 2019.