Las matriculaciones en el último mes del año
descendieron un 3,5% respecto del mismo periodo del año pasado, hasta las 99.291 unidades. Es el primer diciembre en el que caen las ventas desde 2012, encadenándose así cuatro meses de reducción de las comercializaciones, fenómeno que tampoco se produce desde hace seis años. Superadas ya las distorsiones de mercado que provocó la entrada en vigor de la nueva normativa de medición de emisiones WLTP, solo cabe achacar este mal resultado del mercado a una debilidad real de la demanda, que se ve más claramente en el canal de particulares: las incertidumbres sobre las políticas de movilidad están retrasando las decisiones de compra. Como dato positivo, en el acumulado del año, las ventas crecen un 7%, hasta 1.321.438 unidades.