Le sienta bien
Algo más que una simple actualización ha servido al Renault Kadjar para volverse más cómodo, práctico y ver revolucionada su oferta de motores, ganando músculo para competir en un segmento SUV muy exigente.
Más allá de su evolución estilística, el trabajo desarrollado en el Kadjar ha tenido que ver con la mejora en su uso diario, incluyendo la incorporación de una nueva gama de motores acorde a nuestros tiempos, con predominio de los de gasolina. Los cambios en el exterior son sutiles pero le hacen parecer más ancho y asentado en la carretera, en tanto que en el interior, consola central, mandos principales y plazas traseras presentan novedades en clave de confort. También los asientos han sido rediseñados para adaptarse mejor a diferentes tallas, son más envolventes e incorporan espuma de doble densidad, además de montar una banqueta extensible que favorecerá a los más altos.
Aspectos como la conectividad también han sido considerados, con una pantalla táctil mejor integrada en la consola y mandos específicos para la climatización de aspecto más lucido. Permite conectar smartphones de los entornos Android y Apple, aunque no cuenta con elementos como la recarga inalámbrica de móvil, sí cuenta en las plazas traseras con dos conexiones USB, amén de salidas de aire regulables que manifiestan cómo los pasajeros traseros también han sido tenidos en cuenta a la hora de desarrollarlo.
Pequeños... pero eficaces
A la espera de posibles propuestas híbridas —no previstas en esta generación— los
planteamientos térmicos copan la oferta de motores. Se mantiene el popular 1.5 dCi, revisado en profundidad para incorporar el catalizador SCR que le permite cumplir con la exigente normativa de emisiones Euro 6d-Temp, a pesar de la cual mejora su capacidad —5 CV y 10 Nm, 25 en los momentos overboost— hasta los 115 CV conservando el excelente consumo que nos tenía acostumbrados —4,4 l/100 km en ciclo mixto NDEC—. En primavera se sumará una nueva motorización de 1,7 l y 150 CV que será la única con tracción total.
La gran novedad viene dada por las propuestas de gasolina: dos variantes del bloque 1.3 de 140 y 160 CV, siempre con tracción delantera y posibilidades de elegir entre cambios manuales de seis marchas o uno automático de doble embrague y siete relaciones. Destacan por su suavidad de funcionamiento y plana curva de par antes que por un rendimiento explosivo o un consumo ultrabajo. Permiten rodar con facilidad a ritmos sostenidos, si bien para obtener una respuesta rápida al acelerador deberemos apoyarnos en un uso del cambio que nos alejará de las cifras oficiales.