Volvo XC40 Recharge
El XC40 Recharge no es sólo un impecable Volvo con los valores tradicionales de la marca, sino un potente SUV eléctrico que se desmarca de sus mucho más conservadores rivales ofreciendo unas prestaciones —y sensaciones— espectaculares.
lXC40 Recharge Eléctrico Puro es un coche con ciertos contrapuntos: resulta exquisitamente agradable de conducir en la mayoría de las situaciones y, a su vez, ofrece una capacidad de aceleración desproporcionada, de puro dragster. Tiene 408 CV fruto de combinar dos motores idénticos, uno por cada eje, de 204 CV y baterías de 78 kWh que proporciona una autonomía teórica de 418 km. Como todos los XC40, el Recharge destaca también por una calidad de acabados extraordinaria, un confort soberbio y tacto de conducción en el que predomina la comodidad y la facilidad de conducción. Frente a sus principales alternativas, una de las mayores características es que ofrece mejores prestaciones, más autonomía que ellos o ambas cosas al mismo tiempo, con la ventaja añadida de sus cuatro ruedas motrices. Eso sí, no es un coche barato, en parte por su elevada calidad, y en parte porque Volvo ha decidido equipar abundantemente los dos acabados disponibles, denominados II y III. Otro de los aspectos novedosos es que cuenta con un sistema infoentretenimiento desarrollado por Android con asistente de Google integrado, que es el primer Volvo con actualizaciones remotas o que dispone de un sistema que avisa a otros usuarios en caso de que el vehículo active ciertas ayudas a la conducción, previniéndoles de un eventual riesgo cuando lleguen a ese mismo punto.
PODERÍO ELÉCTRICO
La entrega de potencia de sus motores puede resultar deliciosa si se acelera con suavidad o brutal si se usa el acelerador a modo "interruptor". A diferencia de otros vehículos eléctricos, no tiene ni diferentes modos de conducción que modifiquen el rendimiento —o lo limiten— ni tampoco levas con los que modificar los diferentes
modos de frenada regenerativa. Desde la pantalla se puede seleccionar una estrategia tipo "One pedal", con excesiva retención para mi gusto, o avance por inercia. De hecho, este Volvo no tiene botón de arranque: basta estar dentro del vehículo con la llave y actuar sobre el cambio para poder iniciar la marca. Circulando con normalidad es un coche que suena poco, filtra muy bien el asfalto, no resulta delicado entre curvas y acelera con demasiada espontaneidad. Tal es así que los adelantamientos pueden ser tan rápidos que te sorprenderán los pocos metros que necesitas para quitarte un camión de encima. Eso sí, para usar toda su artillería de forma instantánea es recomendable acelerar sólo cuando las ruedas estén completamente rectas ya que en caso contrario el chasis llega a desbordarse momentáneamente perdiendo sensibilidad en el tren delantero. El Volvo XC40 se puede cargar en tomas de corriente alterna a 11 kW, o a 150 kW en tomas de corriente continua —40 minutos del 0 al 80 por ciento—. Su consumo es moderado si se conduce con suma tranquilidad —alrededor de 22 kWh/100 km— y bastante elevado si se circula de forma ágil —más de 25 kWh/100—, lo cual nos deja una autonomía media real más cercana a los 320 km que los 418 declarados oficialmente. 1
CONSUME MÁS QUE OTROS EV EQUIVALENTES, PERO LAS SENSACIONES DE ACELERACIÓN SON ÚNICAS